La policía identifica el arma que mató a Prieto Fandiño
Cuatro agentes de Getafe le dispararon tras una persecución de 14 kilómetros hace un año
Los especialistas de Policía Científica han identificado el arma y, por tanto, al agente que disparó hoy hace justo un año contra David Prieto Fandiño, de 28 años, al que persiguieron durante 14 kilómetros, desde Getafe hasta el distrito de Arganzuela. Los responsables del informe pericial consideran “altamente probable” que el proyectil saliera de la pistola que llevaba el policía municipal A. M. G. M., de 32 años. El caso se encuentra todavía en instrucción y no se espera una resolución rápida ya que el otro herido en el tiroteo, el supuesto compinche del fallecido, Roberto García Castillo, de 29 años, aún no tiene el alta médica.
Los hechos ocurrieron a las 11.15 del 21 de noviembre de 2011 cuando un policía local de Getafe fuera de servicio vio a dos hombres que intentaban supuestamente secuestrar a un tercero en la calle del Ruiseñor, en el barrio de La Alhóndiga. Llamó a la centralita de su cuerpo y dio la matrícula del Citroën Saxo (3950 FWD) de los supuestos captores. El turismo constaba como sustraído. Se inició una persecución de varios coches de la Policía Local por la autovía de Toledo (A-42) que terminó en Arganzuela.
Un patrulla consiguió adelantar al Citroën Saxo en la calle de Canarias, pero el conductor de los fugados, Roberto García, le golpeó en el lateral, echó marcha atrás y se metió en sentido prohibido por la calle de Vara del Rey. Allí le salió al encuentro otro coche policial.
En segundos le rodearon cuatro agentes. Uno gritó “arma” y tres de ellos abrieron fuego. Dos estaban en una posición trasera y otro en perpendicular al Saxo, que colisionó con un turismo estacionado. Al menos se produjeron 15 disparos y muchos de ellos entraron por el maletero y la luneta trasera. En caso de que hubiera habido un secuestrado, cosa que se demostró falsa, estos tiros lo habrían alcanzado.
Una bala entró a Prieto Fandiño, que iba de copiloto, por la parte trasera de la cabeza, lo que le causó la muerte un día después. La autopsia permitió recuperar el proyectil y remitirlo a la Comisaría General de Policía Científica junto con los 13 casquillos recogidos en el lugar y otros 15 percutidos con las armas entregadas por los agentes para el cotejo pericial.
Los especialistas de Científica mantienen que la bala extraída del cadáver fue disparada por una pistola marca Heckler and Kock (HK) con número de serie 24-097641, que la llevaba el policía A. M. G. M. Este agente efectuó cinco disparos, según los casquillos recuperados en la calle de Vara del Rey.
Lo que la policía no ha podido determinar es qué arma —y por tanto qué policía— hirió de gravedad a Roberto García Castilla. Tan solo se recogió un fragmento de blindaje de la bala, con ligeras bandas de rozamiento “de muy escasa entidad”: “Su valor identificativo es prácticamente nulo. No ha sido posible establecer ningún tipo de relación de identidad”. Los tres agentes que dispararon continuaron en sus puestos de trabajo.
La madre de David Prieto, María José Fandiño, acudió ayer por la tarde al lugar donde dispararon a su hijo. Depositó un ramo de flores, tras ofrecerlo al aire, en homenaje a su hijo. Hasta entonces no había acudido al lugar. De hecho, la policía tardó cuatro días en localizarla y comunicarle la muerte de su hijo, cuando ya estaba en el Instituto Anatómico Forense.
“Fue una muerte innecesaria. He pasado un año muy malo, porque no he parado de preguntarme el motivo por el que los policías le dispararon y por qué siguen trabajando”, afirmó María José Fandiño. “He salido porque tenía que salir y porque tengo que hacer mi vida, pero solo me daban ganas de quedarme en mi casa”.
María José Prieto ha echado en falta durante todo este tiempo que alguien del Ayuntamiento de Getafe o de su Policía Local se pusiera en contacto con ella. “Mi hijo podría ser como fuera, pero nunca un secuestrador ni un peligroso delincuente como se han encargado de difundir. Jamás debería haber terminado así con un disparo en la cabeza hecho desde la espalda”, comentó, tras depositar el ramo de flores. “Siempre recuerdo su sonrisa y lo que nos quería a todos nosotros”.
La instrucción del caso recayó en el Juzgado número 41, de la plaza de Castilla. Aún no se ha podido concluir porque la otra víctima continúa de baja. Recibió un balazo en la zona temporal, que le hizo perder mucha sangre. El SAMUR lo trasladó al hospital Gregorio Marañón. Fuentes judiciales estiman que la conclusión del caso llevará varios meses y no descartan que dure hasta el próximo verano.
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