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“La transversalidad quedó tocada cuando López abogó por un bloque”

Josu Erkoreka posa en el interior de Sabin Etxea.
Josu Erkoreka posa en el interior de Sabin Etxea.TXETXU BERRUEZO

El Gobierno de Mariano Rajoy hace y deshace a su antojo en Madrid, consciente de una oposición que es minoría en el Congreso. Ello no evita polémicas como la que esta semana se ha suscitado en torno al denominado voto de los exiliados.

Pregunta. ¿Siguen sin llamarles desde el PP para negociar la reforma de la Ley Electoral?

Respuesta. Lo único que tenemos es un correo electrónico en el que Interior nos enviaba oficialmente el texto que casi simultáneamente había presentado en rueda de prensa. No es algo excepcional en este Gobierno de mayoría absoluta. Si acaso, las invitaciones a negociar se producen a posteriori, cuando el texto está ya casi comprometido con la opinión pública.

P. ¿Hubiera sido posible el acuerdo con otras formas?

R. Nosotros no vemos en esta iniciativa un gesto de reparación a las víctimas. ETA ha decretado su cese definitivo y la posibilidad de localizarse en Euskadi es absolutamente libre. Si se tratase de facilitar ese regreso no tendríamos ninguna objeción. Se pondría de manifiesto quién tiene realmente una voluntad de insertarse en el devenir histórico de la comunidad política vasca.

P. ¿La considera una medida electoralista?

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Nacido en Bermeo en 1960, Josu Erkoreka es el actual portavoz del PNV en el Congreso. Lo es desde 2004, aunque entró como diputado cuatro años antes. Fue testigo de la mayoría absoluta de Aznar y de las dos legislaturas de Zapatero. En la Cámara baja ha desarrollado la mayor parte de su carrera política. Antes, fue director del Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP) a finales de los 90. Doctor en Derecho por la Universidad de Deusto, también ha ejercido como jurista y profesor.

R. Sin ninguna duda. Nada hay en las reformas electorales que sea ingenuo o angelical. Todos los retoques persiguen un determinado objetivo político. En el caso que nos afecta, se pueden crear unas bolsas negras de fraude que son enormemente preocupantes.

P. Pese a la mayoría absoluta del PP, está siendo una legislatura convulsa en Madrid.

R. Las iniciativas son duras y se están presentando a los grupos sin acuerdo previo. El Gobierno solo pretende la adhesión incondicional a sus iniciativas y no lo está consiguiendo. Es una legislatura con las características típicas de la mayoría absoluta: el Parlamento queda anulado, las decisiones las toma e impone el Ejecutivo y se escenifica un pleno sin interés

P. Lejos queda el protagonismo que el PNV tuvo hasta el relevo en La Moncloa.

R. Todas las legislaturas son diferentes. Nuestro protagonismo se asocia siempre a la inexistencia de una mayoría absoluta.

P. La semana pasada fueron los recortes los protagonistas.

R. Fue otra cuestión muy dura. Creo que aún no somos conscientes del efecto de contracción que van a tener en la economía y en las instituciones.

P. ¿De verdad cabe la desobediencia democrática como respuesta a los ajustes?

R. Nosotros lo que hemos dicho es que con determinadas medidas no vamos a ser proactivos y que estudiaremos la manera de que produzcan el menor impacto posible en una economía que está comparativamente mejor que las que se han visto obligadas a adoptar los ajustes.

“Aún no somos conscientes del efecto que van a tener los recortes”

P. ¿Y la propuesta de eliminar el Senado?

R. Es una respuesta a quienes están proponiendo una demolición de la estructura del Estado autonómico para ser viables frente a la crisis. Nosotros planteamos que son los poderes centrales del Estado los que pueden adelgazar todavía y reducir su estructura. Máxime, cuando hablamos de una Cámara que ni es de segunda lectura ni de representación territorial.

P. Afirma que Euskadi está mejor que el resto de España. ¿Lo está haciendo mejor López que Rajoy?

R. Están haciéndolo bastante mal ambos, aunque con una ventaja para Rajoy, que tiene mayoría absoluta. López la tuvo aquí, pero la perdió y está manteniendo el Gobierno en un esfuerzo patético que no tiene solución.

