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El rock que baila Feijóo

Los Limones vuelven a Ferrol para celebrar sus bodas de plata

Un momento de la actuación de Los Limones, le noche del pasado jueves en Ferrol.
Un momento de la actuación de Los Limones, le noche del pasado jueves en Ferrol.GABRIEL TIZÓN

Vivo al lado del mar, en un pueblo donde perder es lo normal.... El arranque de Ferrol, la canción más celebrada de Los Limones, la mítica banda ferrolana de finales de los ochenta, volvió a sonar ayer en el centro de la ciudad de los astilleros en peremne crisis que la inspiró. La corearon centenares de voces de todas las edades y estratos: los del jersey al hombro y los que lo amarran a la cintura, ediles del gobierno popular y chavales en pleno botellón disimulado que aún ni habían nacido cuando se escribió.

Los Limones o, lo que es lo mismo, Santi Santos (Ferrol, 1964), el único componente que perdura de la formación inicial, se dio el jueves por la noche un baño de masas en su ciudad natal para celebrar sus bodas de plata musicales con un concierto gratuito en la céntrica plaza de Amboage, en la recta final de las fiestas de verano. Fue la “guinda insuperable” a la gira de su 25º aniversario: Cientos de bares, cientos de canciones.

Desde la banda de aficionados que Santos fundó en 1983 con otros tres compañeros del colegio Montefaro —se hacían llamar Los Limones del Caribe por la chica guapa del anuncio de un desodorante— hasta el grupo que compuso en gallego el himno de campaña para el PP de Alberto Núñez Feijóo en 2009, hay tres décadas de trayectoria musical discontinua, con una decena de discos por medio y muchos miembros itinerantes.

El grupo se disolvió en 1997 y resurgió en 2001 con altibajos. Anteayer, muchos de sus antiguos y nuevos componentes desfilaron por los 16 metros del escenario en un concierto bilingüe que se estiró más de tres horas, hasta la madrugada del viernes, en una plaza llena, que no abarrotada.

El líder del grupo, Santi Santos, es el único superviviente de la banda inicial

Rozando los 50 y con camisa blanca a juego con las canas que peina, Santos disfrutó e hizo disfrutar a un auditorio intergeneracional con un repertorio que intercalaba temas propios —en gallego y castellano— con canciones de Los Secretos y versiones de otros temas muy conocidos como Acuarela, de Seguridad Social.

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Demostró que tiene cuerda y voz para rato y alternó la armónica con la guitarra originaria de la banda limonera. “Es de la tienda de Montalbo y lleva conmigo 25 años”, confesó, sentimental. Se define como “un obrero de la guitarra” y con ella, tocó El canto de la sirena, una de sus mejores contribuciones al pop español en las listas de éxitos, y otras melodía conocidas como Trenes sin destino, Es mejor o Contrabando y surf.

Para la traca final se reservó el bis de Ferrol, la más celebrada, y posiblemente de las pocas que siguen sonando en las noches de algún garito nostálgico dentro y fuera del municipio. Un himno generacional tirando a derrotista que sigue vigente en una ciudad donde poco o casi nada cambia, y a menudo, es a peor. Hoy empezó a llover y todo va a seguir igual, cantó melancólico. “Somos especialistas en crisis y en estos 20 años, aquí no ha variado el guión”, reflexiona.

El tema formaba parte del álbum Música clásica (1992) y cuando se compuso la Unión Europea le acababa de dar la estocada a Astano, motor económico de una comarca que vive por y del naval. Un cuarto de siglo después, los astilleros públicos de la ría se enfrentan al peor tramo de la crisis con las gradas vacías y la promesa de un contrato con Pemex que no se concreta.

"Feijóo y Rueda son de mi generación y se saben mis canciones"

En el último lustro, Santos se ha diversificado componiendo un himno a medida para el Getafe Fútbol Club —“vivo por allí cerca”, explica— y dos temas por encargo, también a medida, para las campañas electorales del PP gallego. La capital del mar fue la banda sonora del exregidor Juan Juncal en las elecciones municipales que perdió en 2007 y, dos años después, cantó Chegou o momento para Alberto Núñez Feijóo. Los Limones también tocaron para la cúpula del PP en la romería de Silleda.

A Santi Santos (su nombre real es Santos Fernández López) no le preocupa que lo encasillen como un músico del PP y deja claras sus preferencias: “Soy de Feijóo y de su vicepresidente [por Alfonso Rueda, conselleiro de Presidencia y número dos del PP gallego], que me encanta. Son de mi generación y se saben mis canciones”, presume. Su último trabajo, Arriba las gaitas, se publicó en 2010.

Casi tres horas después de arrancarse a cantar el jueves en Amboage, Santos echó el cierre al concierto estrella del 25º aniversario de Los Limones con un popurrí galaico de manual que saltó del Miña terra galega, de Siniestro Total, al clásico Miudiño. El líder de Los Limones fue el protagonista absoluto de un recital que exprimió, incombustible, hasta el último minuto con “diez cañas” de gasolina. “Toda la vida quejándome de que no tocaba en Galicia y este verano me he resarcido. Tardaré siglos en olvidarme del concierto en Ferrol, si es que un día me olvido”, acaba.

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