El PNV se queda sin la ‘triple suma’

Para optimizar las posibilidades de dedicarse, si es preciso, a la geometría variable de acuerdos en el nuevo Parlamento vasco, el PNV aspiraba a conseguir una triple suma: tener mayoría absoluta (38 escaños) en combinación con cualquiera de las otras tres grandes formaciones (EH Bildu, PSE y PP). Con los dos primeros ya lo logró el pasado domingo (48 con la coalición abertzale; 43 con los socialistas); sin embargo, con el PP se quedó a falta de un escaño de esa suma (27 peneuvistas más 10 populares).

Restaba una última posibilidad teórica: el recuento del voto de los residentes en el extranjero. Y ello porque el PNV se quedó el pasado domingo a solo 338 votos de arrebatarle el último escaño por Álava a los socialistas. Hubiese sido su 28º parlamentario, suficiente para completar la triple suma con el PP. Un resultado, además, que hubiese satisfecho sobermanera a los populares, al reforzar su relevancia en la próxima legislatura.

Pero el escrutinio del voto de los vascos que viven en el extranjero —los inscritos en el Censo de Residentes Ausentes (CERA)— que ayer realizaron las Juntas Electorales de los tres territorios no ha variado el reparto de escaños del 21-O —es decir, 27 para el PNV; 21 para EH Bildu; 16 para el PSE; 10 del PP y el solitario que mantiene UPyD—.

Los datos que ha difundido hoy la Dirección de Administración Electoral muestran que las principales formaciones en liza —incluyendo aquí a Ezker Anitza-IU, Ezker Batua y Equo— se repartieron 369 papeletas de residentes en el extranjero censados para votar en Álava. El PNV ganó con 98 votos, los socialistas quedaron a siete de distancia, con lo que el margen final de ese último escaño es de 331 papeletas a favor del PSE. Todo sigue igual. Un total de 4.677 ciudadanos estaban inscritos en estas elecciones en el CERA como votantes alaveses.

En Gipuzkoa apenas exisitía ninguna posibilidad de cambio, ya que el PNV logró su noveno puesto por esta provincia con 12.182 votos de ventaja sobre la coalición abertzale. En Bizkaia no existía ninguna disputa por el vigésimoquinto escaño —el último resto era cero, y además recaía también en el PNV—.

[Las formaciones que han logrado escaño recibirán una subvención de casi 5,7 millones de euros para sufragar sus gastos en la campaña electoral. La legislación fija que las formaciones que obtienen representación en la Cámara vasca reciben 26.767 euros por parlamentario electo, 90 céntimos por voto logrado en el territorio en que obtenga al menos un escaño, 44.603 euros por circunscipción en que tenga representación más otros 30 céntimos por elector destinados a subvencionar el buzoneo.

En función de estos criterios y de los resultados, el PNV recibirá 1,7 millones de subvención; EH Bildu, 1,5 millones; el PSE, 1,3 y el PP 1,1. UPyD, con solo un escaño alavés, se queda en 151.559 euros, según cálculos de Vasco Press].