Sin dinero para privatizar el SOC

Las cifras de paro se desmadran (319 nuevos parados sumó Cataluña cada día en el pasado mes de septiembre, y ya van un total de 632.457 personas sin trabajo en el conjunto de la comunidad), pero los fondos para curar la herida no llegan. No han llegado ni se les espera. El Servicio Catalán de Empleo (SOC) se ha convertido en un organismo menguante, ya que al acabar las vacaciones de verano la plantilla de 1.900 personas ha perdido a 324 empleados, el 15%, y corre el riesgo de perder otros 300 en diciembre. Se les paga con fondos del Gobierno central, de la Conferencia Sectorial, y este año han llegado tarde y rebajados el 57%.

Esta merma debía ser cubierta, en parte, cediendo la colocación de parados a agencias privadas; es decir, privatizando el SOC. Desde comienzos de año se han acreditado un centenar de organizaciones para operar oficialmente como agencias de colocación: desde asociaciones de padres de discapacitados, hasta talleres ocupacionales, y las grandes ETT, como Manpower. Pero su entrada en acción, a través de la firma de convenios con la Generalitat, está en barbecho por falta de fondos. De nuevo, los de la Conferencia Sectorial. Además, con lo poco que ha llegado para políticas activas, la Administración ha tenido que apagar otro fuego, el de la subvención de parte del salario de los empleados discapacitados, que también se quedaron sin fondos.

Mientras, fuentes del Departamento de Empresa y Empleo explican que la Generalitat ha pedido a las agencias acreditadas que se asocien para “lograr músculo de manera que, cuando lleguen los fondos y puedan firmar convenios, permitan que su acción tenga un impacto sustancial”. Es decir, que si llegan 1.000 euros, es un ejemplo, que no trabajen 10 agencias con 100 euros cada una, sino las 10 conjuntamente. Las mismas fuentes explican que la secretaria de Empleo, Esther Sànchez, está intentando lograr fondos europeos para firmar convenios cuanto antes.

Ayer, tras conocer las cifras del paro, Sànchez criticó que los presupuestos generales del Estado para 2013 recortan de nuevo las políticas de empleo, así como los recursos destinados a las comunidades autónomas para desarrollar políticas activas de ocupación: “Desgraciadamente, una vez más, el Estado nos lleva hacia la asfixia financiera en lo que no es de su competencia, recortando recursos y, con ello, nuestras capacidades y competencias”.

La entrada en acción de las agencias de colocación privadas en convenio con los servicios públicos de empleo es una herencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

La situación desconcierta hasta a los sindicatos, que, aunque siempre han criticado la idea de traspasar la colocación de los parados, asisten a un problema que se multiplica: el SOC se empequeñece y la alternativa no es posible. “Es un desastre porque el modelo público se vuelve débil y no pueden ni siquiera cambiar el sistema”, lamenta la secretaria de Socioeconomía de CC OO, Cristina Faciaben. “Siempre nos hemos mostrado contrarios a la intervención de organismos privados en la intermediación laboral, pero ahora nos quedamos sin nada”, añade.

El interrogante se extiende a las empresas que se han acreditado para actuar como agencias de colocación. La directora de Manpower, Dolors Poblet, asegura que “el interés de las comunidades autónomas es poner cuanto antes en marcha los convenios”, pero confirma que los fondos no llegan. “Me consta que hay voluntad de arrancar de cara a finales de año o comienzos de 2013”, asegura.

La entrada en acción de las agencias de colocación privadas en convenio con los servicios públicos de empleo es una herencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que cada comunidad ha adaptado con órdenes de rango autonómico. La canción de fondo de la privatización, repetida por ministros y consejeros, es que los servicios públicos solo consiguen trabajo para entre el 3% y el 4% de los parados.

En Cataluña, el consejero Francesc Xavier Mena ha reiterado también su intención de encargar a las agencias privadas los perfiles de parados con menos posibilidades de encontrar empleo. Esto es, no se delegará la colocación de los perfiles más cualificados, sino lo contrario, como los parados de larga duración.