P. ¿Hasta cuándo?

R. Hay una regla universal en la política que dice que quien sabe que no va a continuar, tiende a mantenerse en el Gobierno hasta el último segundo. Pero esa regla tiene excepciones, como cuando en la ponderación de intereses en juego, quien sabe que no va a continuar cree que su imagen electoral de cara al futuro puede quedar más perjudicada si agota la legislatura. Zapatero y el PSOE fueron un ejemplo el pasado año.

P. ¿Adelantará entonces López las elecciones vascas?

R. El presupuesto del año que viene va a ser complicado, porque van a tener que aflorar muchas realidades. Mi apuesta es que habrá adelanto electoral y que quien entre se va a encontrar una situación muy complicada. El PNV es la apuesta más fiable para afrontarla.

P. Mucho se habla de la transversalidad en Euskadi, pero nadie parece dispuesto a llevarla a cabo.

R. La transversalidad quedó tocada cuando quien había aludido a ella durante toda la campaña de las pasadas autonómicas decidió formar un Gobierno frentista y de bloque con el PP. Así empezó su mandato y se ha mantenido durante tres años. La legislatura ya está muy mediatizada por eso creo irrecuperable la situación. Es bueno clarificar el panorama cuanto antes.

P. Entonces, ¿es imposible el acuerdo antes de las próximas autonómicas?

R. El reto fundamental de futuro es más cualitativo que cuantitativo. Hay que buscar la integración, que nadie se sienta excluido. Y para ello habrá que buscar consensos, más allá del juego político de las mayorías, ahora que se nos han abierto las puertas tras el fin de ETA.

P. ¿Es operativo el complejo entramado institucional vasco cuando cada partido gobierna una Administración?

R. Está ayudando a que la pluralidad del país se haga notar, emplazando a todos los responsables públicos a tener que hacer un esfuerzo de consenso. Ese es el reto fundamental.

P. Con acuerdo o sin él, la economía se presenta decisiva ante las próximas autonómicas.

R. En Euskadi hemos trabajado razonablemente bien desde las instituciones, la sociedad y el propio entramado económico, en pos de un modelo industrial propio y competitivo que nos ha hecho menos vulnerables a la crisis que otras economías. Y lo hemos conseguido pese a la presión de la amenaza terrorista. Por eso debemos ser optimistas de cara al futuro, aunque no somos una isla.

“El voto de los exiliados puede crear unas bolsas negras de fraude”

P. Hay quien acusa al PNV de ocultar una estrategia económica similar a la de Rajoy.

R. Para empezar, la política del PP no es muy distinta de la que impulsó Zapatero en los dos últimos años de su mandato. Se ha pisado el acelerador en la política de los recortes, pero estos no arrancan con Rajoy. Decir, además, que el PNV tiene la misma política económica que el PP es gratuito, cuando hemos dicho que no a casi el 100% de las medidas económicas que se han llevado al Congreso. Hay un espacio entre PSOE y PP, en el que caben políticas de centro, tan activas en lo social como las socialistas, pero que admiten la fuerza y capacidad que tiene la economía de mercado, siempre que esté rigurosamente controlada.

P. EH Bildu dice ser la verdadera alternativa económica.

R. Afortunadamente no lo son. En su planteamiento socioeconómico no tienen más que palabras vacías, demagogia etérea y voluntarismo disociado de la realidad. Aquí hacen falta proyectos económicos mucho más sólidos, que arranquen de la realidad y no de saltos al vacío.

P. ¿Puede beneficiarse del hartazgo ciudadano?

R. Que hay un hartazgo es innegable, pero que quien se beneficie de él vaya a ser quien está gobernando el 90% de las instituciones de Gipuzkoa aplicando a rajatabla los recortes de Rajoy no deja de ser una paradoja. Forman parte ya del sistema que critican, aunque siguen jugando a una cosa y la contraria con sus discursos. El ciudadano es inteligente y antes o después descubrirá las contradicciones.

P. Llegó a sonar su nombre como posible candidato del PNV a lehendakari.

R. No lo voy a negar, pero eso pertenece ya a la historia.

P. ¿Llegó a planteárselo?

R. Tengo tanto trabajo en Madrid que no me planteo nada hasta que alguien me lo propone directamente.

P. Si gana Urkullu, la presidencia del partido quedará vacante…

R. Esa posibilidad no forma parte de mi horizonte vital.

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