Ayuntamiento y Gobierno defienden que hubo suficiente policía en el MTV

El Ayuntamiento de Madrid (PP) aseguró ayer a EL PAÍS que desplegó un total de 23 agentes de la Policía Municipal para vigilar el festival MTV Madrid Beach, en el que los organizadores habían calculado 8.000 espectadores. “Lo adecuado”, aseguran, “para esa previsión de gente”. Pero en los alrededores del recinto, en Madrid Río, se juntó casi el doble de personas (unas 14.000) en la noche del viernes al sábado, haciendo botellón mientras escuchaban la música desde fuera. La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes (PP), considera que el Ayuntamiento hizo “lo correcto” al permitirlo: “Decidió primar la seguridad frente a la aplicación estricta de la ordenanza. Probablemente haber entrado a multar y a disolver ese botellón hubiera tenido consecuencias de orden publico muy superiores”.

A partir de las diez de la noche, a medida que iba llegando más gente a la zona, el suboficial municipal al mando fue requiriendo la presencia de los efectivos que el Ayuntamiento había puesto en guardia para el evento (72). A medianoche, cuando comenzaron los incidentes, había allí 97 policías locales, según fuentes municipales.

Los disturbios se desataron cuando un grupo de jóvenes intentó acceder al recinto cerrado pese a que el aforo estaba completo. Aquello degeneró en una batalla urbana con botellas volando, contenedores ardiendo y cargas policiales. Hubo 11 detenidos, uno de ellos menor, y 60 heridos leves, entre ellos 20 policías. El Ayuntamiento había destinado al evento cinco unidades del Samur, que pasaron a ser 18. Además, envió cinco dotaciones de bomberos.

Un portavoz del Sindicato Unificado (SUP), mayoritario en el Cuerpo Nacional de Policía, culpó ayer al Ayuntamiento de “una grave irresponsabilidad e improvisación”, primero por autorizar el botellón junto al recinto (dentro del cuál estaba prohibido el alcohol). “Pero lo peor de todo es que comunicó al Cuerpo Nacional de Policía que no necesitaba ningún apoyo. Que ellos se encargaban de todo el dispositivo, compuesto por ocho policías locales”. Esta última cifra, que contradice lo afirmado por el Ayuntamiento, aparece también en un comunicado del Colectivo Profesional de Policía Municipal, mayoritario en este cuerpo. “Estamos cansados de tener que soportar las malas previsiones de servicio por parte de los responsables de Policía (…). Montar un dispositivo de tal calado con ocho policías es cuanto menos una temeridad”. El texto no explicita si se refiere a los agentes municipales destinados al evento o a los policías nacionales que acudieron tras la llamada de auxilio (registrada a las 23.51). Añade, en cualquier caso: “Llama la atención que nunca llegaron a intervenir” los antidisturbios de la Policía Nacional, “aun habiendo sido requeridos”, “mientras una cantidad desmesurada de efectivos se sigue manteniendo para blindar los accesos al Congreso”.

Cuando empezaron los incidentes, la Policía Nacional envió “a la mayor parte de los efectivos dedicados a la seguridad ciudadana operativos, y a un vehículo de antidisturbios que custodiaba la embajada de Estados Unidos”. ¿Por qué no más antidisturbios? “Todas las unidades habían estado activas durante todo el día porque se habían producido 33 eventos o manifestaciones”, señalan fuentes de la delegación del Gobierno. Según añaden, acudieron 33 indicativos policiales y una unidad de antidisturbios, en total hasta 60 agentes. “Fueron los suficientes y el tema se solventó en poco tiempo, a las 2.15”.

Respecto lo que sucedió antes, es decir, durante la planificación del evento, esas fuentes han indicado a EL PAÍS que el Ayuntamiento, tal y como denuncia el SUP, no solicitó la colaboración de la Policía Nacional. El Ayuntamiento señala que sí lo hizo, por escrito, como en todos los eventos. La delegación del Gobierno entiende, sin embargo, que solo se le comunicó, en una nota del 1 de agosto, que iba a tener lugar el concierto, pero no se solicitó una reunión de coordinación, como es habitual en todos los casos. Los organizadores tampoco lo hicieron, añaden esas fuentes.