Eurovegas dice que ya tiene financiación y que se iniciará en diciembre de 2013
Adelson visita Madrid para asegurarse del compromiso del Gobierno tras la marcha de Aguirre El magnate adelanta que la localización definitiva se conocerá a principios del año próximo
Amén de ser la 14ª persona más rica del mundo, Sheldon Adelson está a punto de cumplir 80 años y apenas puede caminar. Sin embargo, el lunes viajó hasta Madrid a bordo de su avión privado, y este mediodía se reunió con el presidente regional, Ignacio González. Se había resfriado, según explicó a los medios de comunicación en su primera rueda de prensa en España, y le hubiera gustado estar en Estados Unidos, su país, para asistir al debate de esta noche entre los dos candidatos a la presidencia. Al fin y al cabo, Adelson es un republicano militante que ha invertido millones de dólares en desalojar a Barack Obama de la Casa Blanca. “Pero era más importante venir aquí”, explicó.
¿Por qué? En primer lugar, para conocer a Ignacio González. Adelson lleva un año negociando a cara de perro con las autoridades españolas para construir de aquí a 2022 un macrocomplejo de ocio y juego bautizado popularmente como Eurovegas. De funcionar a pleno rendimiento en 2025 según las previsiones de la empresa, supondrá una inversión total de 16.900 millones de euros, la creación de 164.000 empleos directos y una aportación equivalente al 4,5% del Producto Interior Bruto de Madrid. Durante las negociaciones, Adelson ha tenido una aliada entusiasta y dispuesta incluso a fabricar una isla fiscal y normativa en mitad de la Unión Europea para hacer posible el proyecto: Esperanza Aguirre. Pero la ex presidenta regional dimitió el pasado 17 de septiembre.
Pese a que González había participado en todo el proceso como vicepresidente regional, el magnate quería estar seguro de que seguía contando con el mismo grado de apoyo en Madrid. “Adelson ha querido venir a ratificar su compromiso con España y con Madrid tras el relevo en la presidencia de la Comunidad. Aguirre se implicó muy personalmente porque es un proyecto muy importante, que ya les dije que yo iba a continuar. Hemos aprovechado esta reunión para ratificar nuestro compromiso e interés en llevarlo adelante cuando antes. Hemos repasado todos los trabajos que se han venido haciendo, hemos ratificado los acuerdos y concretado los plazos”, explicó ayer González tras el encuentro. Por si acaso, ayer estuvieron cenando todos (pescado, ensalada y vino blanco) en casa de Aguirre, que trató de diluir cualquier temor que pudieran albergar los inversores estadounidense a consecuencia de su dimisión y relevo.
Adelson vino para asegurarse del compromiso de González (la reunión se celebró a petición del magnate), y González aprovechó para asegurarse del compromiso de Adelson, que el 15 de septiembre, cuando comunicó que había elegido a Madrid en lugar de Cataluña para su inversión, supeditó el proyecto a la obtención de financiación. “En contra de lo que se dice, sí hay financiación disponible: solo es una cuestión de coste. Pero no estamos preocupados por el dinero”, dijo. O más concreto: “Ya tenemos el capital necesario”, en palabras de su número dos, Michael Leven.
Eso sí, no especificó cuánto. González aclaró que se estaba refiriendo a la primera fase del proyecto (un tercio de los 12 resorts y seis casinos previstos, que en el plan inicial contaban además con campos de golf, restaurantes, auditorios, etcétera). La cifra proporcionada en julio: 6.000 millones de euros, de los que el magnate pondría 2.000 millones y tendría que financiar el resto. Antes del verano, los inversores aseguraron estar negociando con decenas de bancos, entre ellos algunos españoles. Ahora dicen tener ya el dinero, pero la negociación continúa.
Y parte de ella es al parecer la elección de los terrenos (hay tres ofertas: Alcorcón; Madrid; y Torrejón de Ardoz - Paracuellos del Jarama), que el magnate evitó desvelar porque, según dijo, de ello depende (o viceversa) el coste de financiación. “No vamos a poner en peligro el proyecto por desvelar la ubicación antes de tiempo. Si fuera periodista, también querría saberlo, pero no lo soy y tengo que proteger mi empresa. Es un proyecto único en el mundo, elegir los terrenos es una decisión muy compleja y no podemos permitir que se nos presione de ninguna forma”, respondió.
De sus explicaciones y de las de González se puede inferir que el lugar exacto se conocerá a principios de 2013. El presidente regional adelanto además que las obras podrían comenzar en diciembre del año que viene, es decir, con más de un año de retraso sobre el calendario inicial.
A la reunión asistieron, además, el consejero delegado de la empresa estadounidense, Michael Leven; la mujer del magnate, Myriam Adelson; y los consejeros regionales de Presidencia, Salvador Victoria, de Economía, Enrique Ossorio, y de Transportes, Pablo Cavero. También participaron la cabeza visible de la comunidad judía en Madrid, David Hatchwell, y el presidente de Promomadrid, Jesús Sáinz, entre otros. Adelson exhibió una franqueza descarnada: “Él lo que quiere es montar un megacomplejo de congresos y convenciones en Europa”, aseguró a EL PAÍS uno de los asistentes. “Lo que le interesaba era la financiación. Antes tenía asegurados 2.000 millones. Ahora tiene los 6.000”. ¿Y otras cuestiones, como los aires soberanistas en Cataluña? “Ni se lo plantea, igual ni siquiera lo sabe”.
De cena con Aguirre
Adelson y su troupe llegaron ayer a Madrid y estuvieron cenando anoche en casa de Esperanza Aguirre junto con Ignacio González y su esposa, y varios personajes clave en las negociaciones (la cabeza visible de la comunidad judía en Madrid, David Hatchwell, o el presidente de Promomadrid, Jesús Sáinz).
Durante la velada, en la que cenaron ensalada, pescado y vino blanco de Rueda, Aguirre trató de diluir cualquier temor que pudieran tener los inversores estadounidenses sobre su sustituto al frente del Gobierno regional. La cena comenzó a las nueve de la noche y terminó pasada la una de la madrugada.
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