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El Ayuntamiento denunciará a la empresa promotora de la fiesta

Emprenderá acciones legales tras conocer que se "sobrepasó sobradamente" el aforo permitido La empresa asegura que no tenía "autoridad alguna" en la seguridad del evento

Madrid Espacios y Congresos, propietaria del Madrid Arena, va a emprender acciones legales contra la promotora de la macrofiesta de Halloween en dicho espacio, la empresa Diviertt S. L., en la que murieron cuatro jóvenes y una más resultó herida de gravedad, "al haber mentido en los datos inicialmente facilitados sobre el número de entradas vendidas y el aforo real". El Ayuntamiento de Madrid interpondrá denuncia también contra el promotor del concierto ante el Juzgado de Instrucción que instruye la causa "en defensa de los intereses de los madrileños". El máximo responsable de la promotora es Miguel Ángel Flores, un conocido empresario con amplia experiencia en la noche madrileña.

Las medidas del Ayuntamiento se producen tras conocer esta mañana, a través de un comunicado oficial del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que se basa en el informe policial que investiga los hechos acaecidos el pasado 1 de noviembre, que el aforo permitido fue ampliamente sobrepasado.

Según una nota emitida esta mañana por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), el informe policial apunta una causa de la gran avalancha de gente que provocó la muerte de cuatro jóvenes, e hirió de gravedad a una quinta: "Instantes antes de producirse el fatal desenlace, un número indeterminado, pero muy importante de personas, que se encontraba haciendo botellón, saltándose los tornos y sin ningún título de entrada, tomó al asalto el recinto coincidiendo con el inicio de la actuación del dj estrella de la velada".

El informe policial en poder del juzgado "sólo especifica que el aforo estaba sobradamente sobrepasado", aunque no habla de un un número concreto, algo que en estos momentos es "imposible de determinar".

Ya el mismo día 1 de noviembre la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, anunció que el Ayuntamiento se personaría como acusación particular si el juez que investiga la muerte de las jóvenes determina que la empresa organizadora tiene algún tipo de responsabilidad en la tragedia.

Diviertt, la empresa promotora, ha asegurado, por su parte, que no tenía "autoridad alguna" en la seguridad del evento, ya que ésta competía a la empresa Seguriber, contratada por el propietario del recinto, que es el Ayuntamiento de Madrid.

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En un comunicado, Diviertt responde a las informaciones "inexactas" y "especulativas" sobre su responsabilidad en la avalancha durante la macrofiesta y defiende a su propietario, Miguel Angel Flores, del que destaca su "amplísima experiencia" en la organización de este tipo de eventos.

La organizadora del evento subraya que están realizando "las debidas comprobaciones" para determinar si hubo irregularidades en la venta de entradas. Recuerda que el pabellón es una instalación municipal y, "en consecuencia, es responsabilidad del Ayuntamiento de Madrid garantizar que el recinto reúne las condiciones técnicas y de seguridad necesarias para celebrar el evento".

También subraya que la Delegación del Gobierno, los técnicos de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos y la compañía de seguridad Seguriber inspeccionaron el recinto, conforme al protocolo exigido. Diviertt insiste en que "la seguridad integral" (exterior e interior) correspondía Seguriber, que tenía la competencia "exclusiva y excluyente" en materia de seguridad en el Madrid Arena, en virtud del contrato firmado con Madrid Espacios y Congresos.

Según la empresa organizadora, correspondía a Seguriber determinar y llevar a la práctica el plan de seguridad, para el que ésta asignó 38 vigilantes, sobre los que Diviertt "no tenía potestad ni autoridad alguna".

"Sólo estos profesionales, con carné de vigilantes de seguridad, podían ejercer la función de organizar, vigilar y controlar" los accesos al recinto, de supervisar las cámaras de seguridad y de dar aviso ante cualquier incidencia.

Detalla que Seguriber destinó a seis personas a garantizar el orden en el interior del Madrid Arena. Además, recuerda que la Policía Municipal es la competente para velar por el orden y la seguridad en los aledaños del pabellón donde, dice, se produjo "un botellón multitudinario".

Con todo, la organizadora asegura que adoptó "a voluntad propia" la decisión de contratar un total de 63 "controladores" de la empresa Kontrol 34, cuyas funciones se limitaban a recibir a los asistentes en el recinto, guiar su acceso, ojear el desarrollo de la fiesta y avisar a los responsables de seguridad en caso de problemas. Además, el personal contratado por Diviertt realizaba labores de traslado a enfermería si fuera necesario y en ningún caso podían llevar a cabo funciones de seguridad como cacheos a los asistentes, registro de mochilas o bolsos.

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