La izquierda ‘abertzale’ se erige en la única voz crítica dentro de EH Bildu

Los resultados electorales cosechados el pasado domingo por EH Bildu —276.989 votos y 21 parlamentarios—, segunda fuerza política en la Cámara vasca, no han encontrado una lectura coincidente en el seno de la coalición soberanista. Mientras los partidos minoritarios que la integran, como Alternatiba y Aralar —EA pospone su valoración a mañana—, reaccionaron batiendo palmas por los “muy buenos” resultados electorales obtenidos, Batasuna fue la única organización que hizo de contrapunto y se encargó de enfriar esos aires de euforia. Joseba Permach, del núcleo dirigente de la izquierda abertzale, opinó ayer que la pérdida de votos en Gipuzkoa “exige una reflexión” que, a su juicio, se hará “con tranquilidad y perspectiva, y si fuera necesaria con autocrítica”.

El escrito de Permach, titulado “Breve y sincero balance electoral”, repicado en las redes sociales por otros dirigentes de su línea política, como Pernando Barrena y Maribi Ugarteburu, considera que los resultados de EH Bildu tienen “dos caras que generan un sabor agridulce”. La parte dulce de los comicios viene de la “fuerza” con que EH Bildu ha irrumpido en el Parlamento y el “avance” logrado en Álava y Bizkaia. En cambio, pone en el lado negativo de la balanza el “retroceso” experimentado en Gipuzkoa, donde la coalición ha conseguido 15.595 menos que los obtenidos por Amaiur en las generales de 2011.

Permach sostiene que este descenso es un motivo suficiente para realizar un análisis autocrítico, pues este ejercicio debe ser “sin lugar a dudas uno de los valores” para que la izquierda abertzale “siga creciendo”. En su balance, no hace ninguna alusión a la posible fuga de votos por la gestión de Bildu en las principales instituciones de Gipuzkoa. Al respecto, el diputado general Martin Garitano tampoco quiso ayer profundizar en esta cuestión. Se limitó a decir que la Diputación “toma nota” de la pérdida de respaldo electoral. A falta de hacer un examen más sosegado de los resultados, Garitano atribuyó la pérdida de apoyo a la “campaña” que ha sufrido la coalición abertzale, la abstención y la “influencia” de la gestión. No incidió más en ello, aunque aseguró que “en política la autocrítica siempre es necesaria y no se puede caer en la autocomplacencia”.

Autocomplacencia fue precisamente lo que se desprendió de la valoración realizada por Aralar, que calificó de “muy buenos” los datos de EH Bildu. En un comunicado, esta formación de izquierdas no deslizó ninguna reflexión crítica, ni entró a juzgar su aportación en el cómputo de votos del pasado domingo. Eso sí, en su análisis subrayó que los comicios autonómicos “no se han celebrado en total normalidad” porque “todavía se dan vulneraciones de derechos humanos”, hay personas que “siguen encarceladas por hacer política” y están “sin resolver varias ilegalizaciones y quedan juicios pendientes”.

Un día antes Alternatiba se felicitó por “el mejor resultado obtenido jamás por la izquierda soberanista vasca”, pese a que “los grandes partidos y sus medios de comunicación afines” trataran de “invisibilizar” las propuestas de EH Bildu.

Por otro lado, la líder de la coalición, Laura Mintegi, aseguró en una entrevista en ETB que su formación no impedirá que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, sea investido lehendakari porque “tiene que gobernar el partido con mayor respaldo” en las urnas. No adelantó si presentará su candidatura ni el sentido de su voto en ese pleno.