Jordi Pujol también se querellará contra las acusaciones de corrupción

La aparición de un informe policial fantasma que acusa al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y al ex presidente, Jordi Pujol, y a sus familias de presuntamente lucrarse ilegalmente ha dado aire a la campaña de CiU. Lejos de rehuir el contacto, la federación nacionalista ha decidido poner en marcha toda su potente maquinaria electoral para responder con contundencia. Si ayer Mas ofreció el mitin más duro de la campaña, esta mañana en Granollers ha sido Pujol el que ha aparecido por sorpresa en el acto de CiU para anunciar que se querellará junto a Mas por las informaciones aparecidas en el diario El Mundo. El rotativo publica hoy que la familia de Pujol tiene 137 millones en cuentas en Ginebra según un borrador de un informe policial que el juzgado que investiga la presunta financiación ilegal de Convergència a través del Palau de la Música afirma desconocer y al que se niega a dar validez legal.

“Hoy no pensaba venir aquí. Vengo para deciros, con toda urgencia y contundencia, que presentaré una querella”, ha proclamado Pujol. El ex presidente de la Generalitat ha comparado las informaciones contra Mas con el caso Banca Catalana e, igual que hizo ayer el actuar líder nacionalista, ha convertido las acusaciones contra CiU en ataques contra Cataluña. “Alegraos. Si se ven obligados a recurrir a estas armas es que nosotros, CiU, y me atrevo a decir que Cataluña, vamos bien”, ha dicho Pujol, que ha completado: “Buscan destruirnos. No lo hacen en las urnas porque no pueden”. A Pujol se le ha sumado el portavoz de CiU, Jordi Turull, que ha comparado las acusaciones contra Mas con el fusilamiento del presidente de la Generalitat Lluís Companys en 1940. “Que dejen tranquilos a nuestros presidentes, que cuando no nos los fusilan los intentan destruir democráticamente. Ya está bien, que sepan que no nos dan miedo, que lo que nos dan es pena y asco”.

Mas ha reiterado los argumentos que expuso ayer. Avisó que los ataques continuarán “corregidos y aumentados” para evitar una “victoria amplia, rotunda, indiscutible y clara” de CiU. Por ello vinculó una vez más las acusaciones al deseo de frenar la consulta soberanista que pretende convocar durante la siguiente legislatura. También aprovechó para cargar contra la oposición y muy especialmente contra el PSC (sin citarlo), por usar como argumento electoral las acusaciones. “Algunos políticos catalanes, apurados por su resultado y desconcertados por la desmovilización de sus bases, solo piensan en hacer una campaña sucia”, ha introducido. Y ha culminado, avisando que escojan entre ponerse a su lado o al lado “de la infamia y la mentira”. “Entiendo que los líderes de la oposición me quieran sustituir, y lo respeto. Pero una cosa es que me quieran sustituir, y otra cosa es que se pongan al lado de los que me quieren destruir”.