El PP se plantea votar contra el pacto fiscal y lo enmienda todo

El Partido Popular presentó ayer una enmienda que afecta a toda propuesta de financiación presentada por el Gobierno de Artur Mas y propone que se mantenga el régimen común que establece la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA). Los populares también rechazan que la Generalitat tenga la llave y la caja de los impuestos que recaude la Agencia Tributaria de Cataluña y quieren que este organismo colabore con la Agencia Estatal de la Administración Tributaria.

A un día para el pleno del Parlament que discutirá la propuesta de financiación, el PP amaga ahora con votar en contra, aunque había anunciado la abstención. “Estamos viendo un Gobierno que no sabemos si realmente quiere negociar o tener una propuesta para después iniciar una confrontación”, dijo ayer la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho. La gran diferencia de la enmienda del PP respecto a las demás es que no tienen ninguna prisa en aplicar el nuevo modelo de financiación. Los populares proponen que el calendario para aplicar el nuevo sistema “sea compatible con los ajustes derivados de la consolidación fiscal de España y del conjunto de sus comunidades autónomas, de acuerdo con los compromisos adquiridos con la Unión Europea”. O sea, cuando se salga de la crisis, algo imposible de predecir.

Mientras tanto, CiU parece acercar posiciones con el PSC y ERC radicaliza sus planteamientos en las enmiendas registradas ayer. Nacionalistas y socialistas mantendrán hoy una reunión definitiva para transaccionar sus enmiendas y llegar a un acuerdo antes del pleno. Mientras, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, reiteró ayer el deseo de su partido de sumarse al acuerdo, pese a que el sábado arremetió contra el concierto económico que recoge la propuesta y que calificó de “arcaico”. Si CiU no da su brazo a torcer en este apartado para no incomodar a ERC y excluirla del acuerdo, los socialistas podrían acabar optando por la abstención, aunque no hay nada cerrado.

Por otro lado, las enmiendas de ERC asumen la cuantificación del déficit fiscal de Cataluña que hace el borrador del Gobierno (289.724 millones de euros entre 1986 y 2009). Los independentistas aprovechan la enmienda para pedir que el Parlament traslade a la Unión Europea la necesidad de que “Cataluña gestione con plena independencia el esfuerzo fiscal de su ciudadanía y sus empresas”, y niega cualquier posibilidad de que la Agencia Tributaria Catalana actúe siquiera en colaboración con la española. ERC sí admite una cuota de retorno al Estado de los impuestos recaudados en concepto de “cooperación interterritorial”.

La enmienda finaliza reclamando que se inicie el camino de diálogo para la consecución de un Estado propio para Cataluña en el marco de la Unión Europea.