El PSPV quiere dejar de concertar el bachiller a favor de la FP y los padres

“Hay plazas en la enseñanza pública”. El secretario de educación, formación, empleo e integración social de la ejecutiva del PSPV-PSOE, Miquel Soler, defendió el lunes que la Generalitat ha de suprimir los conciertos singulares mediante los cuales subvenciona en centros privados el bachillerato, un nivel educativo que no es obligatorio. Su propósito es destinar esos fondos a ayudar a las familias en asuntos como la compra de libros de texto, el transporte escolar, el comedor o las becas y ofrecer más plazas de programas de cualificación profesional inicial y de Formación Profesional (FP), donde el déficit es muy grave. Aunque no cuantificó económicamente la propuesta, el dirigente socialista señaló que esos conciertos singulares permiten a los centros cobrar a los padres también por la matrícula, contra lo que ocurre con los niveles de escolarización obligatoria, y esos fondos hacen falta para apoyar la enseñanza pública.

No proponen los socialistas suprimir los conciertos singulares con centros privados en FP precisamente porque es en ese ámbito en el que no se satisface la demanda —“miles de alumnos se han quedado sin plaza”, dijo Soler— y en cambio existe oferta pública suficiente en bachillerato. La medida afectaría a 106 de los 131 centros privados valencianos que imparten bachillerato y que disfrutan de conciertos singulares para unos 15.000 estudiantes.

La supresión de conciertos educativos debería ser completa, según los socialistas, para todos los niveles educativos, obligatorios y no obligatorios, en los siete centros concertados que segregan por sexos en la Comunidad Valenciana. La aplicación de las sentencias del Tribunal Supremo que impiden el apoyo con fondos públicos a centros docentes que discriminen educativamente a niños y niñas fue exigida por Soler y por la portavoz socialista de educación en la Cortes Valencianas, Pilar Sarrión.

Soler exige que se retire el concierto a los siete centros que segregan por sexos

“Será uno de los peores inicios de curso”, vaticinó la diputada sobre el periodo lectivo que comenzará el próximo viernes, debido a los recortes que el PP está aplicando a la enseñanza. Sólo 200.000 de los cuatro millones de euros de transferencias destinadas a rehabilitación y reforma de centros de Primaria se han gastado en la práctica de lo que presupuestó el Consell que preside Alberto Fabra, aseguró Sarrión. Añadió que en Secundaria “se ha comprometido el 40% pero se debe todo” y que a las universidades se les debe más del 70% de lo comprometido por la Generalitat.

“No podemos creer que sea un curso tranquilo porque el año pasado vimos cómo los alumnos, en noviembre, diciembre y enero, no tenían calefacción y los centros no podían pagar la luz y la limpieza”, comentó Sarrión, quien se lamentó de que, con toda probabilidad, en uno o dos meses “vamos a estar en la misma situación”.

Tanto Sarrión como Soler insistieron en criticar a la consejera de Educación, María José Catalá, por intentar sostener que no ha disminuido el número de profesores mientras aumenta el número de alumnos por aula y que no se han reducido las ayudas. Según Soler, habrá más alumnos por aula, una reducción del número de profesores, un incremento “espectacular” del coste de los estudios universitarios, una reducción del número de becas, así como de las ayudas a libros de texto y del apoyo al comedor escolar, un plan de plurilingüismo “que empobrece la enseñanza del valenciano”, una subida del IVA que afecta a los materiales escolares y un mayor fracaso escolar. Sobre este último aspecto, el dirigente del PSPV-PSOE recordó que la Comunidad Valenciana ha pasado de un 25% de fracaso escolar en el año 2000 a un 37%, con lo que se ha trasladado del “pelotón de cabeza al pelotón de cola”.

Según Soler, “cuando se adoptan decisiones hay que explicarlas y no engañar a la población”, como está haciendo el PP. El portavoz de la ejecutiva del PSPV-PSOE insistió en que “hay más alumnos, menos profesores, menos apoyo a las familias y menos ayudas económicas”. “Están engañando a conciencia a la población”, concluyó.