Castellano presume de eficacia pese a las 50.000 hectáreas quemadas
La oposición pide la dimisión del consejero por el fracaso de su política forestal
Al consejero de Gobernación, Serafín Castellano, se le quemaron en cuatro días tantas hectáreas de monte (casi 50.000) como en 17 años de gobierno del PP en la Generalitat (54.948), pero acabó su comparecencia de este jueves en las Cortes Valencianas como si los ciudadanos y la oposición le debieran algo. “Están mintiendo y manipulando a sabiendas”, fueron sus últimas palabras, dirigidas a los grupos de la izquierda de la Cámara por sus críticas al fracaso de la política de prevención y extinción. El consejero, que recordó que a los socialistas, en los graves incendios de 1994, se les carbonizaron más de 137.000 hectáreas y tuvieron que lamentar 13 muertos, destacó que ahora solo ha habido que lamentar un fallecido en las tareas de extinción, el piloto de un helicóptero al que todos los diputados rindieron homenaje.
El presidente de la Generalitat, que tenía un acto con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, estuvo ausente del Parlamento durante todo el debate, lo que dio pie a recriminaciones de la oposición y a réplicas del PP recordando que tampoco Joan Lerma estuvo en el pleno de 1994.
Pese a la doctrina reiterada por el PP, no solo en los 17 años pasados desde entonces, sino este jueves mismo, en el sentido de que la eficacia de su actuación ha permitido reducir a 7,4 la media de hectáreas quemadas por el fuego, Castellano, con la cooperación necesaria del portavoz en funciones del PP, Rafael Maluenda, situó los incendios de Cortes de Pallás y Andilla iniciados los días 28 y 29 de junio, más allá del alcance de una eficacia que hasta ahora nunca había tenido que ver, como reiteraron, con “la casualidad o la suerte”.
“Era el peor de los escenarios posibles”, alegó Castellano para justificar que se trató de “unos incendios excepcionales en los que han concurrido circunstancias excepcionales”. Un mes de junio muy caluroso, con escasez de precipitaciones, tras un otoño muy cálido y con vientos de poniente, desembocó en lo que se conoce como “los tres 30”, a saber, una temperatura de más de 30 grados, vientos de más de 30 kilómetros por hora y una humedad de menos del 30%. Sin embargo, según el consejero de Gobernación, aunque hubo “agilidad en la respuesta y coordinación en los recursos”, ardieron decenas de miles de hectáreas porque se trataba de unos incendios “fuera de capacidad de extinción”, un concepto que atribuyó a los técnicos y para el que citó a la organización internacional de conservación de la naturelaza WWF.
Lluís Torró:“¿Usted cree que somos imbéciles?”
La única “autocrítica” que ensayó se tradujo en la promesa de crear una comisión de expertos para analizar lo ocurrido y hacer propuestas, así como en el anuncio de actualizar la información sobre urbanizaciones en zonas forestales o en sus proximidades para poder afrontar el problema de lo que denominó la “interfaz urbano-forestal”.
Sin restar “ni un ápice” de gravedad a los incendios, Castellano negó también que los recortes presupuestarios hayan tenido impacto alguno en la capacidad para hacer frente al fuego en las montañas valencianas, dado que en 2011, prácticamente con los mismos recursos, la superficie quemada apenas superó las 2.000 hectáreas. Expresiones como “gran coordinación”, “exhaustiva información” o “rapidez y seriedad” y la afirmación de que “la eficacia ha sido altísima” en el balance de los últimos años, dieron pie a la respuesta del diputado de Esquerra Unida, Lluís Torró, que le dijo a Castellano: “Se le queman 50.000 hectáreas y resulta que es gracias a una buena política de prevención y extinción. ¿Usted cree que somos imbéciles?”.
Eso fue después de que el presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino, expulsara a una diputada entre protestas de la oposición. El incidente se produjo durante una de las intervenciones de Castellano, quien acusó al grupo Compromís y a Esquerra Unida de haber presentado enmiendas a los Presupuestos de la Generalitat en las que se pedía el trasvase de recursos de la prevención a otras partidas como las sociedades musicales.
Mireia Mollà, desde su escaño y a micrófono cerrado, llamó "mentiroso" al consejero en medio de murmullos de los parlamentarios. Cotino quiso que la diputada retirara su expresión y la parlamentaria cambió la frase y señaló, para que constara en acta, que lo dicho por Castellano "era mentira". Pero Cotino no lo aceptó y la expulsó. Como protesta por la decisión, todo el grupo de Compromís (seis diputados) abandonó el hemiciclo.
Ana Barceló: “Hubo descoordinación y hubo también desinformación”
Torró criticó que en Andilla los medios aéreos tardaron dos horas en llegar y cuatro horas y media los medios terrestres. El diputado de Esquerra Unida pidió la dimisión de Castellano.
Juan Ponce, de Compromís, sostuvo que el PP ha hecho poco desde la oleada de incendios devastadores de 1994. "Ninguno de los montes públicos quemados en el incendio de Andilla tiene aprobado un plan de mejora de la gestión forestal", criticó Ponce al incidir sobre los "factores de predisposición que podían haberse evitado". El diputado de Compromís resaltó que los incendios se extendieron desde zonas en las que hay "cúmulos de leña seca abandonada", que calificó de "auténticos polvorines". Los recortes han influido en la dimension de los incendios, añadió.
"La cabeza sin cuerpo y el cuerpo sin cabeza", fue la imagen que empleó por su parte la diputada socialista Ana Barceló al criticar la decisión del Consell de unificar las competencias de prevención de incendios y de extinción dejando a 264 agentes ambientales en una consejería distinta. Barceló desgranó ejemplos de descoordinación y recordó que no se aceptó que voluntarios se incorporaran a los trabajos de extinción.
“Hubo descoordinación y hubo desinformación”, sentenció la diputada socialista, que añadió que el decreto de ayudas del Consell, con 9 millones de euros de dotación, está “muy por debajo de las pérdidas”. La verdad es que el consejero no ofreció evaluación alguna de daños causados por los dos grandes incendios. La parlamentaria del PSPV-PSOE recordó que se han evaluado hasta en mil millones los daños en la fauna, la vegetación y el medio natural en general y en más de 20 millones los daños en la agricultura. Barceló añadió: "Si no tiene la dignidad de dimitir, el presidente Fabra tiene la obligación política y moral de cesarlo".
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