Demanda contra el permiso a los tanques químicos en la ría de Arousa

La declaración de impacto medioambiental (DIA), el requisito que faltaba para legalizar los tanques de hidrocarburos en el puerto de Vilagarcía y que fue aprobado por la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental de la Xunta días antes de las pasadas elecciones, es para la Plataforma pola Defensa da Ría de Arousa una “maniobra torticera”. La directiva de la plataforma, que representa a 40 colectivos, anunció que la autorización ambiental de la Xunta no es el final del expediente promovido por las empresas Finsa y Foresa para proseguir con el almacenaje y transporte marítimo de sustancias químicas en la ría, ya que presentarán un contencioso contra la Xunta por no haber ejecutado la sentencia firme que en su día anuló la licencia de estos depósitos.

La declaración de impacto ambiental fue un requisito que la Xunta de Fraga obvió en 1999 cuando autorizó a las empresas operadoras a instalar los tanques en el muelle de Ferrazo, en Vilagarcía. La autorización fue anulada debido a esta ausencia primero por una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que luego fue ratificada por el Supremo. La plataforma de defensa de la ría considera, sin embargo, que al aprobar ahora la declaración de impacto ambiental la Xunta de Feijóo da cumplimiento parcial a la sentencia, ya que en realidad tenía que haber reiniciado todo el procedimiento administrativo desde el principio.

“Cuchillada” sorpresa

La propuesta de presentar un contencioso ante el Tribunal Superior y la convocatoria de movilizaciones la llevará la directiva de la plataforma a la reunión que mantendrán hoy en Vilagarcía. Xaquín Rubido, presidente de la asociación, acusa a la Xunta de haber esperado a las elecciones “para clavar una cuchillada por la espalda al conjunto de la Ría de Arousa y a las miles de personas que viven de ella”.

Sostiene Rubido que consolidar el tráfico y almacenamiento de hidrocarburos en la ría más productiva de toda Galicia con una importancia turística de primer orden es un “sinsentido” que indica “la falta de perspectiva y de visión de futuro del actual gobierno autonómico”. “El Goberno de Feijóo tendrá que asumir toda la responsabilidad de las consecuencias medioambientales, productivas y turísticas que se deriven de la actividade” de los tanques, añade Rubido.