Homenaje al cementerio marino

Es uno de los pocos camposantos marinos que existe en el mundo. Además de sus espectaculares vistas al Atlántico, cuenta entre sus inquilinos con numerosos ilustres creadores, científicos, intelectuales y políticos de los dos últimos siglos de la historia de Galicia. Y alberga de los mejores ejemplos de los cultos y la arquitectura funerarios desde el neolítico al siglo XIX. El innegable valor artístico, histórico y cultural del cementerio coruñés de San Amaro atrae a los vivos.

Con motivo del bicentenario de un lugar santo de reposo que sigue plenamente en activo, el Ayuntamiento de A Coruña recupera su explotación turística organizando un homenaje poético y musical, el próximo sábado, así como 18 completas visitas guiadas y gratuitas que se sucederán, algunas en horario nocturno, hasta finales de diciembre.

Allí yacen Murguía, Curros Enríquez, Pondal, Seoane y Fernández Flórez

Ya están agotadas las reservas para las cinco primeras programadas en septiembre. Solo se permiten 40 plazas por cada día, previa inscripción en la Oficina Municipal de Turismo. Una prueba del interés que suscita este singular cementerio, equivalente, a escala más pequeña y galaica, de uno de los más celebres y visitados del mundo, el también bicentenario Père-Lachaise de París donde yacen Molière, Paul Eluard, Marcel Proust, Apollinaire, Chopin, Oscar Wilde, Édith Piaf, o Jim Morrison, el cantante de The Doors.

Las construcciones funerarias van desde el dolmen hasta el gótico

En A Coruña, reposan en San Amaro ilustres músicos como Marcial del Adalid, Castro Chané o Eduardo Diehl así como insignes poetas y escritores gallegos como Eduardo Pondal, Manuel Murguía, Luís Seoane, Wenceslao Fernández Florez o Curros Enríquez. Memorable fue el entierro de este último hace más de un siglo: unas 40.000 personas en una ciudad cuyos comercios cerraron para la ocasión acompañaron hasta su última morada a este popular poeta muerto en La Habana, uno de los más musicalizados junto a Rosalía de Castro. Textos y partituras de todos ellos protagonizan el programa de la velada poética-musical que organizó el Ayuntamiento para el sábado con el fin de homenajear a todos los enterrados a través de las creaciones de algunos de sus más ilustres compañeros de tumba. Habrá versiones originales o más contemporáneas como las de la mítica orquesta Los Tamara cuyo cantante Pucho Boedo, también reposa en San Amaro.

Hay un memorial del Partido Comunista junto a soldados nazis

El cementerio se abrió en 1812 en los entonces arrabales de la ciudad, camino de la Torre de Hercules, la universal morada del rey celta de Galicia, Breogán. No solo su nombre hace referencia a la tradición popular gallega y los mitos paganos-cristianos en busca del alén o más allá. El celtismo atlántico está muy presente en el camposanto coruñés como descubre el itinerario por sus secretos, uno de los cuatro diseñados por el historiador Suso Martínez para estas visitas guiadas. Así se puede contemplar una representación fúnebre de la Moura, una prehistórica figura céltica del arco atlántico, un mausoleo con llamas que el viento porta hasta el mar, como mandan los canones célticos del culto a la muerte, o las tumbas de los O’Donnell, la familia del líder de la nobleza irlandesa que se consideraba directo descendiente de Breogán. Durante el recorrido artístico por lápidas, nichos y panteones, Martínez incluye una parada desde el alto de una escalinata en la que se divisa el valor patrimonial del cementerio coruñés desde el neolítico hasta el siglo XIX, con una sucesión de construcciones funerarias que van desde el dolmen hasta ejemplos singulares del románico, el gótico o el clasicismo.

Significativo también es el elenco político de San Amaro, que alberga un memorial del Partido Comunista de Galicia a dos populares guerrilleros y un monumento a las víctimas de la primera huelga general del movimiento obrero gallego, en 1901. Larga es la lista de represaliados republicanos y galleguistas fusilados antes, durante y después de la Guerra Civil, como los hermanos Vilar Ponte, fundadores de las Irmandades da Fala o Ramón Pérez Costales, ministro de la I Républica. Son vecinos de lápidas con franquistas locales e incluso 16 soldados alemanes que perecieron en el naufragio de su buque, en plena II Guerra Mundial, en Estaca de Bares.