El Sergas gasta 33 millones más por bajas laborales

Con el Parlamento disuelto ese mismo día, el pasado martes la Xunta comunicó a la Cámara las modificaciones que realizó en julio del presupuesto autonómico aprobado para todo este año. En el documento explica que ha tenido que destinar casi la mitad del fondo de contingencia, una reserva para situaciones de emergencia o imprevistos, a pagar bajas y sustituciones de trabajadores del Sergas. También oficializa la incorrecta previsión del Gobierno gallego de las transferencias estatales que esperaba recibir y que finalmente no han llegado, lo que obliga a recortar en 62 millones distintas partidas, fundamentalmente de políticas de empleo.

Las modificaciones del presupuesto son habituales para ajustarlo a medida que se va ejecutando, dedicando partidas que no se han gastado a actuaciones que ya han agotado su previsión inicial. Pero las modificaciones realizadas en julio son especialmente significativas.

El Gobierno gallego reconoce que el gasto real en sueldos del Sergas será este año superior a lo previsto en los Presupuestos. La sanidad gallega pidió en julio 60 millones de euros más de los que tenía asignados “para hacer frente a las nóminas de julio a noviembre del personal que es necesario nombrar para realizar sustituciones por causa de las bajas por enfermedad y otras ausencias varias”, así como para los sobresueldos necesarios para mejorar la atención especializada.

La mitad de esos 60 millones se ha obtenido de remanentes sin gastar de distintos centros sanitarios pero la otra mitad, algo más de 33 millones, se ha sacado del fondo de contingencia, que este año ascendía a unos 77 millones. Esto es, el 43% del dinero que la Xunta se reservó para emergencias o imprevistos durante todo el año se ha tenido que dedicar a pagar sustituciones de trabajadores sanitarios durante cinco meses. Y eso a pesar de que, tras la aprobación de los presupuestos, entraron en vigor nuevas disposiciones que permiten no abonar los primeros días de una baja, lo que debería haber supuesto un ahorro que se sumaría al de las restricciones farmacéuticas. Un portavoz de Sanidade se limitó a explicar que estos gastos imprevistos son fruto de la dificultad para anticipar la demanda asistencial que atiende un colectivo de 40.000 trabajado

En cuanto al descenso de las transferencias del Estado respecto a las previsiones iniciales, la Xunta se ve obligada a reducir 62 millones en diversas partidas, la mayor, 44,3 millones para políticas activas de empleo.