El cortometraje valenciano gana visibilidad
Alex Montoya, Chema García, Ana Lorenz, Nacho Ruipérez o Emilio Martí triunfan en festivales
Si la pasada década fue para el cortometraje valenciano la de los Goya y la animación, con el glorioso precedente de Pablo Llorens en 1996, esta es la de la visibilidad, la diversidad y mayor proyección nacional e internacional. Dos jóvenes cineastas, el valenciano Alex Montoya, con Cómo conocí a tu padre, y el ilicitano Chema García Ibarra, con El ataque de los robots de Nebulosa-5 y Protopartículas, han obtenido menciones especiales en 2010, 2009 y 2011, respectivamente, en el certamen de cine independiente más prestigioso del mundo, el de Sundance. El ataque de... superó el centenar de premios y Cómo conocí a tu padre ha tenido cerca de 40 y al menos un millón de visionados en Internet, según confirma su director que cuenta ya con más de 140 premios gracias a cortos como Marina o Abimbowe.
“El corto valenciano se está moviendo mucho en los últimos años y en general es de muy buena calidad”, asegura Montoya, arquitecto de formación y cineasta por vocación. “El corto en España sigue teniendo un circuito muy vivo, pero ha perdido fuerza como carta de presentación”.
Lleva unos 10 años dirigiendo cortos, que en general le han resultado rentables, “gracias también al paso por televisión”. Ahora está enfrascado en el montaje de Lucas, un cortometraje de media hora producido gracias a un premio Bancaja que aspira a más. “Es como el primer acto de un largometraje”, explica, que harán cuando logren la financiación necesaria con aquél como aval.
Su productor es Cristian Guijarro, que con 25 años lleva dedicados a esta tarea desde los 19. Dirige el festival Xarradesencurt, donde se ven más de 300 cintas anuales y ha comprobado que “el corto valenciano destaca” en el contexto nacional, porque “hoy los medios son más accesibles y tenemos gente que sabe contar historias”. Historias como Deazularrojo, de la cual es productor y Ana Lorenz directora. Con ella han logrado el gran premio del Notodofilmfest, el más popular festival español en Internet, como “poderoso thriller nocturno que usa el rewind para que su misteriosa historia cobre sentido”, según valoración de un jurado formado por cineastas como Fesser, Fresnadillo, Balagueró o Calparsoro. “Con los 10.000 euros del premio, recupero la inversión, puedo pagar al equipo y aún moverlo por otros festivales”, explica la directora.
“El circuito de festivales ha crecido, es una forma de que te vean y una de las pocas posibilidades de financiarte”, señala. Con un corto muy distinto, sobre el Alzheimer, Ana lorenz ha obtenido también el premio AVE Trayecto en Corto. Su título es Algo queda obtuvo previamente 15.000 al guión y 3.000 para distribución en el certamen especializado farmaceútico SMC Film. Hasta ahora sólo ha dirigido cortos. “Me gustaría hacer un largo, crecer como cineasta”, confiesa.
Estos días se encuentra rodando en Navarra, trabajando como script en el largometraje Blue Lips con el también valenciano Nacho Ruipérez, el único español de los seis directores que participan en esta película.
Los otros se conocieron en la Escuela de Cine de Los Ángeles y Ruipérez fue elegido por votación a través de bluelipsthemovie.com, presentando un montaje en el que incluyó parte del corto La victoria de Úrsula, codirigido con Julio Martí y con un elenco entre el que figura la gran actriz Terele Pávez. “Largos se hacen muy pocos”, apunta, “los que queremos hacer cine a veces no tenemos otra opción que un corto”.
Con La maltratada (2007) se llevó “un montón de premios” y fue como invitado a festivales de varios países. “Ahora aunque te nominen no te invitan a ir, debe ser la crisis”. No ve gran diferencia entre cortos y largos. “Son películas”, constata, “hacer La victoria de Úrsula nos llevó casi tanto tiempo como Blue lips”.
La victoria de Úrsula fue seleccionado y obtuvo premios en más de sesenta festivales nacionales e internacionales. Aquí entra en juego el programa Curts, del Institut Valencià d’Arts Cinematogràfiques (IVAC), que desde 2010 edita un catálogo anual de cortos valencianos seleccionados mediante concurso, que se inscriben en numerosos festivales, siguiendo la línea del veterano Kinuak vasco.
“Es como un premio, gracias a Curts hemos podido distribuir La victoria el doble de lo previsto”, manifiesta Nacho Ruipérez. En 2011 el catálogo en DVD de Curts incluía nueve películas que, según informa el Ivac, han sido inscritos en una media de 400 festivales, un 73% de españoles, un 11% europeos y un 9% de norteamericanos. Los cortos seleccionados han tenido un total de 343 selecciones en festivales y han obtenido 68 premios. La recaudación en premios ha sido casi 44.000 euros y se han producido ocho ventas a televisiones. Los seleccionados de 2011 fueron, además de los mencionados de Ruipérez y Lorenz, Maquillaje, de Montoya; El abrigo rojo, de Avelina Prat; Història d’Este, de Pascual Pérez; Camerun, breu història d’un embaràs, de Doménec Boronat; Convergentes, de Alejandro Portaz, y Desanimado, de Emilio Martí.
El programa Curts del Ivac
Desanimado ha sido una de las últimas gratas sorpresas del corto valenciano. Nacido como parte de un proyecto de fin del máster de Producción Artística de la Universidad Politécnica de Valencia, ha funcionado con éxito en el circuito de festivales convencionales “y ahora lo están descubriendo los festivales de género”, como los de animación o el Frameline de San Francisco, el más importante de cine gay y lésbico.
Habla de un dibujo animado que se siente rechazado por el mundo real, tema que sigue interesando a su autor: “La identidad, cómo construimos las identidades”, remarca. Realizado con la técnica de rotoscopia, refleja el buen nivel de la animación valenciana, que su autor reivindica recordando a Llorens y Sam como referentes y poniendo como ejemplo actual la escuela PrimerFrame, que fue de donde salió Friendsheep, nominado este año a los Goya junto con Història d'Este, ambos incluidos en el catálogo Curts. “Da rabia que Cinema Jove exija 35 milímetros para participar”, concluye Martí.
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