_
_
_
_

El PSM confía en que el adiós de la presidenta dé oxígeno a los socialistas

Gómez: “Uno es del tamaño de sus adversarios y en el PP nadie tenía su tamaño”

Tomás Gómez, durante su intervención esta tarde.
Tomás Gómez, durante su intervención esta tarde.PSM

Tomás Gómez, que obtuvo como cabeza de lista en las elecciones autonómicas de 2011 los peores resultados del Partido Socialista de Madrid (PSM) en su historia, deslizó este lunes un atisbo de euforia cuando le preguntaron si la dimisión de Esperanza Aguirre se lo pone a él más fácil para el futuro: “Uno es del tamaño de sus adversarios, y en el PP nadie tiene el tamaño que tenía o tiene esperanza Aguirre. Por tanto, sí se abre un nuevo periodo”, dijo.

El inesperado abandono de la dirigente política que, junto a Alberto Ruiz-Gallardón, ha monopolizado la escena madrileña de la última década coincide, además, con el desgaste electoral del PP por los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy. A pesar de todo ello, el PSM y su secretario general son conscientes de que hará falta mucho más que un cambio de candidato rival para remontar en las urnas el escuálido 26,2% de votos que obtuvieron hace solo año y medio. Y algunos apuntan, incluso, que la marcha de Aguirre no perjudica al PP sino que podría beneficiarle, porque en estos meses ella se había desgastado mucho con la política de recortes. “En este momento estamos desconcertados y sorprendidos. No haciendo cábalas”, dicen fuentes cercanas al secretario general.

El PSM, que había gobernado la Comunidad de Madrid con Joaquín Leguina durante tres legislaturas y que luego sufrió ocho años de impotencia frente a las victorias sucesivas de Ruiz-Gallardón, volvió a rozar con los dedos el poder autonómico en mayo de 2003. Concurriendo como cabeza de lista del PP por primera vez, Aguirre perdió en aquellas elecciones la mayoría absoluta heredada de Gallardón y quedó a merced de un previsible Gobierno de coalición entre socialistas e IU. Rafael Simancas, que había logrado los mejores resultados para el PSM desde 1983 (un 39,9% de los votos), iba a presidir ese Ejecutivo. O eso parecía. Todo se frustró por la sonada traición de dos diputados del PSOE —el célebre tamayazo, de infausto recuerdo para los socialistas madrileños— y la posibilidad de un Gobierno de coalición se evaporó definitivamente en las siguientes elecciones, en octubre de ese mismo año, ganadas por Aguirre; esta vez sí, con mayoría absoluta.

Más información
"Quise que la política fuera una actividad temporal"
ANÁLISIS | 'El ‘tempo’ de Aguirre', por ANTONIO GUTIÉRREZ-RUBÍ
Aguirre, 30 años en la política
LAS FRASES | “Quiero agradecer las pullas”
IGNACIO GONZÁLEZ | El lugarteniente toma el mando
La dimisión de Aguirre
SUS POLÉMICAS | La presidenta y sus choques con Rajoy
ANÁLISIS | 'Razones poco claras', por JESÚS DUBA
BLOG ENTRE MOQUETAS | 'El retiro de la Thatcher madrileña'
ANÁLISIS | 'El animal político deja su hábitat', por SOLEDAD ALCAIDE

A Simancas, que volvió a intentarlo en 2007 pero bajó al 33,5% de apoyo electoral, le sucedió Tomás Gómez: él tocó suelo con un 26,2%. Su bestia negra, de nuevo, Esperanza Aguirre. Y, en paralelo, un enfrentamiento permanente —larvado unos días, evidente otros— con Alfredo Pérez Rubalcaba y la dirección federal del PSOE, que no lo apoyó en las primarias de 2010.

Este lunes, Gómez aseguró que la ya expresidenta nunca ha sido una “enemiga”, sino una “formidable adversaria”, confirmó que había hablado con ella por teléfono tras el anuncio de la dimisión, le deseó “lo mejor” y dirigió ipso facto sus dardos al nuevo primer objetivo de los socialistas: el hasta ahora vicepresidente y hoy presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. “Es alguien que está inmerso en demasiados asuntos turbios. No creo que el PP vaya a cometer el error de presentarlo como candidato al debate de investidura”, afirmó, sabiendo que lo más probable es que el PP sí lo presente.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El secretario general anunció que el PSM está preparado “para mañana mismo dirigir Madrid” si hubiera elecciones anticipadas (no parece que vaya a haberlas). En sus filas, la mayoría de los dirigentes consultados mostraron cautela ante el futuro que les brinda la dimisión de Aguirre, aunque también los había que daban espacio al optimismo.

Uno de los diputados más cercanos a Gómez señalaba en privado que la salida de la política activa de la lideresa puede suponer un notable empujón para las aspiraciones del PSM porque ella era el cemento que aglutinaba un partido, el PP de Madrid, que está “lleno de grietas”. Y que esas grietas empezarán a hacerse ahora más visibles.

No todos lo ven tan claro. Dos parlamentarios, también del entorno de Gómez, consideran que la dimisión no es precisamente un regalo porque la buena imagen de Aguirre estaba empezando a desgastarse justo ahora. Este arranque de legislatura marcado por la austeridad y los recortes presupuestarios —el de la Comunidad de Madrid, que era de 17.000 millones, ha perdido 1.000 millones este año y se prevé un nuevo ajuste de 2.000 para el 2013— estaba minando poco a poco la figura de la lideresa, sostienen estas fuentes. En el debate sobre el estado de la región, la semana pasada, el propio Gómez ahondó en esa idea cuando señaló que Aguirre “ya no hace gracia” ni siquiera a los suyos.

En lo que sí coinciden tanto los cercanos como el sector crítico de Gómez es en que Ignacio González presenta un flanco débil como candidato. “Le van a surgir asuntos turbios, queramos o no los socialistas”, pronosticaba ayer uno de ellos. Otro, del sector crítico, temía que los tres años que restan hasta las próximas elecciones sean tiempo suficiente para que el próximo candidato popular, sea el que sea —sobre todo, si no es González—, “gane peso de cara a la opinión pública”.

Y luego están aquellos que no se creen que Aguirre, de verdad, haya dejado la política; que contemplan seriamente la posibilidad de que se esté retirando solo para volver en mejor momento. “En esto de la política no he visto a nadie irse por las buenas”, confesaba ayer un socialista. “¿Y se va a ir precisamente ella?”

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_