El otoño frenético de Luís Tosar

El otoño comienza con una agenda repleta de citas para Luís Tosar. Desde esta misma semana, el actor lucense iniciará un periplo de festivales europeos donde presentará películas y recibirá homenajes. Esta semana presenta su último trabajo en el festival de San Sebastián y después le esperan Londres, Toulousse y Marsella, a los que hay que sumar el reconocimiento que recibió en marzo en el Festival de Nantes. "No se por qué han coincidido este año tantos homenajes juntos. Es un orgullo que te llamen, pero procuro no darle vueltas sobre si es o no relevante", confiesa mientras se toma pausadamente un refrigerio. Con su empresa ZircoZine empieza a sentir el vértigo de lo que es atender su doble faceta de actor y productor, la que le llevará este martes hasta San Sebastián, donde presentará la película Operación E, seleccionada en la sección Zabaltegi. Dirigida por Miguel Courtois y protagonizada por el propio Tosar y la colombiana Martina García, la película está inspirada en la historia real del hijo que la abogada Clara Rojas tuvo con un guerrillero mientras permanecía secuestrada por las FARC.

Tras San Sebastián, Tosar cogerá su maleta y pondrá rumbo a Londres, donde el 3 de octubre será homenajeado en el London Spanish Film Festival, que programa una retrospectiva de su trabajo a través de media docena de películas, de Los lunes al sol a Te doy mis ojos. En Londres coincidirá con actores como Marisa Paredes o Lluis Homar, que también recibirán el reconocimiento de este festival, que en solo siete ediciones se ha convertido en un importante certamen del cine español en el exterior.

Tras un fugaz paso por Londres, dos días después recalará en el Festival Cinespaña de Toulousse, donde será reconocido por su trabajo como actor y por "el compromiso con sus raíces y su implicación en los movimientos sociales". Aquí también presentará Operación E, igual que a principios de noviembre en Marsella, donde recibirá un reconocimiento del Festival de Cine español de Marsella. En marzo ya lo recibió del Festival de Cine de Nantes, en un año que está siendo intenso para el actor gallego más laureado. "Te sientes apreciado cuando ves que tu visita representa algo para un festival y tienes contacto cercano con el público. Me gustan los festivales más pequeños, donde notas de una manera sincera que a la gente que está allí les gusta el cine", expone Tosar para remarcar la diferencia con otros festivales de mayores dimensiones "donde a veces hay demasiada parafernalia y demasiado concepto de mercado".

Pero en su nueva faceta de productor no puede renunciar a establecer relaciones de mercado. "Equilibar las facetas de actor y productor es una labor de funambulista", bromea tomando aire para explicar cómo se las arregla un productor en tiempos de crisis. "La cosa está muy difícil y permeabilizas los problemas de todo el mundo. Empiezas a producir y te das cuenta de que solo gestionas desgracias, no hay un duro y parece imposible dar una alegría", explica, ilustrándolo con un ejemplo reciente que vivió de cerca, en este caso como actor. Tosar iba a ser el protagonista de El Niño, la nueva película de Daniel Monzón, tras el éxito de Celda 211. A poco más de un mes del rodaje, la película se paralizó. "Estaba parte del equipo incorporado pero decidieron no arriesgar por algunos temas de financiación", comenta.

Con una película a punto de estrenar como actor y coproductor, Tosar se muestra muy preocupado con el aumento del IVA en las entradas de cine y con el futuro del sector. "Ahora estrenaremos Operación E y una entrada cuesta 8,50 euros ¿qué familia irá al cine y comprará cuatro entradas? Creo que una solución podría ser hacer variable el precio, que cada uno intente valorar su película", plantea como posible idea de un sector, del que critica "la intención de mantener a toda costa una estructura que no puede seguir funcionando así".

Por el momento, parece que la faceta de productor le da más quebraderos de cabeza que la de actor, que le sigue dando numerosas satisfacciones. Una de las últimas, el rodaje de la película de Emilio Aragón One night en Nuevo Mexico, donde ha tenido oportunidad de trabajar con Robert Duvall. "Tiene 82 años y tiene su edad, pero impresiona estar ante una leyenda y ver la energía que conserva en esa mirada. Verlo en el rodaje era como estar en una película dentro de otra película", cuenta aún admirado. Después regresará con unos cuantos galardones más para sus atiborradas estanterías: "Tengo dos vitrinas repletas en casa de mis padres en Lugo y ahora empiezan a ser un problema". Ya les gustaría a muchos tener ese problema.