Mas: “Sin Estado, Cataluña no sobrevivirá”
El presidente catalán promete convocar un referéndum en cuatro años El líder de CiU acusa a Wert de querer enseñar la España “una, grande, y libre”
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, oyó la semana pasada cómo varios ministros dibujaban el desastroso futuro de Cataluña en caso de independizarse. En su camino en defensa del Estado propio a través de un referéndum, el presidente catalán dio ayer la vuelta al argumento y sostuvo que, sin un Estado propio, Cataluña no sobreviviría.
Los avisos desde el Gobierno comenzaron el lunes, con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón: aseguró ante los empresarios catalanes que Cataluña saldría del euro y su independencia significaría “acabar con España”. Continuaron con el de Exteriores, José Manuel García-Margallo, comparando el nacionalismo con el marxismo y el nazismo. Y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, completó las advertencias el sábado, en el País Vasco: “Fuera del España y de la Unión Europea se está en ninguna parte y condenados a la nada”.
Mas, que ayer fue proclamado por la militancia de Convergència i Unió candidato a la reelección como presidente de la Generalitat el 25-N, tomó buena nota y decidió contraatacar apretando el acelerador: “Hay personas que se están añadiendo a la mayoría [que cree en la necesidad de un Estado propio]. Y probablemente lo hacen porque llegan a la conclusión de que es el único camino para asegurar la supervivencia de Cataluña como pueblo”.
La obsesión de CiU en el proceso soberanista abierto tras la manifestación de la Diada es aparcar las incógnitas que plantea la secesión (subrayadas por quienes se oponen a una Cataluña independiente) para sumar a la causa más adeptos: “Si vencemos el miedo y las dudas, ganaremos el futuro para todo el pueblo de Cataluña”, apostilló.
Mas necesita una clara mayoría para ganar el referéndum para la independencia que pretende convocar en la siguiente legislatura. El presidente catalán prometió, en caso de una más que probable victoria electoral, convocar la consulta “en cuatro años”. Pidió al Gobierno “diálogo” para encauzar la votación por las vías legales, aunque si choca con la negativa del Ejecutivo buscará la manera de hacerlo igualmente: “Lo haremos amparándonos en la legalidad que existe en el Estado, y si no intentaremos cambiarla; y si no, crearemos una nueva, o pediremos amparo a Europa o al mundo. Haremos lo que haga falta”, prometió el presidente.
Mas intentó justificar su apuesta independentista en el fracaso del catalanismo para encontrar un encaje de Cataluña dentro de España, una teoría ideada por el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol. Aunque este fracaso, remarcó Mas, no es culpa de los catalanes, sino de España. “Tras 100 años de esfuerzos, leales y honrados, sigue habiendo una gran incomprensión con respecto a Cataluña, desconocimiento, ignorancia y, desgraciadamente, menosprecio. Lo constatamos día a día”, lamentó.
Como ejemplo, puso las últimas palabras del ministro de Educación, José Ignacio Wert, sobre el interés del Gobierno en “españolizar a los escolares catalanes”. Las palabras del ministro levantaron una gran polvareda, a la que Mas se quiso referir acusando al Gobierno del PP de tener una visión falangista de la educación. “Ellos creen que deberíamos explicar la historia de España como ellos la querrían explicar. En las escuelas catalanas se enseña la historia de España como la de un Estado plurinacional, y no como la de ‘una, grande y libre”, proclamó Mas. La militancia de CiU reaccionó con una atronadora ovación, la más larga de la mañana.
Duran cierra su intervención proclamando: “¡Viva Cataluña libre!”
El líder nacionalista respondió a las exigencias del acto, que lo confirmó como candidato y dio el pistoletazo de salida de la precampaña. Fue un discurso muy contundente, en el que pidió a los suyos que le ayuden a convencer a la mayoría del pueblo catalán de que es el momento de apostar por un Estado propio.
Pese a las palabras dedicadas a Wert, pidió no responder a las provocaciones y convencer de las bondades de la independencia con “convivencia, pulcritud, radicalidad democrática, educación y civismo”. Artur Mas aseveró que, a cambio, los catalanes solo piden una cosa: poder votar. “Una vieja nación de Europa, tras tres siglos de bajar la cabeza y de pedir perdón por ser lo que somos, simplemente quiere decidir”, mantuvo. Al tono épico se sumó incluso el líder de Unió, Josep Antoni Duran. Hasta hace poco confeso antiindependentista. Duran cerró su intervención con una proclama soberanista: “¡Arriba, adelante, viva Cataluña libre!”. Las mismas palabras que usó el histórico líder de Unió Manuel Carrasco i Formiguera antes de ser fusilado por los franquistas.
Las referencias al proceso soberanista y el tono épico no impidieron que Mas aludiera a la realidad política que han monopolizado la corta legislatura: los recortes. El presidente no escondió que hará más ajustes. Aunque se parapetó bajo los mismos argumentos de siempre, expuestos por Duran: la crisis, la mala financiación de la Generalitat y la herencia recibida por el tripartito. Mas incluso justificó el rescate solicitado por Cataluña como una compensación al déficit fiscal catalán. “Tras 30 años de transferir recursos limpios a la renta del Estado por 300.000 millones de euros, cuando pedimos 5.000 prestados aún nos dicen que somos incapaces de llegar a fin de mes”, se quejó.
Para resumir su intervención, el presidente catalán aseveró que, siendo un Estado independiente, los catalanes vivirán mejor: “Una Cataluña que disponga de las estructuras de Estado, de un Estado propio, puede ofrecer una vida mejor a la gente que lo está pasando mal”.
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