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inmigración

Más tráfico para la ‘carretera’ del Estrecho

Miles de subsaharianos esperan en Marruecos a cruzar la frontera hacia Europa Los últimos 'sin papeles' optan por barcas hinchables para evitar los radares

Inmigrantes en una patrullera de la Guardia Civil.
Inmigrantes en una patrullera de la Guardia Civil.marcos moreno (AFP)

Solo en el mes de octubre más de 350 personas han sido auxiliadas por la Cruz Roja de Tarifa (Cádiz). “Esto va por rachas y esta es un repunte”, asegura Israel Díaz, que lleva 20 años en esta organización. Dos décadas auxiliando a inmigrantes recién llegados tras un frustrado viaje por el Estrecho. La experiencia de Israel Díaz está avalada con los datos de Salvamento Marítimo, de las ONG que trabajan a una orilla y otra, y de Frontex, la Agencia de la Unión Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores, que también ha detectado un aumento de la presión migratoria desde Marruecos hacia Europa.

La tragedia, con 14 fallecidos y una veintena de desaparecidos, ocurrida el pasado 25 de octubre en el mar de Alborán, volvía a girar las miradas hacia el drama de la inmigración clandestina. Esos viajes no se han detenido nunca pero, como explica Díaz, van por rachas. Y mientras se seguía buscando a gente de la patera naufragada en el mar de Alborán, en Tarifa arribaban otras embarcaciones. Cada una de esas expediciones podía haber terminado igual, con sus ocupantes ahogados, pero la suerte estuvo de su lado. “Es gente que le tiene mucho miedo al mar. Para muchos, es la primera vez que lo ven y se lanzan en medio del viento, de las corrientes, del oleaje”, explica Díaz.

Israel Díaz es presidente local de Cruz Roja y tiene a su cargo a unos 200 voluntarios, que atienden a los recién llegados. Trabajan en el mar como apoyo a Salvamento Marítimo pero, sobre todo, su misión es auxiliar a los inmigrantes a pie de puerto. Con mantas, comida o asistencia sanitaria. “Ellos no piden nada. Solo tienen esa cara de susto permanente”. En sus 20 años en Cruz Roja, Díaz ha visto de todo. “Primero venían en pateras de madera. Después cambiaron por neumáticas con motores fueraborda. Eran más seguras pero venían más cargadas. A lo mejor teníamos que atender a 70 u 80 personas en cada una”. Las de este octubre han sido barcas hinchables con siete u ocho ocupantes. “Es un claro paso atrás en la seguridad. Pero a ellos les viene mejor porque los viajes son más fáciles de organizar. Son más difíciles de localizar por los radares, ya que al ser menos personas no saltan las alarmas de las cámaras térmicas”.

Y la gran mayoría de ellos son subsaharianos. Según Frontex, en 2008 entraron ilegalmente por las fronteras españolas 13.400 personas. El número se redujo a casi la mitad en 2009, cuando se alcanzaron 7.200. Para volver a reducirse en 2010 en el mismo porcentaje, entonces entraron 3.400. El año pasado, sin embargo, esa cifra subió hasta los 5.400. La agencia europea cree que está habiendo un nuevo repunte, tras conocer las sucesivas barcas llegadas a Tarifa el pasado mes. “Hay un número de posibles razones que contribuyen a aumentar la presión migratoria y Frontex está analizando de cerca toda la situación”, señalan fuentes comunitarias a este periódico. “Una de las razones que puede contribuir es el elevado número de subsaharianos que se encuentran en Marruecos”.

Salvamento Marítimo en cifras

21 inmigrantes irregulares han fallecido este año intentando cruzar el Estrecho de Gibraltar (hasta el 31 de octubre). La cifra triplica a la de 2010 en el mismo periodo, cuando murieron 7 personas.

En la última década, 2006 fue el año en el que los servicios de salvamento rescataron a un mayor número de personas que intentaban llegar a España por mar: 30.493.

El número de personas rescatadas ha ido creciendo desde las 1.936 de 2002 hasta superar las 30.000 en 2006, año que ha marcado el inicio de un continuo descenso. Hasta finales de octubre de 2012 se han a rescatado 2.700, la mayoría subsaharianos.

En cuanto a las emergencias atendidas, estas también tuvieron un pico en 2006, con 605, para ir decreciendo hasta las 154 salidas que Salvamento Marítimo ha realizado este año.

Esta visión del Frontex es algo que corroboran organizaciones como la Asociación Proderechos Humanos de Andalucía. “En el norte de África hay una progresiva tendencia al rechazo hacia los subsaharianos. Se le empieza a llamar la plaga de la langosta negra. Y ese racismo está calando desde los propios Gobiernos que hostigan a estos inmigrantes, que promueven su represión, con redadas, malos tratos policiales o traslados sin cumplir derechos básicos”, denuncia su portavoz, Rafael Lara. Ocurre en Marruecos y Argelia. “Eso aumenta la desesperación para salir”, añade.

A esta situación se le suma, según Gabriel Delgado, director del Secretariado de Migraciones del Obispado de Cádiz, el hecho de que en España, debido a los recortes de la Administración, se han reducido considerablemente las ejecuciones de órdenes de expulsión de estos inmigrantes a sus países de origen. “Es algo que saben en la otra orilla y puede hacer que algunos se animen a viajar a España, porque saben que no los van a echar”. Algunos de los supervivientes de la patera del mar de Alborán recibieron sus órdenes de expulsión pero no los trasladaron a sus países.

Proderechos Humanos critica el hecho de que la Unión Europea siga gastando millonarias cantidades en reforzar las fronteras para terminar dejando que sea Marruecos el que controle las suyas. El repunte de la inmigración clandestina desde este país a Andalucía coincide con los preparativos de las conversaciones que Europa y Marruecos tendrán a partir del 7 de noviembre en torno a un nuevo acuerdo pesquero.

Lo que demuestra este nuevo repunte es que la crisis que asola España no ha eliminado los peligrosos viajes por la carretera del Estrecho. Y Cruz Roja destaca que, a pesar de las dificultades, a ninguno de los recién llegados les ha faltado asistencia. Lo dice Israel Díaz: “No estamos desbordados. Eso pudo pasar hace años pero ahora estamos preparados”. Son ya 20 años de experiencia viendo las rachas de tráfico de esta peculiar carretera.

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