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TRIBUNA | PAULO CARLOS LÓPEZ

El espacio del compromiso

Se necesitan grandes acuerdos y consensos en forma de cooperativa política para evitar una involución democrática

En épocas de reacción como las que estamos viviendo, donde mantener el nivel de bienestar y de autogobierno de Galicia constituye una tarea hercúlea, se necesitan grandes acuerdos y consensos en forma de cooperativa política, como es el caso de Compromiso por Galicia, para evitar una involución democrática. De la misma forma, de nada valdría esta cooperativa si es incapaz de introducir las demandas ciudadanas en el sistema de una forma novedosa huyendo del esquema de los partidos políticos tradicionales. Estar con los problemas de la gente, cuestiones tan simples como posicionarse (y visibilizarse) en contra de la subida de los peajes de la AP-9 o propuestas de sentido común como que paguen más los que más tienen, articulándolas y dándoles una concreción práctica. Que la antipolítica y la apatía ciudadana sean un sentimiento generalizado tiene que hacernos reflexionar muy profundamente de los fallos en los que incurrimos en los últimos años. Los ciudadanos se sienten identificados con aquella frase que decía Groucho Marx de que muchos políticos se empeñan en hacer que la política sea el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados. Y con una agenda hegemonizada por la crisis económica, social y política, desde la Mocidade Nacionalista Galega no queremos huir de la responsabilidad y asumir que, en tiempos como este, es necesario dar con la claves que permitan que cristalice una nueva alternativa en Galicia como es Compromiso.

En primer lugar, huyendo de la obsesión por el encorsetamiento ideológico y definitorio muy propio de algunas culturas políticas, es necesario preocuparse en lanzar propuestas para que la ciudadanía sea quien nos ubique: con un claro programa socialdemócrata al que se puede llegar desde planteamientos de la izquierda democrática (como es el nuestro) u otros de carácter más centrado. Desde el punto de vista nacional, asumir un galleguismo inclusivo en el que nunca debe haber más límite que el que marque la voluntad ciudadana, siendo conscientes y estando atentos a procesos de construcción nacional en fase avanzada, como pueden ser los de Cataluña, Euskadi o Escocia. Y finalmente, en el eje de la democracia versus tiranía, insistir en la defensa clara de los principios inspiradores (libertad, igualdad y fraternidad) de la Revolución francesa, cuando, a día de hoy, corren peligro cuestiones tan básicas como la separación de poderes y las instituciones democráticas fruto de la soberanía popular.

De la intersección de estos tres ejes sacamos varias conclusiones a nivel práctico. Primero, desechar la idea de que la crisis fue provocada por el exceso de endeudamiento y gasto social de los Estados, sino más bien por la deuda privada y la excesiva desregulación de los mercados financieros internacionales. Segundo, asumir que existen alternativas en política económica y que esto no tiene que ser “porque no hay otra opción”, rechazando de plano los recortes selectivos en educación, sanidad y servicios sociales que los gobiernos llevan a cabo por supuesto imperativo de la UE. Tercero, insistir en la idea de que más autogobierno y capacidad de decisión para Galicia significa más bienestar y que la construcción nacional en clave progresista pase inexcusablemente por incorporar sectores sociales al proceso en base a elementos programáticos de defensa del bien común. Y finalmente, convertir a las organizaciones políticas en no solo patrimonio de sus militantes o simpatizantes, sino del conjunto de la ciudadanía, con procesos como el de las primarias abiertas.

En épocas de reacción, como esta, tenemos un largo camino para aumentar la adhesión ciudadana a un proyecto que tiene que asumir la condición de “partido nacional”. Y la parte que le toca a la MNG, entre una juventud abatida, pero no rendida, es también una tarea ilusionante. Autogobierno, Estado de bienestar, democracia y ciudadanía: ese es el espacio del compromiso.

Paulo Carlos López es secretario general de Mocidade Nacionalista Galega y miembro de la Executiva de Compromiso por Galicia. Este artículo fue escrito originalmente en gallego.

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