“La verdadera situación de Galicia se sabrá al día siguiente de las elecciones”
“El dinero de los colegios del Opus será para libros de texto gratuitos”
El líder de transición del PSdeG se ha convertido en candidato a una presidencia de la Xunta más al alcance de la mano que nunca. O al menos, más cerca que hace unos meses, cuando Feijóo parecía inexpugnable. Pachi Vázquez (Carballiño, 1954) habla de sus planes pero esquiva cualquier anticipo de lo que serán las listas electorales, incluida la decisión del exministro Francisco Caamaño —que optaba a disputarle la candidatura a la Xunta en unas primarias— de postularse como número uno por A Coruña. “Como secretario general tengo la obligación de ser respetuoso con el proceso de asambleas que comienza hoy y con las propuestas que hagan los militantes”, dice para escabullir la cuestión.
Pregunta. ¿Le ha cogido por sorpresa el anticipo electoral?
Respuesta. Todos calculábamos que adelantaba a noviembre. Pero en todo caso no es un adelanto inocente ni técnico; es un adelanto calculado para aplicar el modelo de Andalucía: primero votamos y después recortamos. La gente sabe que la intervención es cuestión de días o de meses, y que la derecha, con Feijóo y Rajoy a la cabeza, tiene una estrategia para ir al modelo de recorte en pensiones, despedir a trabajadores públicos y recortar el Estado del bienestar. El adelanto se deriva de una conversación en la que Rajoy le cuenta la verdad a Feijóo, y este actúa en términos electoralistas.
P. Si esperaba anticipo, ¿por qué fijó primarias en octubre?
R. No, quien convoca las primarias es el comité federal, que se constituye el 9 de septiembre. La ejecutiva gallega las convocó en tiempo y forma, el primer día que se podían convocar. Quien altera el calendario es Feijóo. Sabe usted que los procesos congresuales confluyen en la constitución del comité federal, que es el que convoca primarias. Era imposible convocar las primarias antes de que el comité se constituyese.
P. ¿No cree que todos estos congresos en tan poco tiempo han desgastado al partido?
R. La democracia tiene unos precios. En el PP, Feijóo se dedicó a ir clausurando congresos regionales sin celebrar el suyo. Tenía que hacerlo en primavera, pero Baltar, Barreiro y Louzán no se lo permitieron. Pero debemos cambiar para que todos los procesos internos se celebren el año siguiente de las autonómicas.
P. En la campaña de 2009, el PSOE acusó al PP de juego sucio. ¿Qué espera de esta?
R. Nosotros vamos a dedicar la campaña a conseguir una cosa: que los ciudadanos sepan que el PSdeG quiere ser la garantía de una apuesta por el crecimiento, el empleo y el blindaje de los servicios públicos. Probablemente la derecha intente como siempre embarrar el campo, pero solo tenemos la cabeza en decirle a los gallegos, a los 300.000 parados, a los 700.000 pensionistas, que es posible otra Galicia.
P. El PSdeG vivió este año un congreso reñido. ¿Están curadas las heridas?
R. En el minuto uno tras la convocatoria de Feijóo, el 100% de la organización política, exministros, diputados, senadores y alcaldes, todo el mundo cierra filas con un proyecto político apoyando al secretario general. Y vamos con un proceso de unidad admirable. Esto demuestra que cuando llega la hora de defender un modelo político estamos unidos.
P. Feijóo ha dicho que a usted solo lo apoya medio partido.
R. Es como si yo le digo que él es discutido porque solo lo votó el 43% en Galicia. No, no. Hay unas reglas de juego. Y más discutido que Rajoy no hay nadie en la política nacional. Hay unas reglas democráticas que él no practica, por eso no convoca congresos.
P. En 2009 los gallegos castigaron al bipartito ¿Qué de nuevo tendrá la oferta del PSdeG?
R. Yo creo que todos los gallegos, si comparan el Gobierno de coalición con el de Feijóo, se darán cuenta de lo que perdió Galicia. Vamos a ofrecer algo de sentido común. Sabemos perfectamente que el camino recorrido por este Gobierno conservador es estéril y doloroso, y sabemos que no hay atajos para salir de la crisis. Hay que apostar por nuestras universidades, por el conocimiento, por los sectores productivos, y no especulativos. Hay que apostar por lo que nos diferencia: el naval, sector lácteo, la piedra, la pizarra, la pesca, el eólico… ¿Qué proyectos sacó adelante Feijóo que generasen crecimiento y economía? Ni uno. Ofrecemos algo distinto a la derecha: que la culpa de esta crisis no la tienen ni la sanidad ni la educación, y no podemos hacer pagar esta crisis a nuestros pensionistas, a nuestros enfermos y a nuestros parados. Esta crisis la tienen que pagar los que nos metieron en ella, el sistema financiero especulativo. Hay que ir a un nuevo modelo de fiscalidad, lograr mayores ingresos e invertirlos. Vamos a cambiar el rumbo de Galicia. No podemos pretender que nos saquen de la crisis pensionistas que cobran 604 euros al mes.
