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El nieto de la asesinada en Ourense se entrega en la cárcel entre lágrimas

El sospechoso del crimen estuvo escondido en las proximidades de la ciudad

El cadáver de la mujer asesinada en Ourense es retirado de su domicilio, el pasado miércoles.
El cadáver de la mujer asesinada en Ourense es retirado de su domicilio, el pasado miércoles.BRAIS LORENZO (EFE)

A la policía no le dio tiempo a encontrarlo. José Luis Pérez, el nieto de la septuagenaria asesinada a golpes en su vivienda del centro de Ourense, se entregó ayer por la mañana en el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar. El hombre, de 29 años, estuvo en paradero desconocido durante dos días mientras la policía había ampliado a toda España su búsqueda al considerarle el principal sospechoso del crimen.

Llorando y a primera hora. Así se presentó ante los funcionarios del centro penitenciario de Pereiro a las ocho y cuarto de la mañana de ayer. Al llegar allí se identificó y los empleados elevaron la alerta ante la policía nacional. Los funcionarios de la puerta avisaron al jefe de servicio y en cuanto lo vio, José Luis se abrazó a él y rompió a llorar. Según fuentes policiales, se entregó “porque no aguantaba la presión”. El nieto de la mujer pasó el día de ayer en los calabozos de comisaría, donde le fue tomada declaración por los agentes. Hoy sábado será puesto a disposición judicial. El Juzgado de Instrucción número 1 de Ourense mantiene declarado el secreto de sumario en todo lo relacionado con el crimen desde el hallazgo del cadáver, el pasado miércoles. José Luis fue visto la misma mañana en la que encontraron el cadáver de su abuela frente al portal. Por la tarde, varios testigos aseguran que paseaba por la ciudad. La policía llegó a localizar su coche horas después, pero, ante la absoluta ausencia del sospechoso, decidió ampliar la búsqueda a todo el territorio nacional. El joven no había ido lejos y en realidad seguía escondido en las inmediaciones de Ourense.

El hombre conoce bien la prisión de Pereiro, donde estuvo internado

La autopsia concluyó que la mujer murió a golpes y que hubo ensañamiento con el cadáver. Incluso tenía una cuerda enroscada en el cuello. El detenido es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad de Ourense. Tiene antecedentes penales por robo y agresión. Además un juez le impuso una orden de alejamiento de su abuela hace cinco años.

La cárcel en la que ayer se presentó es una instalación familiar. Allí pasó una temporada por su relación con el mundo de las drogas. Trabajadores de la prisión se mostraban sorprendidos ante el desenlace, ya que durante su estancia entre rejas “era un preso modelo” y estaba considerado “un buen chaval”. Sin embargo, su aspecto corpulento, el áspero carácter y los habituales gritos en la vivienda levantaban recelos entre vecinos y conocidos. Las trabajadoras de la limpieza del edificio incluso cambiaban su ruta diaria para evitar coincidir con él a primera hora de la mañana, cuando salía de su casa.

De hecho, en el edificio de la calle Concejo que el pasado miércoles se vio sobrepasado por el revuelo del crimen, pocos eran ajenos a los problemas entre abuela y nieto y se apresuraron a señalarlos cuando supieron del suceso. Sin embargo, entre el lunes por la noche y el miércoles nadie escuchó gritos o golpes en la vivienda. Desde entonces, por los descansillos transita todo tipo de especulaciones sobre las circunstancias personales que pudieron incidir en el difícil carácter del joven, que vivió con sus abuelos desde la muerte de su madre.

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