La policía sigue la pista a una banda española por el crimen de la T-4

No se trataba de antiguos excombatientes balcánicos, aquellos matones que amedrentan hasta a los narcos colombianos. Ni de una banda latinoamericana que había exportado su audacia a España. Los dos individuos que el pasado jueves atropellaron, causándole la muerte, a una empleada del aeropuerto de Barajas para robarle un Porsche Cayenne eran españoles. Y muy jóvenes. La policía apunta a una banda organizada para delinquir y compuesta por más de dos personas como responsable del suceso. “La zona de la T-4 es perfecta para ese tipo de banda por el nudo de comunicaciones y el tipo de vehículos que pasan”, señala un comisario.

Un veterano policía de Villaverde, la cuna del alunizaje español, explica las “ventajas” de robar un coche con su conductor dentro: “Los aluniceros necesitan robar vehículos que tengan las llaves puestas. Luego tienen que abrir el depósito para repostar, por ejemplo. Siempre sustraen coches con llaves, aunque generalmente es en túneles de lavado o talleres”.

Los agentes encargados del caso, el grupo VI de Homicidios, están molestos con “las filtraciones” que ha habido sobre el caso estos días pasados y afirman que es importante no decir nada nuevo mientras buscan a los cómplices de Moisés C. L., el joven detenido, que ayer ingresó en prisión sin fianza. El juez aún no ha decidido si imputar a este español con una larga lista de antecedentes penales un delito de homicidio o de asesinato. Una diferencia notable, pues el primero tiene una horquilla de condena de entre 10 y 15 años y el segundo de entre 15 y 25. El detenido residía en el mismo barrio, Valdebernardo, donde se encontró el vehículo robado.

“Es un delincuente con muchos antecedentes, pero no un alunicero”, comentan desde la Delegación del Gobierno. Sin embargo, fuentes policiales mantienen que una de sus principales vías de investigación es, precisamente, que se trate de una banda dedicada a esa clase de delitos.

El suceso ocurrió el pasado jueves sobre las seis y media. Un Seat Toledo embistió el Porsche Cayenne que conducía la víctima, una empleada del aeropuerto de 40 años. Cuando la mujer salió para arreglar los papeles del seguro creyendo que era un accidente, uno de los presuntos ladrones le quitó las llaves del coche que llevaba en las manos. La mujer trató de evitar el robo. Se sujetó a la ventanilla del conductor y posteriormente cayó delante del vehículo, que la arrolló.