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JAIME AZPILICUETA | Director de teatro

“Un musical pasa el examen en Broadway”

Dos montajes del director donostiarra, 'Sonrisas y lágrimas' y 'My Fair Lady' coinciden en la cartelera durante la Aste Nagusia

Jaime Azpilicueta.
Jaime Azpilicueta.

Jaime Azpilicueta (San Sebastián, 1941) dirigió en 1975 su primer musical, Jesucristo Superstar, con Camilo Sesto a la cabeza del reparto. Convertido en el especialista del género en lengua española, asiste en Bilbao a la competencia entre dos de sus montajes Sonrisas y lágrimas y My Fair Lady, que coinciden en la cartelera durante la Aste Nagusia.

Pregunta. Tendrá el corazón partido entre Sonrisas y lágrimas y My Fair Lady.

Respuesta. Corazón partido pero, también, unido. Parte del equipo de ambas producciones ha sido el mismo. Estoy muy feliz con las dos producciones que son rivales pero no enemigas. Ojalá estén llenos los dos.

P. Son dos modelos diferentes de musical. My Fair Lady es una obra alrededor de una figura, Paloma San Basilio, y Sonrisas y lágrimas más coral.

R. De My Fair Lady dicen que es el musical perfecto porque aúna un texto prodigioso y una música que todo el mundo conoce. La gran ventaja de las dos es que son populares, la gente se identifica mucho con la historia, con lo que le pasa a María cuando ya no quiere ser monja y se enamora del barón, y le importa lo que le pasa a la pobre Eliza Dolittle que convierte en algo parecido a una princesa. Son dos grandes clásicos. El musical es teatro y da igual la fórmula, lo importante es que la historia te agarre.

P. ¿Por qué el musical sigue recurriendo a los clásicos?

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R. Es lo mismo que pasa en las obras de texto. ¿Cuándo se deja de hacer Hamlet?

P. Pero en el musical dominan los reestrenos o las recopilaciones de canciones conocidas.

R. No, no creas. Se estrenan todos los años entre ocho y 10 musicales nuevos, pero unos resisten y otros no. El examen de aprobado hay que pasarlo a través de Broadway o Londres. En Broadway, sobre todo, no te perdonan que no sea totalmente maravilloso. Al musical le ocurre, como a la zarzuela, que parece que no hay obras nuevas. Lo que pasa en que es difícil que lleguen. ¿Qué pasa con My Fair Lady? Que es un tema eterno. ¿Sonrisas y lágrimas? Que se sigue viendo aunque pasen la película de madrugada. El clásico se hace a sí mismo, no se puede fabricar.

Es teatro y lo importante es que la historia te agarre”

P. ¿Y por qué funcionan mejor los que llegan de Londres o Nueva York?

R. El musical cada vez es más caro de producir. En España se hacen musicales estupendos. Hoy no me puedo levantar o Los 40 han sido grandes éxitos, netamente españoles. Pero si la producción quiere asegurarse el retorno de la inversión prefiere El fantasma de la ópera o en El rey león, que un proyecto nuevo. ¿Cómo va a fallar Mamma Mia? Es universal. Un productor está suspirando por algo así. Y el éxito no está garantizado.

P. ¿Difícil trabajar con niños?

R. Es difícil porque la ley no les permite trabajar más que dos veces por semana y obliga a tener varios repartos. Pero es maravilloso que los niños descubran la magia del teatro. Participar en Sonrisas y lágrimas debe ser una experiencia inolvidable para el resto de su vida. Les enseñamos que es el teatro por dentro.

P. ¿Responden?

R. Asombrosamente. Es una gran escuela para los niños con cosas muy emocionantes.

P. ¿El musical ha echado raíces en España?

R. Sí, antes era esporádico porque no había producción. Ahora hay producción y gente preparada. El musical, si es bueno, no engaña con lo que promete: un espectáculo visualmente bello, atractivo, grandes luces y decorados, música y baile, aparte del texto.

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