Feijóo se la juega sin reforma electoral

Feijóo se ha sometido al desgaste de proponer una reforma electoral que beneficiaría claramente al Partido Popular, pero no disfrutará de sus ventajas. Tras semanas de debate sobre lo que PSdeG y BNG han tildado de pucherazo, el presidente de la Xunta se ha visto forzado por el lehendakari, Patxi López, a disolver anticipadamente el Parlamento y, por lo tanto, a renunciar a la supresión de 14 escaños con la que podría haberse asegurado la victoria electoral. Tras lo que la oposición interpreta como una muestra de debilidad, ayer anunció la convocatoria electoral para el mismo 21 de octubre en el que votarán los vascos, cuatro meses antes de tiempo, lo que convertirá la actual en la legislatura más corta en la historia de la autonomía. Se la jugará con las mismas reglas que han regido las elecciones gallegas desde 1993.

Seis días de cavilaciones después, los que transcurrieron desde que Patxi López anunció su calendario, el presidente de la Xunta desveló sus planes el último día hábil que tenía para hacerlo si iba a un anticipo. A las 8.30 horas de ayer, un sms del gabinete de comunicación informaba de la reunión extraordinaria del Consello de la Xunta a las 10.00. Hacia el mediodía, Alberto Núñez Feijóo informaba a los medios de comunicación de la convocatoria electoral, y de los tres motivos que argumentó para justificar su decisión, uno está directamente relacionado con la frustrada reforma de la Ley Electoral.

Apeló Feijóo en su explicación a la necesaria “unidad política” y al “entendimiento de los partidos”. “Los últimos acontecimientos dejan ver con claridad que, en la actual situación política en Galicia, ya solo hay interés en alimentar y hacer crecer la disputa partidista”, sostuvo. Y uno de esos acontecimientos no es otro que “la negativa de la oposición a reducir los costes del Parlamento”, en referencia a la reforma, lo que le hizo vaticinar que la actual “actitud improductiva y de desunión” irá en aumento.

Otra de las causas en las que basó su decisión de ir al mayor adelanto electoral de la comunidad autónoma fue la de apostar por la “estabilidad política”. Si en 2011 reclamó que las elecciones generales deberían celebrarse de forma conjunta, porque “no era bueno ese período de inestabilidad electoral y de permanente competencia partidaria en apenas seis meses”, ahora, por “responsabilidad y coherencia”, juzgó conveniente asumir la fecha fijada por Patxi López para el País Vasco.

“Me parece razonable, tal y como está en este momento en cuestión el Estado de las Autonomías, no hacer dos convocatorias con una distancia de 130 días”, explicó, tras presentarse a sí mismo como “un defensor” del modelo autonómico. Espaciar las dos convocatorias conllevaría “un mensaje poco edificante a los ciudadanos”, dijo, lo que le llevó a admitir lo indiscutible: que la convocatoria de los comicios en el País Vasco fue “decisiva” para él.

La tercera razón del argumentario del presidente tiene que ver con los Presupuestos de 2013. Antes de que se le pudiese reprochar que el anticipo aboca al próximo Gobierno gallego a iniciar el año con las cuentas prorrogadas, se defendió a la contra: al adelantar los comicios, explicó, permite que sea el Ejecutivo que salga de las urnas el que aplique sus propias recetas económicas, en lugar de heredar las del Gobierno saliente. Feijóo aseguró que, no obstante, dará instrucciones a tres de sus conselleiros para que trabajen en los Presupuestos de 2013 con la idea puesta en revalidar la confianza de los gallegos. Pero no los dará a conocer. Se evitan así los populares el desgaste de unas cuentas necesariamente restrictivas.

No aclaró Feijóo si consultó o no con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la fecha de las elecciones. Preguntado al respecto, se limitó a contestar que el también presidente nacional del PP conoció la fecha exacta de la convocatoria electoral en la noche del domingo. “Quiero agradecerle públicamente el máximo respeto a la decisión que le comenté, de adelantar 130 días la fecha electoral”, añadió. “Estoy convencido de que él es el primero en aceptar y suscribir que, del mismo modo que cuando nombro conselleiros, es lo que considero oportuno, también cuando decido el día exacto de las elecciones estoy ejerciendo exclusivamente la competencia que me corresponde”, zanjó el presidente gallego.