La incógnita del carril de transporte colectivo
El Vallès confía en que el carril bus-VAO aligere los embotellamientos de la C-58
El Vallès Occidental espera expectante la puesta en marcha del nuevo carril exclusivo para bus y VAO (vehículos de alta ocupación) de la autopista C-58, entre Ripollet y el acceso a Barcelona por la avenida Meridiana, lo que se producirá el día 26. Tras tres años y medio de obras, los Ayuntamientos están seguros de que la nueva infraestructura permitirá a sus ciudadanos reducir el tiempo para acceder a Barcelona en transporte público. No tienen la misma seguridad, sin embargo, sobre las mejoras que significará para los usuarios del vehículo privado, acostumbrados a embotellamientos diarios y a alargar hasta 75 minutos trayectos que se pueden hacer en 30.
El diseño del carril bus-VAO es simple. Dos carriles segregados del resto de la autopista, en algunos tramos a través de un vial elevado, por los que solo podrán circular autobuses, coches con tres o más ocupantes —o ecológicos— y motocicletas. La capacidad de cambiar el sentido de circulación permitirá que en hora punta, desde las 6.30 hasta las 14.00 —todavía está por concretar—, los dos carriles sirvan para entrar en Barcelona, mientras que el resto del día se dará paso a los vehículos que se dirijan al Vallès.
El Gobierno catalán, que esta semana presentará el reglamento de uso de la vía, está seguro de que mejorará la circulación, tanto en lo que respecta al transporte colectivo como al privado. El Departamento de Territorio ha vinculado el estreno de la infraestructura a la puesta en marcha de cuatro nuevas líneas de autobús como apuesta por el transporte público. No en vano el carril bus-VAO es la mayor inversión que se ha planteado hasta el momento en España para impulsar este tipo de transporte, con una inversión de 80 millones.
La Asociación para la Promoción del Transporte Público es de las pocas escépticas de que la inversión, tal como se plantea ahora, pueda dar frutos. “En el transporte público no se notará y en cambio el Ayuntamiento de Barcelona tendrá que gestionar dos nuevos carriles más de acceso a la ciudad”, señala su presidente, Ricard Riol, convencido de que está bien que se habiliten carriles bus, “pero falta servicio, lo que genera que no haya frecuencias suficientes y no sea competitivo: tiene potencialidades que no son explotadas”. En su opinión, la inversión que se ha realizado se debería haber destinado a la red de tren de cercanías, aunque sea titularidad estatal.
El consejero de Territorio, Lluís Recoder, aseguró recientemente que está convencido de que el transporte público ganará peso gracias a la nueva oferta de autobuses, que se visualizará con la creación de la red Exprés.cat. “Estamos a la expectativa para ver cómo empieza y cuáles son las ventajas”, señala el alcalde de Ripollet, Juan Parralejo. El nuevo bus exprés permitirá al municipio ganar 10 minutos de viaje hasta Barcelona (de 40 a 30 minutos) y reducir las frecuencias de paso, lo que, a priori, debe convertirse en una ventaja.
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