El detenido por la muerte del joven de Leganés debía dinero a su víctima

Óscar Fernández Garrido, de 26 años, fue hallado muerto ayer por la tarde dentro de su coche en Leganés. Tenía al menos un disparo en el cuello. Alguien llamó al teléfono de Emergencias 112 para avisar de que había una persona sentada en el asiento del copiloto de un turismo en el Parque Tecnológico de la localidad, situada a 11 kilómetros al suroeste de la capital.

Menos de 24 horas después, la policía ha detenido a su presunto asesino. Se trata de A.M.W., un joven español de de 21 años con un antecedente por malos tratos, informan fuentes policiales. Usó presuntamente una escopeta para acabar con la víctima. Ambos eran conocidos. De hecho, el presunto asesino fue a la casa de la novia de su víctima y le dijo que la iba a ayudar "en todo lo que fuera necesario" para aclarar el crimen. El móvil es que el ahora detenido debía dinero a la víctima por la compra de anabolizantes. Ayer había quedado con él para saldar la deuda.

Según fuentes policiales, el fallecido tenía en vigor una orden judicial por la que se le prohíbe la expedición del pasaporte, una medida se le impone a personas que no pueden abandonar el territorio español. Supuestamente estaba detrás un posible delito contra la salud pública (tráfico de estupefacientes). Al fallecido le constaba además una detención por la Guardia Civil en 2008 en el municipio castellonense de Burriana por un delito de lesiones. En aquella ocasión dio un domicilio de Villarreal. La policía ya descartaba anoche que la muerte se debiera a un robo. Fernández Garrido tenía todos los objetos de valor y se encontraba dentro de su propio coche.

Los hechos ocurrieron alrededor de las seis de la tarde en la calle de Diego Marín Aguilera, en Polígono Leganés Tecnológico, donde estaba estacionado el Renault Laguna de su propiedad. La víctima estaba sentada en el asiento y desde el exterior se le apreciaba el disparo, que tenía orifico de entrada y salida. Recibió el disparo desde el interior del vehículo, que no tenía muestras de haber sido forzado.

Cuando acudieron los facultativos de una UVI móvil del Summa, no llegaron siquiera a manipular el cuerpo para certificar la muerte. Los trabajadores de las empresas de la zona vieron el vehículo aparcado con las luces encendidas desde las cuatro de la tarde, por lo que se sospecha que llevaba varias horas fallecido. También que le mataron en el mismo lugar en que fue hallado.

Según la hipótesis de la policía, en un momento del encuentro, el ahora arrestado disparó supuestamente con una escopeta que la víctima llevaba en la parte trasera de su vehículo, guardó el arma en una bolsa y después huyó hasta su domicilio. Los investigadores le detuvieron en las inmediaciones de su vivienda seis horas después de que se hubiera conocido el crimen. Los agentes registraron su domicilio y localizaron el arma con la que presuntamente se cometió el crimen.

El cadáver del fallecido, que había residido en Leganés pero ya no lo hacía, está siendo velado hoy y será incinerado y enterrado en este municipio. Esta muerte eleva a 33 los homicidios registrados en la región en lo que va de año. La investigación la lleva el Grupo V de Homicidios.