Urkullu no teme un Gobierno en solitario ante la falta de una alternativa viable

Iñigo Urkullu ha entrado esta mañana por vez primera en la Cámara de Vitoria como parlamentario electo. Con él, los otros 26 representantes de su partido salidos de las urnas del 21-O y, por ahora, único apoyo de Urkullu como futuro lehendakari. La acreditación de los 27 electos peneuvistas pone en marcha el contador de los plazos legales que llevará a la constitución del Parlamento de la décima legislatura este mismo mes y la investidura del próximo inquilino de Ajuria Enea —el también presidente del PNV— en la segunda quincena de diciembre.

Tras acreditarse, Urkullu ha declarado a los periodistas "no temer" un Gobierno en solitario porque "no hay otra alternativa que sume más". Asegura el líder peneuvista que sigue sin descartar un Ejecutivo de coalición —aunque en su primera ronda de contactos ya trasladó a alguno de sus interlocutores que se inclina por comenzar la legislatura en minoría—, pero ello dependerá, como ha reconocido, de la voluntad de acuerdo y "las circunstancias" del resto de formaciones.

Mientras su partido se dispone a arrancar una segunda y más discreta ronda de contactos con el resto de formaciones parlamentarias, en la que abordará, además de posibles acuerdos de gobierno, cuestiones como la composición de la Mesa de la Cámara o la elección de senadores autonómicos, Urkullu ha mantenido que la opción de gobernar en solitario "no es la única".

Queremos un Parlamento foro de acuerdo, no de desencuentro"

El PNV mantiene abiertas las opciones de buscar en esa segunda ronda fórmulas distintas hasta que otros partidos no "cierren todas las puertas", según su presidente. Urkullu ha insistido en que trabajará en la próxima legislatura por buscar acuerdos, palabra que a lo largo de su intervención ha repetido en más de 27 ocasiones, según el recuento de Efe.

Esos posibles pactos irían "más allá de fórmulas de gobierno", ha remarcado, recordando que el "espíritu" peneuvista es lograr la "estabilidad" del conjunto de las instituciones vascas y hallar "puntos de encuentro" sobre las prioridades marcadas por su partido: la crisis, el empleo, la paz y la convivencia, y la búsqueda de un nuevo estatus político "compartido" para Euskadi. Es el principio y los puntos que figuran en el documento de 10 páginas que el PNV remitió como base de trabajo al resto de formaciones parlamentarias y a las que algunos, como los socialistas, ya han respondido por escrito.

"Queremos un Parlamento foro de diálogo y acuerdo, no de desencuentro", ha asegurado Urkullu, quien asume la responsabilidad de trabajar también por la búsqueda de sinergias fuera de Cámara para propiciar "la participación directa de la sociedad" en las decisiones políticas.

Preguntado por la postura que mantendrá su partido en las negociaciones sobre la Mesa del Parlamento, Urkullu ha dicho que su "voluntad política" es que todas las formaciones tengan representación en ella, pero dejando claro que al PNV le corresponde una mayor presencia dado su peso en la Cámara.

Tras la acreditación de los 27 parlamentarios peneuvistas, ya han recogido sus acreditaciones como electos un total de 44 miembros de la nueva Cámara —los 16 socialistas lo hicieron ayer y el único de UPyD, Gorka Maneiro, abrió la ronda el pasado lunes—. Mañana está previsto que lo hagan los 21 de EH Bildu y los 10 populares completarán el proceso el próximo lunes.