“Por tocar ‘folk’ a veces te sientes como un músico de palo”
“Desde el concierto en Madrid la gente en San Sebastián nos mima mucho”, afirma el músico donostiarra El grupo está formado por cinco amigos de entre 19 y 22 años que aún no han terminado la carrera
Joe La Reina son cinco chavales, cinco amigos entre los 19 y 22 años, todavía sin terminar la carrera, y viviendo su sueño: grupo con apenas un año de existencia, contrato con discográfica y un trabajo en la calle, Change of Masks. Cuatro guipuzcoanos y un navarro que hacen folk y que ayer ofrecieron una de las propuestas musicales más interesantes —o al menos diferentes— de la Semana Grande con dos conciertos en las terrazas del Kursaal. Habla Luis Malcorra (San Sebastián, 1990), vocalista de Joe La Reina, mientras el resto de componentes —Jaime Artetxe, Iñaki Oro, Carlos Erasu y Nicolás Pérez— se preparan para la primera actuación y compran nuggetsen el McDonalds.
Pregunta. ¿Cómo han vivido el último año?
Respuesta. Ha sido todo muy intenso. Han pasado demasiadas cosas, un año que no nos esperabamos, nos fichó la discográfica, hicimos un par de conciertos y ahí empezó todo. Hemos estado un poco bajo presión, nada más empezar que te pongan ahí... Hemos dado 20 conciertos, hemos estado en Madrid, en Biarritz, en Castellón,...
P. ¿Cómo ha respondido el público?
R. Donde realmente tuvimos un público más carismático fue en nuestro primer concierto en Madrid [en enero, con McEnroe]. Fue cuando empezamos a llamar la atención, se corrió la voz y ahora aquí, en San Sebastián, la gente nos mima mucho.
P. ¿De aficionados a profesionales cambia la complicidad con el público?
R. Al ser del norte somos bastante tímidos, somos un poco pesimistas igual y muy exigentes. Nunca salimos muy contentos de un concierto, pero luego ves que a través de las redes sociales la gente te felicita, te da la enohorabuena, te escribe.
P. ¿Por qué folk?
R. Es algo que también nos planteamos nosotros. Empezamos con ese estilo porque siempre nos ha gustado a todos, esa base acústica, de Bob Dylan, Neil Young o Leonard Cohen, nos ha influido mucho. Cuando decidimos montar una banda sólida arrancamos por ese camino, pero para el disco que estamos preparando para después de Navidad estamos experimentando un poco más.
P. ¿Qué otros caminos están explorando?
R. Para empezar el idioma, y tenemos un par de ideas que estamos trabajando: más guitarra, más teclado.
P. ¿El idioma?
R. Con el inglés no nos está yendo mal, pero al final, cualquier músico, artista que quiera transmitir algo necesita ser coherente. Me arreglo con el inglés, pero no es mi lengua materna. Igual con el castellano podría transmitir más. Si a la hora de dar un concierto la gente no entiende muy bien lo que estás diciendo... Se acaba echando de menos algo.
P. Pero precisamente, una de las grandezas de la música es la capacidad de transmitir una sensación aunque no se termine de entender una letra.
R. Es verdad, la música tiene esa imagen. Un poema te puede transmitir mucho, pero la canción, además de poema, su mayor carga debe ser la música, unas simples notas de una guitarra te pueden emocionar.
P. Hace unos años que un grupo vasco tocara folk y no rock se podría considerar una herejía.
R. Hemos crecido en un ambiente en el que se lleva más el rock y a veces te sientes marginado, incluso acomplejado, que eres un músico de palo, que intenta ir de algo, pero al final tienes que encontrar tu camino.
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