El PSPV entrega Benidorm a Amor a cambio de retener la alcaldía
La exlíder del PP local controlará la concejalías de más peso, entre ellas turismo
El alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, del PSPV, ha decidido retener a cualquier precio la alcaldía de la ciudad hasta 2015. Ayer anunció que cede al Centro Liberal Renovador (CDL), encabezado por la exconsejera del PP Gema Amor, ocho delegaciones. Las más importantes excepto Hacienda, a cambio de un pacto de Gobierno por el que se mantendrá como regidor hasta los próximos comicios.
Navarro, con 11 ediles, se había manejado en minoría al frente del Consistorio como partido más votado tras los comicios de 2011, frente a los 11 concejales que también obtuvo el PP y los tres que consiguió la lista liderada por Amor. Benidorm (72.000 habitantes) es la ciudad más grande de la Comunidad Valenciana con alcalde socialista.
Navarro cede a Amor las competencias en Turismo, Escena Urbana, Servicios Generales y Participación Ciudadana. Su compañero del grupo Liberales de Benidorm Vicente Juan Ivorra gestionará Urbanismo, Playas y Medio Ambiente. Y el tercer edil liberal, Miguel Llorca, Contratación, Patrimonio General y Deportes. Es decir, las concejalías más importantes de la ciudad, dado que, hoy por hoy, gestionar Hacienda supone un vía crucis político porque el presupuesto municipal está sometido a un plan de saneamiento desde 2009 y a otro de ajuste de este año para devolver más de 58 millones que Benidorm solicitó para pagar facturas pendientes. Amor será la primera teniente de alcalde y los liberales presidirán dos de las cuatro comisiones informativas.
La líder del CDL se pasó el acto de presentación intentando justificar este pacto con los socialistas y no “con quienes ideológicamente nos sentíamos más identificados”, el PP. Incluso llegó a decir: “Nos vimos obligados a abandonar el partido para presentarnos con unas siglas ajenas”. Pero justificó el acuerdo con los socialistas, que se cerró la noche del martes y fue rubricado ayer, en la necesidad de que “los ciudadanos recuperen la confianza”, porque “no hay peor crisis que la de confianza”.
El secretario general del PSPV, Ximo Puig, bendijo el acuerdo, aseguró Navarro, quien encargó al exconcejal tránsfuga del PP, José Bañuls, ahora asesor municipal, la negociación con Amor por su capacidad para generar un “clima de confianza” mutuo.
La presión de la patronal hotelera
“Es nuestra obligación jugárnosla por Benidorm de la misma forma que antes lo hicieron otros. Y hablamos de Pedro Zaragoza, de Eduardo Zaplana o de Vicente Pérez Devesa, personas que dejaron su impronta y que se han convertido en referentes inequívocos en cuanto a ambición y determinación”. Esta frase de Gema Amor, pronunciada ante un centenar de personas, entre las que se encontraban representantes de una parte muy relevante de la sociedad civil benidormense, explica en gran parte por qué la exconsejera ha sido incapaz de llegar a un acuerdo con el PP, enconado en que Manuel Pérez Fenoll, otrora visceral campista, recuperara la alcaldía. Entre ellos, la distancia es más personal que política y los repetidos intentos por acercar posiciones no han hecho más que agravar la mala relación.
Y la presión empresarial y vecinal ha hecho el resto. El presidente de Hosbec, Toni Mayor, casi se ha desgañitado pidiendo estabilidad política en la ciudad. Hasta ahora, Navarro ha tenido “dificultades hasta para cerrar el orden del día de un pleno”, como recordó Amor. Por eso, fue ella quien a mitad de junio concedió un plazo hasta julio para cerrar un acuerdo con PP o PSPV. Era moción de censura o integrarse en el Gobierno socialista. “Lo natural hubiera sido un acuerdo con el PP”, aseguró sin rubor la edil liberal. Pero el resultado ha sido el contrario.
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