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Mossos y oposición acusan a Puig de “politizar” a la policía catalana

El PSC pide al responsable de Interior catalán que rectifique sus palabras o dimita Los Mossos estarán “al servicio de la Generalitat” en caso de conflicto, dijo el consejero

El consejero de Interior, Felip Puig (CiU), se ha llenado siempre la boca con la legalidad. Si alguien no paga los peajes, “se hará cumplir la ley”; si una manifestación se desvía de la ruta y “no cumple la ley”, se actuará contra los convocantes, si Rasquera celebra una consulta para plantar cannabis, eso “no altera lo que prevé el Código Penal”, por lo que los Mossos denunciarán el cultivo si sigue adelante. Lo mismo con delincuentes, violentos, vándalos...

Pero cuando se trata de los asuntos que rodean a la independencia de Cataluña, y que pueden provocar conflictos institucionales, Puig asegura: “Los Mossos estarán al servicio de la Generalitat”. El titular de Interior lo dijo el pasado miércoles en el cierre del congreso del sindicato de mandos de la policía catalana, Sicme (Sindicato de Inspectores e Intendentes del Cuerpo de los Mossos d’Esquadra). También distinguió entre “legalidad jurídica” y “legalidad democrática”. Sus declaraciones causaron gran malestar entre el resto de los representantes de la policía catalana y la oposición, que le acusaron de politizar a los Mossos e incluso hacerles actuar al margen de la ley.

Una portavoz de Interior matizó que Puig no habló de un referéndum (que no puede convocarse). En todo caso, pensaba en una consulta, que puede celebrarse. “Si se intentase prohibir, los Mossos actuarían”, aclaró.

“Estamos muy cansados de que Puig nos utilice para sus guerras políticas en Madrid. Los Mossos somos policías, servimos al ciudadano. No queremos saber nada de su partido ni de él”, arremetió el portavoz de CC OO, Toni Castejón. En la misma línea se expresó el SindiCAT (Colectiu Autònom de Treballadors Mossos d’Esquadra). “Es miserable. Somos policías al servicio del pueblo, no de Convergència, ni de ningún partido”, reprochó su portavoz, Ramon Labrador.

Arma arrojadiza

Para el portavoz de SPC (Sindicat de Policies de Catalunya), David Miquel, el titular de Interior maneja a los agentes como “arma arrojadiza” en su lucha contra la “oposición u otros Gobiernos”. “Cuando tienen disputas, usan a la policía para desgastarse”, añadió. Incluso el Sindicato Unificado de la Policía (SUP), del Cuerpo Nacional de Policía, metió baza. “Los Mossos tienen que obedecer a la Generalitat, pero en el marco de la legalidad vigente y de la Constitución y si alguno no lo hace tendría que ser detenido. Si hubiera que hacerlo, se haría”, advirtió su secretario general, José Manuel Sánchez Fornet.

Con la ley, y más allá

- El miércoles, Felip Puig, distinguió entre la “legalidad jurídica y la democrática”. Algo que chirría con su “tensar la ley hasta donde está permitido y un poco más”, pronunciado en 2011.

- En la huelga del 1 de mayo de 2011, los convocantes de una manifestación fueron denunciados. “No cumple la ley”, dijo.

- Tras el convulso 29-M, apoyó la aplicación de la kale borroka a los vándalos, y propuso restringir el derecho de reunión.

-Rasquera celebró una consulta en 2012 sobre el cannabis. El resultado “no altera el Código Penal”, avisó Puig.

- Puig denunció a quienes se saltaron los peajes. Alegó que debía “hacer respetar la legalidad”.

Los consultados recordaron que los policías están al servicio de la ley. “Nos limitamos a cumplir lo que pide el juez”, indicó el secretario general de Sicme, Jordi Dalmau, quien considera que Puig expresó más un deseo que una intención real. “No tenemos color político. Puig ha aludido a una situación que nos sabemos si llegará, en cualquier caso los mossos estaremos siempre con lo que dicte la legalidad”, añadió Valentín Anadón, de UGT.

Las palabras de Puig añadieron tensión a la batalla dialéctica entre los partidos abierta tras la convocatoria electoral. El Partit dels Socialistes exigió a Puig que rectifique o dimita por instar a los Mossos d’Esquadra a saltarse las normas. “Es una barbaridad. Pedimos una rectificación o el cese fulminante”, declaró a Europa Press el responsable de Interior del PSC, David Pérez.

El primer secretario socialista, Pere Navarro, aprovechó la proclama de Puig para erigirse en una vía intermedia entre el soberanismo de CiU y el antiindependentismo del Partido Popular, en lo que será uno de los ejes de su campaña. Navarro comparó las palabras de Puig con las declaraciones del vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras, instando a la Guardia Civil a actuar contra el presidente Artur Mas. “Esto nos escandaliza porque no se puede utilizar de esta forma tan frívola los cuerpos de seguridad, en beneficio de unos intereses de partido. Es irresponsable utilizar este tipo de expresiones”, recalcó Navarro.

Esquerra nadó entre dos aguas: rechazó cualquier tipo de conflicto, pero el portavoz adjunto de la formación, Oriol Amorós, recalcó que los Mossos d'Esquadra están al servicio “de los legítimos representantes del pueblo de Cataluña”. Para Iniciativa, al consejero de Interior le faltó seny.

El PP afeó a Puig su declaración, y le quiso dejar claro que los Mossos “también son la policía de los catalanes que se sienten españoles”, en palabras de Alicia Sánchez-Camacho, “Es un grave error, lleva al enfrentamiento”, concluyó. Del PP también llegó una advertencia para Mas. El expresidente del Gobierno, José María Aznar acusó al líder nacionalista de cometer una “grave deslealtad” en caso de convocar una consulta y le alertó del “reproche penal” que puede recibir. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, también mandó un aviso a CiU: la independencia catalana, sostuvo, “es una aventura de consecuencias imprevisibles”, dijo, y sentenció: “No hay mayor independencia que el empleo".

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