El presunto asesino triple del Eixample culpa a su exnovia
El detenido acusa a la mujer de matar a sus padres y a su sobrina para cobrar la herencia
El detenido por el triple crimen del Eixample (Barcelona) del pasado 27 de enero, Alejandro Cuartero, se mantiene firme y continúa negando cualquier implicación en el asesinato a golpes de una pareja de ancianos octogenarios y su nieta de 16 años. Cuartero volvió a declarar ayer ante el titular del Juzgado 27 de Barcelona, Xavier Paulí, e inculpó a su exnovia en los crímenes, Mónica Claveguera.
La mujer es la hija y tía de los muertos, respectivamente. Cuartero aseguró ante el juez que Claveguera es la única persona que ganaba con la muerte de sus progenitores y la menor porque se hacía con la herencia y se ahorraba las cargas económicas y personales que suponían para ella, según contó ayer el abogado del detenido, Facundo Carugatti.
Las pruebas, sin embargo, indican que Claveguera, que trabaja como funcionaria para la Generalitat, se marchó aquella mañana antes de que se produjeran los asesinatos y fichó en su puesto de trabajo. Además, está grabada por las cámaras de la Administración entrando y saliendo, y solo abandonó su puesto de trabajo para ir a desayunar. Claveguera también declaró ayer y se ratificó en lo dicho anteriormente.
En la alfombrilla del conductor del vehículo de la mujer se encontraron restos de sangre que podrían ser compatibles con la de su padre muerto. Los análisis, sin embargo, no son concluyentes al ciento por ciento y la policía resta importancia al hallazgo. Su abogado defendió que el progenitor hacía uso habitualmente del coche.
Contra Cuartero existen diversas pruebas de peso. Una de ellas son los restos de ADN hallados en el cordón para sujetar las gafas del hombre, pertenecientes, sin lugar a dudas, a la menor asesinada. Su abogado esgrime que pudo mancharse al coger al perro de la familia en la escena del crimen, a la que acudió porque Claveguera le llamó tras encontrar los cadáveres.
Además, Cuartero armó, presuntamente, con pruebas falsas una trama para inculpar a su exnovia. Claveguera recibió en su móvil diversos mensajes de unos sicarios inexistentes que le pedían dinero por haber matado a su familia por encargo, mensajes que, supuestamente, envió Cuartero, y que después hizo llegar al juez de forma anónima para que investigase esa vía.
La fiscalía imputa a Cuartero tres asesinatos con alevosía y ensañamiento, además de un robo con violencia por sustraer el móvil del a menor, un ordenador y una tableta.
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