Al cole por sendas y acequias
Alumnos de La Pobla de Vallbona acuden a pie a las escuelas por la reducción de las líneas de autobús de la Consejería
Centenares de alumnos de La Pobla de Vallbona, acompañados de sus madres y padres, han decidido acudir al colegio entre bancales, por caminos forestales y atravesando acequias. Con chalecos reflectantes, cada día quedan en una urbanización diferente para ir juntos, de excursión, al colegio. Es su manera de protestar por el recorte en el transporte escolar. “Los nuevos criterios irracionales de transporte escolar que ha aplicado la consejería de Educación este inicio de curso están provocando serios problemas a todos”, admite Esther Alba, una de las madres afectadas que tiene dos niños de 6 y 9 años que cada día acuden a pie al aula.
Los afectados ya han constituido un foro en Facebook (SintransportescolarCV) en el que coordinan actos de protesta y se organizan. “Las AMPAS llaman a la consejería y a la inspección educativa y ni contestan, es lamentable”, añade Alba.
Los afectados por el transporte crean un foro en Facebook
En La Pobla de Valbona hay 34 urbanizaciones, y tres colegios (Lluís Vives, Campés y Más de Tous) y un centro de Secundaria. La mayoría están en núcleo urbano, pero las familias viven en las urbanizaciones. Así que para ir a clase, les toca cruzar incluso una autopista, y varios caminos por asfaltar. “Los accesos desde las urbanizaciones además de largos, entre 3 y 5 kilómetros, son peligrosos para los peatones”, admite otro afectado, Jaime Martí. En esta población hay 400 niños de Primaria afectados, y otros 300 del Instituto, y por el momento el Ayuntamiento tampoco les ha buscado una solución.
Esther Alba reside con sus hijos en la urbanización Camp de Túria, muy cerca de L’Eliana, donde la matrícula de sus hijos ha sido rechazada por estar residiendo en otro municipio. “El colegio de L’Eliana lo tengo a diez minutos a pie, y el de La Pobla a más de 5 kilómetros, es otro problema que no entendemos”, comenta la madre.
Unos 130 niños de Monòver no van a clase por obras inacabadas
Pero las protestas educativas van más allá de los recortes implantados por el Consell. Los padres de los alumnos del colegio Escriptor Canyís, de Monòver, decidieron este martes no llevar a sus hijos a clase como medida de protesta por la situación de provisionalidad en la que están.
Unos 130 niños afectados, de entre tres y 12 años, se manifestaron con sus progenitores a las puertas del centro porque este año han comenzado su cuarto curso desplazados al antiguo instituto, un traslado que debió haber durado solo ocho meses. Estos alumnos fueron enviados a la actual ubicación en 2009, según aseguró a través de un comunicado la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del centro. Se trata de un antiguo instituto que tuvo que cerrar por su antigüedad, en el que aparecieron problemas de cimentación.
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