Scully imagina un futuro dórico
El pintor irlandés enfrenta la sobriedad y el equilibrio del orden clásico al caos actual
La sobriedad, el equilibrio y la simetría características del orden dórico, el primero y más simple de los clásicos, inspiran y perfilan la exposición de Sean Scully inaugurada este jueves en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) bajo el título de, justamente, Doric. La muestra se sustenta en nueve pinturas dóricas monumentales generadas desde 2008. Son básicamente estructuras de distintas combinaciones de bandas rectangulares verticales u horizontales en negro o gama de grises y marrones, que comparten espacio en armonía y transmiten equilibrio e incluso afabilidad, aunque apenas algún tono pueda valorarse como ligera y convencionalmente alegre. Sin adornos ni detalles superfluos.
La exposición, que incluye algunas obras de la colección del IVAM, viene del Museo Benaki, en el puerto de Atenas, y constituye un homenaje a Grecia, a los orígenes de la democracia y la cultura occidentales. En palabras del artista, es un tributo a Atenas en cuanto que “cuna de la democracia y todo lo que la continuó en occidente”. En este sentido, ha querido expresar “orden y humanismo”. Y en referencia al momento más actual: “No necesitamos más caos, yo ofrezco ayudar a mejorar el mundo con la hermosura”.
Contrastan notablemente estas piezas a gran escala de la serie central con una serie de menor tamaño que la precede en el espacio expositivo y que fue realizada en los años ochenta. Son acuarelas y dibujos que Scully realizó en una estancia veraniega en la isla griega de Simi impregnadas de luz mediterránea. Si en estas el aliento físico es obvio, en los cuadros monumentales se percibe una mayor espiritualidad y Scully niega cualquier relevancia al lugar donde hayan podido ser realizadas físicamente, porque para él ese lugar es la mente.
“Cada persona lleva un país en la cabeza”, dice el artista irlandés
“Cada persona lleva un país en la cabeza”, dice señalando con el dedo la frente del periodista y la suya propia, “y ese es el más importante del mundo, es nuestra propiedad, donde podemos imaginar un futuro posible y un pasado posible, cambiar cosas en la vida, imaginar la posibilidad de construir una realidad nueva”. Teniendo en cuenta a quién rinde homenaje la exposición, que esta viene del Museo de Atenas, que Scully habla así en España sabiendo cómo está España y que la exposición irá luego Dublín, que cada uno piense cuál puede ser esa realidad nueva y cómo se puede construir desde la mente o el alma. “Tenemos un mundo con poco dinero, pero fantástico, somos muy afortunados”, dice. “Tenemos derechos”, remata.
Es una obra la de Doric ambiciosa en la que frente al caos el artista irlandés quiere unificar muchas cosas, entre las que cita la arquitectura, la escultura, el espacio, el sentimiento, el clima emocional, el tiempo y el ambiente. La directora del museo, Consuelo Ciscar, señaló que “cuando observamos las 43 obras de la muestra, cuatro de las nueve que pertenecen a la Colección del IVAM están imbricadas en la exposición”, en el sentido que Leonardo Da Vinci decía que “la simplicidad es la mayor sofisticación”.
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