Santiago vive el peor agosto hotelero en 10 años

Los hoteles de Santiago vivieron su peor agosto en diez años. Tras un mes de julio “nefasto, terrorífico”, los hospedajes de la capital gallega y su comarca cierran la época estival, la que tradicionalmente concentra la mayor ocupación, temiendo el “largo y frío invierno”. Las pernoctaciones bajaron el pasado mes en ocho puntos respecto al mismo periodo del pasado año. El 68,1% registrado hace bueno el flojo 74% del 2011 e instala una media muy lejana al poco más del 80% habitual de años atrás. El mes de julio se cerró con una ocupación incluso menor, del 55,5%. “Julio se comportó peor que cualquier otro mes de temporada media”, afirmó el presidente de la Asociación de Hostelería de Santiago, Xosé Manuel Otero, que apuntó también que la ciudad está perdiendo su liderazgo como centro turístico de Galicia. Los datos de las pensiones son peores que los hoteles: el 60% de ocupación en agosto está 13 puntos por debajo de la del año pasado. La caída “no es solo de nivel de ocupación, sino que también hay una caída muy importante en el precio medio”.

El resultado está provocado por la caída del turismo español, según el análisis de Otero. “El incremento de los peregrinos y la pequeña subida en el turismo internacional no fueron capaces de tapar el hueco del turismo español y portugués”, indicó. Pero también por “la ausencia de una buena promoción por parte de la Administración”, ya que la asociación considera que las políticas públicas no se están rigiendo por “criterios profesionales”. El panorama requiere “un remedio urgentísimo” que pase por eludir la dependencia del visitante español y una promoción “centrada en Europa, en países con los que tenemos vuelos directos o los podemos tener”. Otero criticó también la política turística del Ayuntamiento, que esta semana anunció que promocionará la ciudad en Japón, Estados Unidos y Rusia. “Tenemos que optimizar recursos y no ir dando palos de ciego”, criticó.

Los hosteleros piden una mejor planificación de la promoción turística

Como solución, Otero pidió copiar el modelo del aeropuerto de Oporto, “con más de 70 vuelos directos”. “El gran problema es el sistema aeroportuario, así no vamos a ninguna parte. Tenemos tres aeropuertos que no tienen aviones”, apuntó antes de lamentar que Lavacolla pierda este otoño las dos conexiones que tiene con Italia.

En comparación con el “descalabro” del verano, el mes de septiembre “se está comportando de forma extraordinaria”. Los turistas que llegan a la capital gallega este mes son, en su mayoría, grupos organizados que llegan desde Europa, “un producto seguro” para los hoteles que no se quedan “a la expectativa de reservas de última hora”, explicó Otero. “La ocupación está al doble de como empezamos agosto”, reconoció el hostelero. Las buenas previsiones se mantienen hasta mediados de octubre pero, con la llegada de noviembre, el sector se queda “ a la buena de Dios”. “Que Dios nos coja confesados porque va a ser un largo y frío invierno, sin planificación. Hay que incentivar un poco este invierno”, remató.