La buena suerte de Aguirre, estrella de la lotería de Navidad

Lunes 17 de septiembre, dos en punto de la tarde. Esperanza Aguirre, que ha citado de urgencia a los medios de comunicación, encara el micrófono y dispara de un tirón: “Buenos días, muchas gracias por venir, les he convocado a esta rueda de prensa para comunicarles mi decisión de dimitir...”. Las redacciones de informativos echan humo, los tertulianos afilan sus colmillos, sus adversarios políticos blanden los cuchillos... Y los teléfonos de las administraciones de lotería, empiezan a sonar: “Buena tardes, ¿les quedan décimos del 17912?”.

17-9-12. Una fecha convertida en un número de la lotería. El poderío de la lideresa se ha colado en las quinielas navideñas. Difícil olvidarla con calcetines y tacones tras sobrevivir a un terrible atentado en Bombay. O tras el accidente de helicóptero del que salió ilesa. Demasiada buena sombra para los supersticiosos. Los décimos del 17912 vuelan.

“Ella es Esperanza, y tengo esperanza de que me toque”, dice un comprador

Los loteros están acostumbrados a que los números que terminan con los dígitos del año en curso estén entre los más solicitados. Recuerdo de una boda, de un nacimiento o de la muerte de un ser querido. Pero tanta demanda del número en cuestión sorprendió hasta a Concha Corona, encargada de Doña Manolita, la administración de lotería más famosa de Madrid. “Nos llamaban tanto que le pregunté a un cliente. ‘Ella es Esperanza y tengo esperanza de que me toque’, me dijo”. Corona ventiló sus 20 décimos esa misma tarde.

Pero no todas las administraciones de lotería que venden el ya famoso número comparten el análisis. Desde Burgos, Natividad González (de la administración número 10) no cree haber recibido más peticiones que de cualquier otro décimo terminado en 12. “El año pasado también vendimos muchísimo del 17911. Y para el Niño tengo el 15113 y desde ya sé que va a volar”.

Sea como sea, si el 22 de diciembre del bombo de la suerte sale el 17912, dos cosas son seguras. La primera, que la propia Esperanza Aguirre no será la agraciada. Según fuentes cercanas a la lideresa, está tan sorprendida como el que más por el fenómeno y —por ahora— no ha jugado al décimo. La segunda, que hay bastantes probabilidades de que lo haya puesto a la venta José Lázaro, de la administración de Camino Viejo de Leganés (Carabanchel bajo), que ha colocado íntegras sus 60 series del número (de un total de 180). Un tercio de todos los billetes en circulación. “Me duraron cuatro o cinco días”, cuenta este lotero. “Es el 70% de toda la lotería de Navidad que llevo vendida hasta la fecha. Pero siguen y siguen llamando. Y no solo de Madrid, he mandado décimos a Orense y Pontevedra. La gente es así de maniática”.

—¿Y cuando les dice que no le quedan?

—Alguno me pregunta, ¿y del 18912?

—¿Y qué pasó ese día?

—Que falleció Santiago Carrillo.