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OPERACIÓN POKÉMON

Directivos de Vendex confiesan que dieron un Rolex a Rodríguez

Escuchas al alcalde ourensano revelan que recibió ofertas de adjudicatarias para emplear a afines.

Rodríguez, ayer, entrando en el juzgado de Lugo.
Rodríguez, ayer, entrando en el juzgado de Lugo.ELISEO TRIGO (EFE)

La más tensa espera del alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez —acusado en la Operación Pokémon de seis delitos, entre ellos el de cohecho— no fue la que lo mantuvo aislado en los calabozos de la comisaría de Pontevedra durante 48 horas. Ayer, entre su declaración ante la juez instructora del caso, Pilar de Lara y la de los directivos de Vendex —el delegado en Ourense, el representante en Galicia y el dueño de la empresa— el regidor socialista pasó sus horas más amargas a la espera de conocer su situación procesal, que, finlamente, se le comunicó sobre la una de la madrugada de hoy:libertad bajo fianza de 6.000 euros e imputaciones por cohecho y prevaricación.

En su comparecencia ante la magistrada, Rodríguez negó haber recibido sobornos de la concesionaria municipal de la ORA y de la limpieza de los edificios dependientes del Ayuntamiento. Su versión choca con la que ofrecieron también ayer y también ante la juez los representantes de la empresa. Varios directivos de las adjudicatarias contradijeron al alcalde ourensano. Según confirmaron fuentes jurídicas a este diario, representantes de Vendex reconocieron al menos haberle regalado un Rolex al regidor ourensano.

Mientras Rodríguez testificaba por este caso en Lugo durante tres horas, el PSOE celebraba un acto electoral en A Coruña donde los protagonistas eran el secretario general, Alfredo Suárez Rubalcaba, y el candidato y líder del PSdeG, Pachi Vázquez. Ambos se mantuvieron confiados en la inocencia del alcalde de Ourense e incluso Vázquez llamó a los suyos “a sufrir para dentro” sin distraerse de lo importante, las elecciones de octubre.

En cuanto empezaron a trascender los detalles del sumario, enviaron a Lugo al secretario de organización, Pablo García, para acompañar a Rodríguez, conocer su versión y también sus intenciones. A última hora de ayer se había instalado en la cúpula del partido que una imputación de su alcalde convertiría su situación en insostenible.

El grupo de gobierno del regidor mantuvo la fragmentación de los últimos tiempos. Al menos tres concejales evitaron asistir a la concentración que se había convocado en Ourense para proclamar su inocencia y criticar el tratamiento de la juez. La protesta reunió a centenares de vecinos, militantes socialistas y personas próximas a Francisco Rodríguez.

El alcalde ourensano llegó al juzgado con aspecto de cansancio, pero aparentemente entero y sin esposar. Tras haber pasado 48 horas aislado en el calabozo de la comisaría de Pontevedra, el regidor contestó en el juzgado durante casi tres horas y media a las preguntas que le formuló la juez Pilar de Lara, la mayor parte relacionadas con casos de posible soborno.

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De Lara, la magistrada que instruye la causa de la Operación Pokémon contra una supuesta trama de corrupción que tiene como eje la empresa de servicios municipales Vendex —sospechosa de repartir comisiones entre políticos y funcionarios en distintos municipios gallegos— se interesó, entre otras cuestiones, por conocer el origen del patrimonio personal del regidor.

Rodríguez mencionó que posee un Opel Corsa desde hace años, un piso en la ciudad —que paga mediante hipoteca— y una pequeña vivienda en su pueblo natal de Palmés. Fuentes jurídicas han confirmado a este diario que la juez le preguntó además si poseía alguna vivienda fuera de España. De Lara no solo inquirió al regidor por su patrimonio personal, sino también por el de alguno de sus asesores más próximos.

La magistrada lucense basó su interrogatorio en las grabaciones de las escuchas que ordenó realizar del teléfono del regidor durante los últimos ocho meses. Las mismas fuentes sostienen que, durante la declaración del alcalde, la juez le puso grabaciones de llamadas en las que algunos empresarios —aunque no precisan si del grupo Vendex— le ofrecían emplear en sus empresas a personas de confianza del regidor.

Mientras el alcalde ourensano prestaba declaración en los juzgados de Lugo, centenares de militantes de su entorno, vecinos de su pueblo y los concejales más afines —no todo su grupo de gobierno— clamaban en la Plaza Mayor de la ciudad para reivindicar su honestidad.

El grupo de colaboradores y concejales más afín al regidor se trasladó a mediodía a Lugo para arropar a la familia del detenido. Sus más estrechos colaboradores afirmaban incluso antes de hablar con él que ni se plantean la posibilidad de nada que no sea defender la honradez del alcalde y mucho menos una posible renuncia.

Mientras el entorno del regidor movilizaba apoyos para Rodríguez, los líderes del PSOE español y gallego, Alfredo Pérez Rubalcaba y Pachi Vázquez —candidato a la presidencia de la Xunta— celebraban un acto preelectoral en A Coruña.

Tras valorar la situación —después de Francisco Rodríguez la juez tomó declaración al delegado de Ventex en Ourense, Adrián Cordero— decidieron enviar a Lugo al secretario de Organización del PSOE gallego, Pablo García, para seguir el resultado de las declaraciones y conocer la versión y las intenciones del regidor. La idea predominante en la dirección del PSOE antes de conocer cómo quedaría la situación procesal de su compañero detenido era que en caso de confirmarse la imputación del alcalde la situación se volverá insostenible para Rodríguez.

Ediles socialistas evitan la protesta

CRISTINA HUETE

“Nuestro Paquiño, el hombre humilde y sencillo”, apeló ayer a las virtudes del alcalde de la ciudad el histórico socialista ourensano y exregidor de Xinzo, Gonzalo Iglesias Sueiro, en una concentración en la Plaza Mayor, ante el ayuntamiento, a rebosar de emoción e indignación contra el procedimiento judicial, para reivindicar la imagen de Francisco Rodríguez.

En torno a 500 personas secundaron la convocatoria, remitida desde una cuenta de correo electrónico con la leyenda “Creemos en Paco” y que no fue capaz de congregar a todos los concejales socialistas del grupo de gobierno. Tampoco a los tres ediles del BNG coaligados con el PSOE. Estos ya se habían distanciado el viernes con un comunicado en el que anunciaban que pedirían la dimisión del alcalde si resultaba imputado. A cambio, la Plaza Mayor se llenó con vecinos de Palmés (el pueblo del que es natural Rodríguez), militantes de base del PSOE, algunos funcionarios de su entorno más próximo y familiares.

Las palabras de Iglesias Sueiro, que clamó contra las “intervenciones judiciales sospechosas”, fueron interrumpidas constantemente por los aplausos de los concentrados, que jaleaban al alcalde con gritos de “Paco, Paco, Paco. Ourense está contigo”.

Los congregados protestaron por el trato recibido por el regidor, comparándolo con el de “delincuentes y terroristas” y Sueiro hizo hincapié en el momento “determinante” elegido para la instrucción judicial y en “las formas” de esta, que pretenden, según afirmó, “manchar el nombre” del alcalde.

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