“La mejor vacuna contra la crisis es la solidaridad”

Vicente Vérez dirigió el equipo científico que en 2003 logró elaborar la primera vacuna sintética contra la Haemophilus influenzae tipo B, bacteria causante de meningitis, neumonía y otras infecciones en niños menores de cinco años. Se encuentra en San Sebastián en un simposio sobre glicociencia —estudia los hidratos de carbono presentes en la superficie de las células y su relación con procesos biológicos y enfermedades— organizado por Biomagune. El científico cubano adelanta que está inmerso en varios proyectos dirigidos a “estimular de forma potente el sistema inmune y hacerlo reconocer sustancias que están en los tumores. Esto puede convertirse en una herramienta importante en la lucha contra esta enfermedad”.

Pregunta. Si hay más de 500 enfermedades, ¿por qué se centró en la lucha contra la bacteria que causa la meningitis y la neumonía?

Respuesta. En el caso de Cuba era una necesidad. Y para un químico especialista en azúcares era una oportunidad. Se combinó la necesidad con la oportunidad y se llegó a este feliz hallazgo.

P. ¿Qué ventajas ofrece sobre otras vacunas?

R. Es una alternativa más. El gran paso fue demostrar la validez de las vacunas sintéticas para aplicarlas también en otras enfermedades. Se logró que la tecnología para lograr la otra vacuna —fermentar la bacteria patógena—, se haya abaratado por la competencia que ejerce la sintética. Nuestra vacuna se utiliza en Argentina, Uruguay, Venezuela, y se está transfiriendo la tecnología a China para aplicarla a gran escala. Ofrece ventajas para los niños asiáticos, que son muy susceptibles a las endotoxinas.

“Las vacunas están dando un golpe muy fuerte a las enfermedades”

P. ¿Es preventiva o curativa?

R. En el caso del hemófilo de influenza tipo B es para prevenir. Las vacunas contra agentes infecciosos, como este caso, generan anticuerpos que previenen las infecciones por esa bacteria.

P. ¿Es un remedio universal?

R. Se puede usar en todo el mundo. Donde no está introducida es por un problema financiero. Está recomendada por la OMS para su uso en cualquier niño del planeta.

P. ¿Es la vacuna perfecta?

R. Ninguna vacuna es perfecta, pero la generación de vacunas conjugadas son eficientes y tienen pocos efectos adversos. Indiscutiblemente, aún hay mucho que hacer, aunque no creo que haya innovaciones en las vacunas contra el hemófilo de influenza tipo B, una enfermedad que la humanidad está en el camino de erradicar. Pero nos enfrentamos a otras infecciones que implicarán nuevos retos científicos.

P. ¿Cuál es la incidencia de la neumonía y la meningitis?

R. Provoca tres millones de muertes al año, pero las vacunas están dando un golpe muy fuerte a estas enfermedades.

P. ¿Qué avances nos esperan en el campo de las vacunas?

R. Es un mundo muy complejo, porque se eliminan enfermedades pero surgen otras. Es una batalla constante, aunque el nivel de conocimiento que se va acumulando permite a la humanidad estar en mejores condiciones de seguir enfrentándose a lo nuevo que va apareciendo. Por ejemplo, en el cáncer, la utilización de vacunas terapéuticas es una opción que tiene enormes ventajas con respecto a la quimioterapia.

P. ¿Surgirá la vacuna contra la crisis?

R. Ya existe. Hay un elemento perfecto para combatir la crisis mundial, y es la solidaridad como sentimiento esencial. Hemos perdido mucho en solidaridad. Hay niños que mueren en África porque no tienen vacunas, un ejemplo de que vivimos en un mundo con una solidaridad disminuida o acotada. La mejor opción para la crisis es la solidaridad.