Otro museo que espera contenidos
Santiago abre un espacio junto a la catedral que albergará muestras didácticas
La nueva sede del Museo das Peregrinacións e de Santiago abrió ayer sus puertas en el antiguo edificio del Banco de España, en plena plaza de Praterías. Desde ayer la ciudad cuenta con un nuevo espacio expositivo que aún tardará bastante en albergar los contenidos que tiene previsto recibir. Al menos habrá que esperar dos años para que los fondos de la hasta hoy única sede del museo, también situada en el casco histórico compostelano, traspase sus fondos al nuevo espacio. Dificultades burocráticas impiden acelerar el traslado.
Mientras tanto el museo programará exposiciones didácticas como la que ha servido para inaugurarlo, Compostela dicitur. A cidade da catedral, una muestra que ya había podido verse durante estos últimos meses en la Casa do Cabido, ubicada en la misma plaza. La exposición está formada por maquetas, paneles explicativos y reconstrucciones virtuales de la Compostela del siglo XIII.
Pese a llamarse Museo das Peregrinacións e de Santiago, las instalaciones no serán gestionadas desde la institución que le da nombre al menos hasta finales de año. Será el Consorcio de Santiago el encargado de hacerlo hasta que se haga efectiva la transferencia de la institución al Estado y éste derive la gestión a la Xunta. Se da la circunstancia de que el actual director del Museo de las Peregrinacións, Bieito Pérez, no tiene poder decisorio sobre las nuevas instalaciones del museo, debido al laberinto burocrático en el que se encuentra la institución. Pérez explica que ya está elaborado un plan museológico y un programa expositivo para la nueva sede.
El problema es que habrá que esperar como mínimo dos años para trasladar los fondos de la sede de la plaza de San Miguel a la de Praterías. Una vez consumada la cesión del edificio, todavía se tardará como mínimo otro año y medio para que se desarrollen los trámites burocráticos destinados a ubicar las piezas del museo en las nuevas instalaciones.
Pérez recuerda que la institución que encabeza cuenta con una gran colección de iconografía jacobea y con piezas valiosas, como tablas góticas y flamencas, que actualmente no pueden exhibirse por falta de espacio. La nueva sede cuenta con una superficie expositiva muy superior a la que presenta el actual edificio del museo. Respecto a la posibilidad de que el nuevo museo pueda albergar algún día el famoso Códice Calixtino, Pérez indica que la Iglesia es la responsable de su custodia y también de su exhibición. “El museo sería un lugar fantástico para exhibir el Códice pero también la catedral cuenta con muy buenos espacios para hacerlo. Creo que el libro debe seguir en la catedral pero debería ser exhibido y en las mejores condiciones que sea posible”, concluye el director del Museo.
La nueva gerente del Consorcio de Santiago, María Antón, explica que la rehabilitación del edificio donde se ubica el nuevo museo ha llevado cuatro años y ha supuesto un coste de 5,5 millones de euros. Antón destacó la importancia que supone la recuperación de un espacio para la ciudad y su conversión en un museo que va a permitir ofrecer contenidos vinculados a la historia de Santiago.
Este aspecto también fue destacado ayer en el acto inaugural por el alcalde de la ciudad, Angel Currás, quien alabó la capacidad del arquitecto autor de la rehabilitación, Manuel Gallego Jorreto, para conseguir una adecuada conexión entre el interior del museo y la plaza. Currás también destacó que los costes de ejecución del proyecto fueron “ajustados”. A su juicio, el desarrollo del proyecto es un ejemplo a seguir en el mundo de la cultura ya que “en tiempos de crisis este tipo de inversiones deben de ser percibidas como eficientes por los ciudadanos”.
Por su parte, el conselleiro de Educación e Cultura, Xesús Vázquez, también presente en la inauguración, aseguró que con la apertura del museo se avanza en el sentido adecuado “en la promoción de las políticas de conservación y puesta en valor de nuestro patrimonio”. Durante el recorrido por las instalaciones las autoridades y los primeros visitantes pudieron contemplar una nueva perspectiva de los tejados de la catedral y de la propia torre de la Berenguela. La cafetería, ubicada en el último piso del museo, permite disfrutar de unas vistas espectaculares que hasta ahora permanecían inéditas. Sin duda será uno de los atractivos que podrá encontrar el público. Los contenidos previstos para los espacios expositivos tendrán que esperar a que la burocracia concluya su pausada andadura.
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