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Cómo triunfar en clave de soul-rock

El grupo revelación Alabama Shakes agota las entradas de su concierto de hoy en la sala Sol

Fernando Navarro
Los cuatro integrantes de Alabama Shakes, en una fotografía promocional.
Los cuatro integrantes de Alabama Shakes, en una fotografía promocional.

A Brittany Howard le han dolido mucho los pies de caminar varios kilómetros para entregar cartas y paquetes de puerta a puerta en Athens. “Llevar el correo todos los días era un trabajo muy duro. Estoy feliz de dejarlo atrás”, reconoce. Pero ha cambiado el uniforme y gorra azules de su antiguo trabajo de cartera por una falda y un sombrero de ala ancha, se ha olvidado de los buzones para pasar a los escenarios. “¡Decir que estoy feliz es quedarse corta!”, añade. Motivos tiene. Howard no solo ha cumplido su sueño de dedicarse a la música, sino que Alabama Shakes, la banda que lidera como vocalista y guitarrista, se ha convertido con Boys & girls (Rough Trade / Popstock!), su único disco, en la última sensación del rock norteamericano.

La historia de Alabama Shakes es un cuento de hadas, más en estos tiempos de malas noticias en el negocio discográfico, con sellos que cierran, promotores que quiebran y músicos que tienen que dejarlo o no pueden ni empezar. Pero el caso de Howard y sus chicos es bien distinto. Como ella, los otros integrantes de la banda han abrazado su mayor ilusión de vivir de la música. “Fogg (Heath Fogg, guitarrista) estaba pintando casas y Zac (Zac Crockell, bajista) era técnico veterinario”, explica la cantante de Alabama a través de un correo electrónico.

Todo empezó en un instituto de Athens, ciudad del grupo, cuando Howard, una amante del rythym and blues, conoció a Crockell, que iba con ella a clase de psicología y destacaba por ser un empollón musical, conocedor de grupos indies de los que nadie había oído hablar. Congeniaron y decidieron formar una banda, a la que pronto se sumaron Fogg, a las cuerdas, y Steve Johnson, a las baquetas. “Al principio, la carretera era muy dura porque fueron varias las salas en las que no venía nadie a vernos”, recuerda Howard. Entonces, se llamaban The Shakes y eran un conjunto de versiones. James Brown, Otis Redding, Chuck Berry o Canned Heat eran habituales en sus conciertos en garitos de localidades de Alabama, Misisipi o Georgia. Como tantísimas bandas.

Con el dinero que ganaron, grabaron en un estudio de Nashville sus propias canciones a comienzos de 2011. Nació Boys & girls, un poderoso tratado de ritmos sureños, a medio camino entre el soul de vieja guardia de Muscle Shoals y el rock de riff contagioso, tal vez la penúltima joya de la fantástica estela revisionista de las esencias afroamericanas, tan puntera actualmente con gente como The Black Keys o Sharon Jones. “Tenemos muchas influencias dispares: AC/DC, Rolling Stones, Led Zeppelin, James Brown, Tina Turner o Sister Rosetta Tharpe”, apunta Howard, a quien no le importa jugar con la nostalgia musical: “En lo esencial, somos una banda de rock. ¡Es lo que sabemos hacer!”. Pero, más allá de su interesante cosmovisión sonora del universo sureño, el atractivo de Alabama Shakes reside la portentosa voz de Howard. A sus 23 años, la cantante, que se pasaba horas encerrada en su habitación cuando era niña intentando imitar a Elvis Presley o Aretha Franklin, ya ha sido comparada con voces legendarias como Janis Joplin o Tina Turner. “Es un gran honor pero, sinceramente, no creo que me merezca ser comparada con esos iconos”, señala.

Tocar y sobrevivir, con los trabajos de cartera, veterinario o pintor. Esa era la premisa del grupo tras grabar Boys & girls, pero todo cambió de la noche a la mañana cuando Justin Cage, creador del influyente blog musical Aquarium Drunkard, recomendó una de sus canciones. Al día siguiente, el correo electrónico de Howard estaba repleto de ofertas de promotores y alabanzas apasionadas de aficionados. A partir de ahí, corrió la mecha a velocidad de vértigo. Paterson Hood, líder de Drive-By Truckers, se los llevó de gira y Booker T-Jones quiso tocar con ellos. “Actuamos con ambos en la Nochevieja de 2011. Fue una experiencia increíble. Te enseñan a sacar tu corazón y tu alma en cada concierto”, asegura Howard. Este año han participado en varios festivales, como el Bonnaroo, donde han compartido cartel con Radiohead o Red Hot Chili Peppers. “Nunca pensamos que fuera posible”, explica la vocalista. Pero lo es. Es solo otro capítulo más de su meteórico ascenso. Esta noche actúan en la sala El Sol de Madrid con las entradas agotadas.

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Sobre la firma

Fernando Navarro
Redactor cultural, especializado en música. Pertenece a El País Semanal y es autor de La Ruta Norteamericana. Ejerce de crítico musical en Cadena Ser. Pasó por Efe, Abc, Ruta 66, Efe Eme y Rolling Stone. Ha escrito los libros Acordes Rotos, Martha, Maneras de vivir y Todo lo que importa sucede en las canciones. Es de Madrid.

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