Abstracción narrativa junto a figuración abstracta en la Fundación Vila Casas

El Espai VolArt de la Fundación Vila Casas inaugura la temporada con dos visiones opuestas de la pintura contemporánea, de la mano de dos artistas de la misma generación: Víctor Pérez-Porro (Barcelona, 1960), autor de obras abstractas de gran poder narrativo, y Daniel Enkaoua (Meaux, Francia, 1962), con piezas figurativas al borde de la abstracción.

Pintor de serie con un principio y un fin, Pérez-Porro exhibe en el Espai 1 unas 30 obras que realizó durante una estancia creativa en Berlín. De ahí el título Los colores de Berlín hicieron formas en mi cabeza, aunque no hay que esperar obras de tonos grises, fríos y apagados, sino todo lo contrario. Los colores son cálidos, vivos y brillantes, y aunque sus composiciones remiten a la abstracción geométrica, se alejan de la frialdad e hiperracionalidad características de esta tendencia, para alcanzar unas texturas casi orgánicas, a base de múltiples capas de diversos colores superpuestos, en un largo proceso de “pinta y despinta”. “Lo más difícil es elegir el momento de parar, aunque a veces la experimentación impone que te lo pases, aunque te arriesgues a cargarte una obra”, explica.

Dos visiones opuestas de la pintura contemporánea

Su formación de pintor de trampantojos, que le llevó a ser uno de los mejores de España, le ha otorgado un dominio de la técnica que se plasma en un trabajo atento y metódico que no menosprecia las potencialidades del azar. Siempre empieza construyendo una maqueta a escala de las salas de exposición (maquetas que por sí solas merecerían una exhibición), luego realiza el boceto y culmina con la pintura del lienzo o el papel. En ambos casos consigue una textura muy parecida a la de un tejido y unas composiciones evocadoras que permiten al espectador imaginarse desde grandes edificios colmena hasta librerías infinitas.

En el Espai VolArt 2 se exponen los grandes formatos de Daniel Enkaoua, artista francés, afincado en Barcelona desde hace ocho años. La mayoría son retratos estáticos, hieráticos e ingrávidos, realizados rigurosamente del natural. Sin embargo él los define todos como paisajes, como las vistas de Montserrat, cuya naturaleza aparece y desaparece entre capas de diversos colores extendidas con grandes espátulas y amplios movimientos, que crean diferentes concentraciones de material pictórico. Pintor cerebral, “de obras no fácilmente comestibles”, según su propia definición, Enkanoua ha ido subiendo sus cotizaciones gracias a la galería Marlborough de Londres, que le representa. Ambas exposiciones se mantendrán abiertas hasta el 16 de diciembre.