Manuel Peris, juez contra la dictadura

El nombre de Manuel Peris forma parte de nuestra historia judicial. Su reciente fallecimiento a los 85 años ha causado un comprensible impacto entre los magistrados progresistas de nuestro país. Fue uno de los pocos jueces que se implicaron en actividades clandestinas durante el franquismo y que se comprometieron en combatir la dictadura para apostar por la instauración de la democracia y de un Estado de Derecho. A principios de los años 70, Peris fue uno de los impulsores de Justicia Democrática, organización en la que participaron los juristas críticos de distintas profesiones. Posteriormente, se convirtió en uno de los fundadores de Jueces para la Democracia.

Peris desempeñó una intensa carrera profesional en la que estuvo destinado en los juzgados de Chelva (Valencia), Alora (Málaga), Alzira (Valencia), Nules (Castellón) y Barcelona. Al regresar a Valencia, ocupó el cargo de Juez Decano entre 1978 y 1984. De ahí pasó a la Audiencia Territorial. Entre 1985 y 1990 fue vicepresidente del CGPJ, donde se distinguió por sus aptitudes organizativas y por su apoyo constante a los compañeros de profesión. Y finalmente fue magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Su apuesta por un sistema de libertades y garantías ya la puso de manifiesto en su obra “Juez, Estado y Derechos Humanos”, publicada en 1976. El libro se convirtió en una especie de manual de referencia para los magistrados que se habían formado en las aulas y juzgados del franquismo, pero querían actuar desde una perspectiva de respeto a los derechos fundamentales.

"Fue una persona extremadamente culta, pero poco proclive a la ostentación. Un humanista de elevados principios"

Resulta un dato muy relevante que juristas valencianos muy cercanos personalmente a Peris, que le acompañaron en sus actividades contra la dictadura, hayan realizado igualmente aportaciones muy relevantes en la construcción de nuestro Estado de Derecho. Algunos son de mención obligatoria: Tomás Vives, prestigioso penalista y ex vicepresidente del Tribunal Constitucional; Gonzalo Moliner, actual presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo; y Pascual Sala, presidente del Tribunal Constitucional. Ellos participaron en el homenaje que se le rindió a Manuel Peris en el último congreso de Jueces para la Democracia, celebrado hace unos meses, y recordaron su carácter comprometido, ordenado y perfeccionista, que no desaparecía ni siquiera en las situaciones de riesgo propias de la clandestinidad. En el mismo acto, Manuel Peris pronunció un emocionante discurso, que finalizó con la ovación de los asistentes puestos en pie, en el que recordó unos tiempos en los que no existían libertades y en los que había juristas que soñaban con vertebrar una democracia constitucional. Un discurso casi póstumo que provoca reflexiones necesarias ante la actual situación de crisis del Estado Social y Democrático de Derecho.

Manuel Peris fue una persona extremadamente culta, pero poco proclive a la ostentación. Un humanista de elevados principios. Un hombre generoso que practicaba su compromiso de servir a los demás desde la responsabilidad, la coherencia y el altruismo. Todo ello se ha reflejado en sus últimas voluntades, al no aceptar ningún rito funerario y donar su cuerpo a la Facultad de Medicina. Como jurista, nuestro país debe agradecerle sus valiosas aportaciones para impulsar el tránsito desde una dictadura hasta un Estado de Derecho.

Joaquim Bosch es portavoz de Jueces para la Democracia.