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Educación reubica a docentes de gallego y lengua en idiomas extranjeros o clásicos

La asociación de profesores de francés denuncia que no se acredita el nivel La Xunta incumple la excepción de los idiomas modernos como materias afines

Profesores de gallego en dos institutos de Vilagarcía, uno de Coristanco y otro de Carballo deberán este curso reconvertirse a marchas forzadas porque se les obliga a dar 15 o 12 horas de clases de francés y sólo cinco de su especialidad. En Oleiros, una docente de lengua española está destinada a impartir solo en el idioma de Molière (20 horas semanales) en el instituto que, ironía del destino, lleva por nombre María Casares, la coruñesa que fue una de las grandes damas del teatro galo.

En los centros de Educación para adultos Eduardo Pondal de A Coruña y del Berbés de Vigo, los alumnos matriculados en latín, griego y lengua española o historia deberán conformarse para estas tres materias con un enseñante licenciado exclusivamente en Filología Gallega. Por mucho que esa carrera no tenga vínculo alguno con el idioma griego, por ejemplo.

“Tanto publicitar que quieren potenciar las lenguas extranjeras, pero ni exigen conoce esos idiomas"

Arrancó el curso en los institutos públicos y el reparto de plazas y destinos entre el profesorado, sea funcionario, interino o sustituto, deja muchos casos que abundan en el deterioro de la enseñanza secundaria, sobre todo en materia de lenguas extranjeras. Por mucho que la Consellería de Educación asegure que es una prioridad, son decenas los profesores de gallego o de lengua española que se ven obligados a enseñar una lengua extranjera sin tener ni siquiera que acreditar que la conoce o la habla.

En Galicia, 39 docentes deberán impartir este curso clases de francés en los institutos sólo por ser una “materia afín” a su especialidad, no porque tenga algún titulo o conocimiento de ese idioma.

Un docente sin plaza o que deba completar su horario (20 horas semanales) dando clases de otra especialidad distinta de la suya puede solicitar impartir las materias denominadas “afines”. Por ejemplo, compaginar la enseñanza de lengua española con la de historia y geografía. O la de matemáticas con clases de física. Pero por mucho que la orden de Educación del pasado 15 de junio que regula la adjudicación de plazas con afines especifique como excepción “aquellas vacantes que tenga por materia afín algún idioma moderno”, esta determinación se incumple en Galicia de forma generalizada.

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“Les sobran docentes de gallego o lengua española y los despachan como afines en otras materias, pero la enseñanza de un idioma extranjero no se improvisa”, se indigna un portavoz de la Asociación de Profesores de Francés en Galicia, que agrupa a 400 socios, entidad que ha presentado una reclamación formal ante la Consellería de Educación. Porque mientras se suceden los casos de filólogos de gallego que se ven obligados a enseñar la lengua del país vecino, sin tan siquiera acreditar que conozcan ese idioma, se quedaron sin puesto, ni horario para este curso nueve profesores de francés.

Funcionarios con plaza fija, que fueron recolocados como “sustituto de zona”, se quedarán en casa, cobrando íntegro su salario a la espera de tener que cubrir, si surge, alguna vacante. Aunque a raíz de la denuncia de este colectivo, el departamento que dirige Jesús Vázquez ha empezado a tratar de buscar un destino para algunos de estos docentes.

“Tanto publicitar que quieren potenciar las lenguas extranjeras, pero ni siquiera, cuando un profesor marca como afín el francés o el inglés, tiene que demostrar que conoce esos idiomas”, protesta Carlos Vidal, presidente de ese colectivo de docentes de francés. El máximo responsable de la asociación recuerda que, por el contrario, cuando un enseñante pretende dar clases en un centro bilingüe o plurilingüe, tiene que acreditar previamente su nivel presentando un certificado del nivel B2 del marco europeo de referencia para las lenguas.

En el caso de francés, la situación es especialmente sangrante, denuncia la asociación, porque a pesar de ser, desde 2006, un idioma obligatorio en Primero y Segundo de ESO, no se convocan oposiciones desde 2008. En el caso de latín y griego, también escasean los interinos y se recurre para su enseñanza a filólogos de gallego. La Sociedad de Estudios Clásicos también estudia presentar una queja ante la consellería.

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