P. ¿Qué errores cometió el bipartito?
R. Fuimos la primera comunidad autónoma que fue a unas elecciones en crisis. Y nos pasó como en las 29 elecciones que se celebraron en Europa en ese momento. La gestión fue buena, espectacular si se compara con este Gobierno. Cometimos algunos errores, pero vino una crisis que se lo lleva todo por delante, vino un agente externo que golpeó a aquel Gobierno de coalición. Pero si repasamos sus medidas, creo que se demuestra que fue un buen Gobierno.
P. ¿Reeditaría un bipartito?
R. Un partido político es como un equipo, que tiene que salir a ganar. Es cierto que los números están ahí y que en España las coaliciones están a la orden del día. Esa teoría de la derecha de que las mayorías son buenas cuando las tengo yo y malas si las tienen los otros… Si los ciudadanos deciden que haya un Gobierno de coalición, colaboraremos con eso.
P. ¿Presidiría un tripartito?
R. Yo voy a quedarme con un proyecto del partido socialista de Galicia, que sale con vocación de ganar, que todas las encuestas que tenemos ya dicen que va a ser una fuerza ampliamente mayoritaria. Cuando hablen los gallegos hablaremos nosotros.
P. Dice que la crisis se lleva gobiernos por delante, pero tras una legislatura Feijóo resiste en las encuestas mejor que Rajoy ocho meses después.
R. Eso lo veremos cuando abramos las urnas. Lo que no cabe duda es que este es un presidente que se dedicó más a cuidar su imagen que a cuidar a Galicia. Los parámetros de Galicia son tremendos: el próximo Gobierno se va a encontrar con la realidad de este país, con un paro que crece en Galicia un 70% estos tres años, frente a un 40% en España. Y de los datos contables, la verdadera situación del déficit la conoceremos al día siguiente de las elecciones. Todos sabemos que cerró la contabilidad el 30 de septiembre, y que esa contabilidad no es real. Tenemos cientos de empresas llamándonos porque no cobran de la Xunta. Las grandes obras públicas están paralizadas porque no se pagan certificaciones. Esa imagen cosmética del presidente es claramente electoralista. La realidad de Galicia la vamos a saber cuando el nuevo Gobierno gallego abra los cajones y se encuentre lo que sabemos que está ahí, pero que el Parlamento y la Xunta ocultan. Asumo el compromiso de dedicar todo el esfuerzo a la creación de empleo para nuestros jóvenes. Sin los jóvenes y las mujeres este país no andará nunca. Y debemos aumentar la fiscalidad, recaudar dinero e invertirlo en crecimiento económico. Me parece de una gran crueldad colocarle el problema de la crisis a nuestros pensionistas, cobrarles 33 millones de euros por los medicamentos en una sanidad que cuesta 3.500 millones. ¿No habrá de dónde sacar 33 millones sin exprimirlos? Se trata de girar completamente la dirección de un Gobierno neoliberal al que solo le preocupa cuadrar las cuentas, y ni así las cuadra. Galicia debe 7.200 millones, y a estas dos cajas hay que darle 9.000 millones. Más que toda la deuda de Galicia en 30 años de democracia. ¿Y le vamos a dar este banco a un banco privado?
P. ¿Qué cree que le conviene a Galicia que pase con los escindidos del BNG?
R. El Bloque está fuerte, según los datos que manejamos. Nos encontramos en un momento en que hacen falta todos los votos de la izquierda para crear un proyecto para este país. El voto útil va a ser clave. Desperdiciar un solo voto en formaciones que no van a llegar al Parlamento es un derecho legítimo, pero no se debería hacer, hay que concentrar el voto. Tenemos que habilitar espacios para que esa gente que optaría por formaciones extraparlamentarias se sienta cómoda. Nos vamos a jugar todo por un puñado de votos, no se puede perder un solo voto de la izquierda.
