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Un incendio obliga al cierre temporal de una conservera de Bueu

Un cortocircuito en las máquinas, causa probable del fuego en la factoría de Palacio de Oriente

Las instalaciones de la conservera Palacio de Oriente en Bueu se vieron ayer afectadas por un incendio en su nave de producción que obligará al cierre temporal de la fábrica, que emplea a unas 40 personas. La proximidad de la planta a las cocheras del parque de bomberos de O Morrazo, situados ambos en el polígono de Castiñeiras, permitió una intervención rápida y evitó la destrucción total de la planta, que salvó su área de almacenamiento y las oficinas. El incendio se sofocó pasadas las 10.00, sin ningún trabajador herido. Las causas están todavía por determinar aunque según el alcalde, Félix Juncal, el origen de las llamas pudo estar en un cortocircuito en una de las máquinas, adquirida recientemente.

“Si llegamos a tardar diez minutos más, habría sido una catástrofe”, explican desde el parque de bomberos, adonde acudió corriendo una trabajadora de la planta para dar la voz de alarma en torno a las 6.50. Tres camiones se pusieron en seguida a trabajar, a los que se sumaron posteriormente cuatro vehículos nodriza procedentes de Ribadumia y Porriño. También fue posible limitar la contaminación del río Bispo, que discurre por la zona y que va a dar al puerto, a donde se temió que se pudiesen filtrar aceites, restos de goma quemada y productos químicos.

Bomberos alerta

De haberse demorado la reacción de los bomberos, las llamas podrían haberse extendido al área de almacenamiento, con materiales mucho más sensibles al fuego que habrían provocado un escenario similar al que hace ocho meses supuso la destrucción de la conservera Lago Paganini en Moaña. “Si llega a prender un barril ahí la gravedad habría sido mucho mayor”, apuntó Juncal, “relativamente satisfecho” de que no se quemase toda la maquinaria. Los bomberos siguieron alerta durante la tarde para evitar que algún rescoldo reavivase las llamas.

La fábrica, propiedad de conservas Alonso, tendrá que paralizar su actividad durante un plazo que está por determinar. “Todavía no se puede definir exactamente. Tendrán que entrar los técnicos, evaluar el siniestro y ver el tiempo que se necesita para llevar a cabo las reparaciones necesarias”, apunta Juncal. El supuesto cortocircuito tendrá que ser analizado hoy por la policía judicial. La máquina estropeada está valorada en cerca de 36.000 euros, según los bomberos.

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