Los seis desempleados niegan haberse llevado productos sin pagar

El Juzgado de Instrucción 1 de Ferrol ha dejado visto para sentencia el juicio contra seis integrantes de la Asamblea de Desempregados de Ferrol, vinculada a la CIG, que están acusados de una falta de hurto al haberse llevado sin pagar productos de un supermercado de la ciudad durante un acto reivindicativo. Los procesados negaron que se llevaran mercancía sin abonarlos, pero reconocieron su participación en la protesta.

El fiscal ha pedido una sanción de un mes de multa a 3 euros por día para cada uno, y una sanción colectiva por responsabilidad civil no superior a los 275 euros en caso de que el supermercado 'Maxi Dia' acredite que esa fue la cantidad sustraída. El abogado defensor ha pedido la libre absolución. Los acusados han admitido que participaron en la protesta pero negaron haber cogido productos en la tienda.

Los hechos se habían producido el seis de junio, a las 12.15 horas, en el establecimiento 'Maxi Dia' de Ferrol, situado en la calle Españoleto con Rochel. Los casi 40 participantes en la protesta portaban una pancarta en la que se leía la frase 'Por el empleo y la dignidad, no permanecemos parados'. Tras entrar en el supermercado, varias personas cargaron en bolsas productos como garbanzos, lentejas o arroz, y pasaron por las cajas de pago dejando una fotocopia de la "demanda de empleo" de la Xunta de Galicia. Algunos participantes en la protesta fueron identificados por la Policía Nacional, avisada por la supervisora de la tienda, y se recuperaron productos por valor de 25 euros.

Antes del inicio del juicio, un centenar de personas se concentró ante el Juzgado de Ferrol, con cánticos de "ser desempleado no es delito" y con pancartas en las que se leía la frase 'Juzgan sindicalistas, crecen esclavistas'. Carlos García, uno de los acusados, ha asegurado que la acción simbólica trataba de "llamar la atención sobre la situación en la que se encuentran los trabajadores de larga duración" y "como revulsivo ante la apatía de los trabajadores".

Carlos G., uno de los seis imputados, explica que entraron en el súper a mediodía mientras otros 30 compañeros del sindicato les esperaban fuera tras una pancarta repartiendo panfletos entre los vecinos. Cogieron de los estantes varios paquetes “de artículos de primera necesidad” (legumbres, pasta, galletas o azúcar) y se colocaron en la línea de cajas donde explicaron a la cajera en qué consistía su protesta. Sin dinero en efectivo, le entregaron como pago una cartilla del paro ficticia. Aunque simbólica, la acción no gustó nada a la gerencia del supermercado que avisó a la policía nacional. En cuestión de minutos, precisa Carlos, se presentaron dos patrullas para identificarlos mientras la encargada del DIA formalizaba la denuncia en comisaría. A pesar de que la cuantía del hurto fue mínima (apenas toca a 4,20 euros entre los seis acusados) la denuncia del supermercado fue admitida a trámite, se lamenta la CIG,