Un microchip controlará la basura en Pontevedra

Convertido de un tiempo a esta parte a la fe de la reducción de costes y la unificación de servicios, el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, dio ayer nuevos datos sobre el sistema provincial de recogida de basuras que planea implantar a partir de año próximo. Para calcular las tasas que habrá de pagar cada municipio se calculará la cantidad de basura que produzcan a través de un microchip incorporado a los contenedores.

"Cada contenedor va a llevar un microchip con el que sabremos cuántas toneladas aporta cada municipio", reveló el presidente provincial, que desvelará los pormenores del sistema el miércoles a los regidores que acudan a una reunión en la sede de la Diputación. De los 62 municipios de la provincia, 40 están en disposición de adherirse al servicio provincial, del que por tamaño están excluidos Vigo, Pontevedra y Vilagarcía. La tasa incluirá una cuota fija por municipio y otra que pondere la cantidad de residuos producidos por habitante y día y el grado de separación de residuos, todo ello con el objeto de "garantizar el equilibro entre costes y gastos". Se retirarán de la circulación camiones de más de quince años y se garantizarán dos recogidas semanales en el rural y cinco en las áreas urbanas.

Respecto al coste para los vecinos, Louzán no oculta que habrá una "actualización de la tasa" -es decir, un encarecimiento- en algunos de los futuros adherentes, aunque dijo que en algún caso las tarifas "serán más económicas". También queda por ver el futuro de los 145 trabajadores que en la actualidad se dedicaban al servicio en los 40 municipios que podrían adherirse ya porque tienen sus contratos actuales a punto de expirar. De entre ellos, 85 tienen contrato laboral, de modo que la Diputación "negociará" su futuro. El resto, funcionarios, "se quedarán en los Ayuntamientos en otras labores".

Louzán explicó que el control informático de los residuos servirá para reajustar tarifas una vez cada dos años e incluso para repartir liquidaciones en casa de que los ingresos superen a los costes de recogida, que calculó en torno a 14 millones de euros en la actualidad, incluyendo la cuota que se abona a Sogama. A partir de ahí, ambición en los objetivos: "Creo que los costes irán a la baja. Se va a meter una carga de profundidad importante para concienciar a la población de que se debe contribuir a la separación", dijo, y añadió que cree que se podrá llegar a un 30% de ahorro en 2020.