El PP dice ahora que buscará el consenso para reducir escaños

Las críticas feroces lanzadas por PSOE, BNG y otros pequeños partidos sin representación parlamentaria al plan de Feijóo para suprimir 14 de los 75 escaños del Parlamento de forma que se primen los graneros electorales del Partido Popular han forzado a este partido a dar un paso atrás. El jueves, el presidente anunció que su objetivo es recortar esos 14 diputados sin más. Y cerró la puerta a introducir factores correctores en la ley electoral para que la disminunción no refuerece el peso relativo de las provincias de Lugo —frente a las más pobladas de A Coruña y Pontevedra— en la votación. "Nuestra propuesta es no hacer un cambio total de las reglas de juego", afirmó el presidente, quien advirtió que su iniciativa saldrá adelante "con consenso de los partidos, con el apoyo del PSOE y si no, con la mayoría del PPr".

 Sin embargo ayer su portavoz parlamentario, Pedro Puy, afirmó que su grupo pretende un acuerdo amplio para tocar la composición del hemiciclo. Aunque ratificó que la propuesta que el PP remitirá a los grupos la próxima semana es la ya conocida, pidió a la oposición "responsabilidad" para afrontar el debate y dijo "no cerrar la puerta" a estudiar otras aportaciones. "No escuché a nadie decir que está de acuerdo en reducir el número de diputados", subrayó. "Si estamos de acuerdo con ese principio, se puede reducir el número de diputados o podemos tocar otras cuestiones del sistema electoral", aseguró, recalcando que eso es lo que trasladó Feijóo al grupo parlamentario.

Puy restó importancia a los efectos electorales del cambio en la configuración del hemiciclo y aseguró que si se extrapolasen los resultados históricos en sucesivas elecciones autonómicas a la modificación que impulsa su partido, solo en los comicios de 2009, cuando se produjo un resultado muy apretado, variaría el reparto de escaños (adjudicaría dos más al Partido Popular y obtendría una mayoría absoluta holgada de tres diputados).

Pero la oposición sigue convencida de que lo que persigue el PP es un "pucherazo electoral intolerable", según afirmó ayer el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, quien recordó que "no hay precedentes" de un cambio similar en ninguna otra comunidad autónoma e invitó a Feijóo a "pactar las reglas de juego entre todos". El portavoz parlamentario del PSdeG, Abel Losada, fue aún más duro y responsabilizó a Feijóo de pretender un "golpe de Estado Constitucional" para "perpetuarse en el poder" como si fuera "un caudillo latinoamericano".

El BNG, que nada más conocer la noticia censuró la "intentona golpista", pidió ayer al Gobierno gallego revisar las últimas campañas publicitarias contratadas con las que podría afrontar el gasto de los diputados que se pretende recortar durante varias legislaturas. También ayer, el PP avanzó que la proxima semana se celebrará un pleno extraordinario en el que se aprobará una reducción de la institución del Valedor, mecanismos alternativos para facilitar el voto a diputadas embarazadas y la comisión de investigación sobre las cajas de ahorros y las indemnizaciones de sus directivos.