P. ¿Cuál será la primera ley que lleve al Parlamento si es presidente?
R. Hay tantas cosas… Pero las primeras medidas van a tener dos grandes objetivos: crear recursos para un modelo económico distinto y blindar los sectores públicos. Y vamos a garantizar a nuestros mayores que no van a pagar esos medicamentos. Revisaremos el copago, por supuesto. Si aplicamos un impuesto a la banca como tiene Andalucía, Extremadura o Canarias generamos el doble de ingresos que cobrándole a nuestros mayores. Las primeras serán medidas de carácter fiscal para llevar la crisis al lugar donde nació, al sistema financiero. En Galicia quien más tiene es el que menos paga. Iremos a una nueva fiscalidad distributiva, para hacer políticas de crecimiento, de apoyo a las universidades, al empleo juvenil.
P. ¿Cómo piensa hacer eso con un presupuesto de menos de 9.000 millones de euros?
R. Pondré encima de la mesa medidas para generar unos ingresos de en torno a 400 millones de euros. Impuestos a la banca, a los grandes patrimonios, a los tramos de renta superiores a los 120.000 euros, fiscalidad verde, impuestos a las grandes áreas, a las sucesiones.
P. ¿Cómo es ese modelo fiscal?
R. Nuestra propuesta es que las rentas por encima de los 120.000 euros tendrán recargo. Después hay otros impuestos. Al final, el dinero hay que pedírselo al que lo tiene, no al que no lo tiene. Los recortes nos hacen más pobres, traen más recesión, menos consumo, más desempleo. Y vamos derechos por el camino de Grecia. Vamos a romper radicalmente con esa rendición neoliberal que lidera Feijóo, que divide a los gallegos entre los que pueden pagar y los que no.
P. Además del copago, ¿qué medidas de Feijóo desmontará?
R. La primera es esa atención sanitaria segregada a las personas sin recursos.
P. ¿Derogará el decreto del gallego?
R. El gallego nunca fue un punto de desunión entre nosotros. Con Fraga vivimos con unas normas que nos permitieron convivir a todos. Ni para Fraga ni para nadie fue un problema, solo para Feijóo. Este decreto no puede seguir, debe ser sustituido y debe nacer otro del consenso de todos.
P. ¿Paralizará el concurso eólico?
R. Está paralizado, no hace falta paralizarlo. El presidente debe explicar por qué lo acusa un tribunal de desviación de poder, que es lo más grave de lo que le pueden acusar. Debe explicar por qué dejamos de ser la primera potencia eólica en España y en su período pasamos a hacer cero megavatios. Está pasando algo gravísimo: la empresa más potente del sector que es Gamesa hace un ERE con el 100% de sus trabajadores, mientras el presidente sigue negándolo todo. Se cargó no el plan eólico, la política de renovables. Y Feijóo, que recurrió el decreto del carbón, fue incapaz de recurrir el de las renovables, vital para la economía gallega.
P. ¿Rescatará la concesión del hospital de Vigo?
R. El hospital de Vigo está paralizado, y un acuerdo con las empresas será más que posible para reconducirlo hacia un hospital público. Diga lo que diga el presidente, todos sabemos que no tiene financiación ni lo van a hacer. Dejan pasar el tiempo hasta las elecciones. Yo apuesto por un gran acuerdo con las empresas para hacer la construcción y convertirlo en un hospital público.
P. ¿Mantendrá un modelo como el actual de ocho consellerías?
R. Es posible incluso reducir el número de consellerías.
P. ¿Repondrá a los delegados provinciales de las consellerías?
R. En este momento sigue habiendo los mismos, más los delegados de la Xunta en cada provincia. Esa ficción que creó el presidente, no hay más que ver el capítulo I de personal para desmontarla.
P. ¿Habrá vicepresidente si gobierna?
R. Esos temas se decidirán en el futuro. Lo que le digo es que habrá un presidente que gobierne este país. Uno.
P. ¿Qué porcentaje de renovación sería óptimo para las listas?
R. Tenemos miles de personas en el partido y la clave es escoger a los mejores. Esto no tiene un corte del 40, el 50 o el 90%. Hay que escoger a los mejores y estoy seguro de que lo conseguiremos.
P. ¿Tuvo en alguna ocasión la sensación de que el grupo parlamentario conspiraba contra usted?
R. No. Yo llevo mucho tiempo en política, y la derrota es dura. Y cuando un partido sufre derrotas es normal que haya diversidad de opiniones. Pero no tengo más que palabras de agradecimiento para toda la gente que trabajó conmigo.
P. ¿Cederá el testigo del PSdeG si no consigue gobernar?
R. Yo solo contemplo una posibilidad clara, que es darlo todo, gobernar este país y serle útil a mi partido. Siempre, sean cuales sean los resultados, voy a estar a disposición de mi partido.
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