Ifema negocia con Eurovegas su futuro

Eurovegas, el complejo de ocio y casinos impulsado por el magnate estadounidense Sheldon Adelson, amenaza con fagocitar el negocio de convenciones en Madrid, que ahora domina la empresa pública Feria de Madrid (Ifema). Según ha podido saber EL PAÍS, Ifema está incluido en las negociaciones del último año.

Después del aeropuerto de Barajas (que gestiona el Estado), Ifema es la segunda empresa en importancia de la región; este año planea organizar 479 congresos y convenciones empresariales. Según sus previsiones, atraerá a 2,6 millones de visitantes e ingresará 106 millones de euros. Ifema pertenece a la Comunidad de Madrid (31%), el Ayuntamiento (31%), la Cámara de Comercio (31%) y Bankia (7%). Es decir, es una empresa mayoritariamente pública, que sostiene 44.000 empleos indirectos y el 1,2% del Producto Interior Bruto (PIB) de Madrid.

El Gobierno regional presidido por Esperanza Aguirre (Partido Popular) lleva seis años pujando por atraer Eurovegas a la región, barajando incluso ventajas fiscales y cambios legales. “Será un centro de convenciones grandísimo como no hay en Europa”, dijo Aguirre el domingo, tras conocerse que Adelson había apostado por Madrid. Es decir, hará competencia directa a Ifema, aunque desde el Gobierno regional se niega: “Son complementarias; decir que compiten es como decir que Eurovegas compite con los casinos de Aranjuez y Torrelodones”.

Un alto responsable implicado en las negociaciones coincide en señalar que ambos proyectos son “compatibles”, pero admite: “Adelson ha visitado Ifema, y estuvieron pactando cómo quedarán ambas instituciones”.

Otras fuentes consultadas temen que la creación de trabajo prometida por Adelson (164.000 empleos directos y una aportación equivalente al 4,5% del PIB) sea a costa de canibalizar actividades existentes.

Ese alto dirigente añadió que, dentro de las negociaciones con Adelson, se han estudiado las posibles “sinergias” de Eurovegas con Ifema, sobre todo teniendo en cuenta que, como muy pronto, el proyecto estadounidense no echaría a andar hasta 2017, “y puede que entonces no haya aún espacio para convenciones sino únicamente hoteles y casinos”.

En su comunicado del pasado fin de semana, el magnate supeditó los plazos y la dimensión del proyecto a la financiación (aspira a obtener en los mercados dos tercios de la inversión, cifrada en 16.900 millones de aquí a 2022). En julio ya adelantó que en la primera fase solo se levantarían cuatro hoteles (12.000 habitaciones) y dos casinos. Hasta 2017, la empresa gastaría 5.724 millones.

Ifema ingresó 186 millones de euros en 2008, y ganó 26,5 millones. Dos años después, los ingresos se redujeron a 116,7 millones. El año pasado, la empresa se las vio y se las deseó para cerrar sin números rojos, y los beneficios fueron apenas testimoniales, aunque presumió de no necesitar dinero público.

Madrid presume de ser la sexta ciudad del mundo en importancia en turismo de congresos y convenciones (según los datos de 2011 de la asociación internacional del ramo), con 130 grandes reuniones y 53.900 asistentes. Barcelona, a la que desde la capital se acusa de usar dinero público para atraer eventos, ocupa el tercer puesto. No todos esos congresos terminaron en cualquier caso en Ifema, sino también en el palacio del paseo de la Castellana (del Ministerio de Industria, que está privatizando su gestión); en el hotel Meliá Castilla (con auditorio para 500 personas); y en la Universidad Complutense.

Según Carlos Díaz, presidente de los hoteleros madrileños, la región carece del canal de negocio para atraer convenciones de relieve, y depende de eventos de tamaño medio (pues carece de instalaciones para grandes reuniones) y fundamentalmente de carácter nacional. En efecto, solo uno de cada cinco congresos en Ifema tiene presencia internacional, y únicamente el 10% de sus 2,6 millones de visitantes viene del extranjero. Este año, planea acoger dos grandes citas: el congreso internacional de farmacia (30.000 asistentes) y otro de informática con 10.000 participantes. Fuentes de la Comunidad admiten: “Madrid tiene muchos problemas para organizar congresos mundiales de más de 2.000 asistentes”.

Díaz achaca la pujanza de Barcelona, que cuenta en su opinión con peores instalaciones, a la agilidad del organismo Barcelona Turisme, creado tras los Juegos Olímpicos de 1992 y en el que participan el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio local.

El presidente de los hoteleros madrileños no se muestra preocupado por el posible impacto de Eurovegas, que con 12 resorts (de cuatro o cinco estrellas) y 36.000 habitaciones equivaldría al 85% de la oferta actual en 50 kilómetros a la redonda. Además, expertos consultados recalcan que los hoteles-casino ofrecen un precio por habitación muy inferior a la media. En opinión de Díaz, esos resorts no aparecerán de repente, porque un proyecto así requiere “logística y económicamente” de mucho tiempo. Anticipa de esta manera que dentro de cinco años habrá a lo sumo dos hoteles en Eurovegas. “Harán uno, y si lo llenan construirán el segundo. El idealismo de determinados políticos, si lo bajas a la realidad...”, zanja.